posted by Julio

Después  de unas cuantas vueltas debido a que hay un acceso cerrado por obras que el GPS se empeña en ignorar, llegamos al camping Venezia, nuestro cuartel general para los días que vamos a pasar en la Serenissima.

En las referencias que había leído lo ponen justito pero es el único camping de la zona que acepta la tarjeta ACSI (Esta tarjeta nos permite hacer noches en camping a precios cerrados para dos adultos y la autocaravana a 16€. En algunos los pekes pagan aparte y en otros no)

En el camping

El camping es pequeño pero a primera vista tiene todos los servicios que necesitamos que no son muchos.

Hoy no vamos a hacer turismo porque es día de colada y para cuando acabemos será un poco tarde y no queremos andar con prisas. Tenemos ropa para lavar de 12 días. Imaginaros el mogollón si en casa hacíamos casi una colada diaria.

Elena se va para la lavadora y yo trabajo un rato con la Web. Ha tenido que hacer dos lavadoras completas! Menos mal que hay secadora porque con la humedad que tenemos en el camping, no se seca ni en una semana. Después comemos y hacemos algo de clase por la tarde. Entre pitos y flautas, para cuando acabamos son casi las cinco y empieza a anochecer.

La piscina del campingEn uno de los paseos que he dado para inspeccionar el camping, he visto que tiene una piscina climatizada con una pinta estupenda y les propongo a los pekes darnos un bañito. Por supuesto, aceptan encantados y dando saltos de alegría. ! Como les gusta el agua ! Así que cogemos los trastos de piscina y vamos los cuatro para allá. La piscina se paga aparte (2,5€) pero no nos parece muy cara porque puedes estar todo el tiempo que quieras y los pekes la van a rentabilizar fijo.

Cuando entramos hay otra familia pero al rato se van y nos quedamos solos. !Toda la piscina para nosotros con el jacuzzi, la musiquita…, que lujazo! Iker y Unai disfrutan de lo lindo y estamos casi dos horas hasta que ya tenemos que sacarles porque están arrugados como pasas y con los labios morados. Después cafecito y un rato de juegos de mesa en la cafetería del camping y a cenar y dormir que mañana va a tocar andar mucho.

Ya estamos en VeneciaAl día siguiente es el día de la verdad. ¡Vamos a conocer Venecia! Uno de los hitos de esta primera etapa del viaje. Nos levantamos un poquito antes de lo normal para no andar apurados, desayunamos, recogemos, hacemos las clases y nos ponemos en marcha.

En el mismo camping se compran los tickets del autobús (líneas 5 o 19, 2.60€ ida y vuelta) y la parada está a unos doscientos metros. Enseguida llega uno de la línea 19 que en diez minutos nos deja en la Piazza Roma desde donde empieza nuestro periplo hasta la Plaza de San Marcos.

Un canalLo primero que nos llama la atención, incluso antes de bajarnos del autobús, son los tres enormes trasatlánticos que están fondeados en los muelles de la ciudad y que se ven, según te acercas, por encima de los edificios.

A pesar de haberlo visto cientos de veces en fotos y videos, Venecia nos sorprende y nos gusta. Al principio vamos un poco perdidos pero enseguida le cogemos el tranquillo y ya vemos que hay cartelitos en casi todas las esquinas dirigiéndote al puente de Rialto y a San Marcos. Yo tengo la impresión de que vayas por donde vayas, acabaras en la famosa Plaza.

Puente de RialtoTodo el recorrido es un gran centro comercial donde es difícil no encontrar algo que te llame la atención y te haga abrir la cartera. Lo que si nos sorprende son los precios. Por lo menos en esta primera parte del recorrido no nos parecen nada desorbitados aunque ya nos han dicho que según te vas acercando a San Marcos, todo se va encareciendo.

Vamos siguiendo las indicaciones y nos vamos acercando sin problemas. En el recorrido, la mayoría de las calles son interiores pero de vez en cuando se cruza algún canal y aprovechamos para echar fotos como buenos turistas.

En la plaza de San MarcosPoco antes de llegar al puente de Rialto, nos pilla un chaparrón pero tenemos la suerte de que estamos junto a unos arcos y nos resguardamos allí. Unai se asusta un poco porque dice, en buena lógica, que si llueve, Venecia se va a inundar, pero conseguimos tranquilizarle y en cuanto para de llover, seguimos nuestro recorrido.

Aunque se puede andar bien, en las cercanías de la plaza, ya se ve mucha gente. Después de un buen rato avanzando por callejuelas estrechas, salir a la plaza es espectacular y la vista no defrauda y eso que gran parte de la basílica está en obras con andamios puestos. Imagino que aprovechan la temporada baja para las obras de mantenimiento.

Comiendo los bocatasDespués de la andada, tenemos un hambre voraz, así que buscamos un sitio tranquilo y nos sentamos en unos soportales a zampar nuestros bocatas.

Descansamos un poco y aprovecho para sacar algunas fotos de la plaza. Aunque hemos estado un rato recuperándonos, los pekes siguen quejosos y no nos animamos a subir al Campanile. Damos una vuelta por la parte de la plaza que sale al canal y coincide que está pasando un enorme trasatlántico (el Queen Elisabeth) y la verdad es que nos impresiona. 

Pasa el trasatlanticoAl final conseguimos convencer a los pekes para visitar la basílica pero no nos damos cuenta de los carteles que avisan que hay que dejar las mochilas en una consigna y tenemos que salir y hacer cola otra vez. Después de visitar Il Duomo, esto parece de juguete, vamos, que no nos impresiona demasiado y salimos enseguida, recogemos la mochila y volvemos camino de la Piazza Roma parando por el camino para tomar un par de cappuccinos y un par de chocolates a 4 euritos la taza (Esto es Venecia!!!) para, desde allí, buscar el camino hacia el museo de historia natural que es nuestro siguiente objetivo.

Después de tirar un rato del plano, vemos que de vez en cuando hay carteles que van marcando también el camino del museo y los seguimos hasta llegar allí. Hemos pensado que este museo puede ser una alternativa entretenida para los pekes y acertamos.

Museo de historia naturalEl museo está planteado como un recorrido único en el que pasas por todas las habitaciones, recorriendo una detrás de otra sin dejarte ninguna y cada una dedicada a un tema concreto. La mayoría son muy interesantes y algunas de las recreaciones son incluso espectaculares y los cuatro lo disfrutamos mucho. La única excepción es "la galería de los cetáceos" que nos decepciona un poco porque solo es una exposición fotográfica, un esqueleto de ballena y unos monitores con sonidos de distintas ballenas. Esperábamos algo más.

Con los pekes en un puenteCuando salimos del museo, son casi las seis y las callejuelas y plazas que atravesamos para volver están desiertas e impresionan mucho. Según nos vamos acercando a Piazza Roma, se vuelve a sentir el barullo de gente y en la parada de bus que tenemos que coger para volver al camping hay un mundo.

Cogemos el autobús por los pelos y va hasta los topes. Ya es de noche y no tenemos claro en que parada tenemos que bajarnos así que nos vamos fijando en el camino intentando identificar señales que nos avisen pero no nos suena nada.

Cuando ya estamos un poco preocupados pensando que nos hemos pasado la parada, veo un paso elevado que creo que es donde hemos montado a la mañana así que, justo antes de que se cierren las puertas, cogemos a los pekes y bajamos del autobús. Por suerte hemos acertado y llegamos al camping sin más contratiempos.

Unai en el vaporettoA la mañana siguiente, después del rato de clase, cogemos de nuevo el autobús hacia la Piazza Roma aunque esta vez nuestro destino final es la isla de Murano. Llegamos enseguida porque no hay mucho tráfico y buscamos un sitio para comprar los tickets. El señor del Tabachi (son los estancos italianos donde normalmente también se venden los tickets de autobús, tranvía, etc…), nos pregunta por la edad de los pekes. Cuando le decimos que 7 años, nos dice que los niños no pagan hasta los 6 años y nos hace un gesto como que nosotros mismos. Cuando nos dice el precio de los billetes ida y vuelta a Murano (que son 14,00€ por cabeza), ¡oh milagro!, los pekes pasan a tener automáticamente 6 años.

Este tema de los billetes de los transportes en Italia merece un capítulo aparte porque igual compran los billetes, pero por la máquina que se supone que los ficha no hemos visto pasarlos a casi nadie. A nosotros en todo este tiempo solo nos han pedido los billetes una vez en Milán.

El barco ambulanciaEl viaje en vaporetto ya es en sí una aventura para ellos porque recorremos parte del gran canal y el canal de salida a la laguna donde vemos todo tipo de embarcaciones, el barco-taxi, la barcaza-furgoneta-de-reparto, el barco-ambulancia, el barco-autobús, el barco-grúa y otro montón que hace que el viaje sea muy ameno.

En cuanto el vaporetto sale a la laguna, pone velocidad de crucero y va a toda pastilla. Aquí también nos cruzamos con varias lanchas, y algunas van a toda velocidad casi volando sobre el agua y a los pekes les encanta.

La isla cementerioPor el camino, pasamos frente a la isla-cementerio de Venecia y tiene una fachada muy hermosa. Puestos a dormir eternamente, no parece mal sitio.

Desembarcamos en Murano después de unos 20 minutos de travesía y ya en el embarcadero hay un señor que te dice que un poco más adelante tienes una fábrica de vidrio para ver el proceso. Andamos un poco por el paseo que bordea la isla desde el embarcadero y, efectivamente, llegamos hasta un taller donde nos dicen que en 10 min. habrá una demostración de soplado.

Soplado del vidrioEsperamos tranquilamente y enseguida pasamos a un taller con unas pequeñas gradas desde donde vemos como es el proceso. En 5 minutos y delante de nuestras narices, hacen una vasija y un caballo de vidrio. Es increíble la pericia que demuestra el maestro vidriero, sobre todo con el caballo. A los cuatro nos gusta mucho el proceso y lo volvemos a ver en la siguiente tanda. Después vistazo a la tienda y nos vamos a recorrer un poco Murano.

Plaza perdida en MuranoComo no es muy grande te puedes permitir perderte por las callejuelas y eso hacemos, acabando en una plazuela desierta donde nos aparcamos y comemos. Mientras estamos comiendo los bocatas, empiezan a llegar palomas que se huelen el postre. Los pekes se empeñan en echarles trozos de pan pero son demasiado grandes para ellas y vemos como se pelean por quedarse con el trozo más grande que no se van a poder comer. Ande o no ande, caballo grande. Casi como los humanos, je je.

Seguimos el paseo después de la comida y nos vamos de tiendas porque los pekes quieren comprarse un recuerdo de Murano y se han traído sus carteritas con su dinero. Encontramos una tienda donde hay un montón de figuritas muy chulas entre 1 y 5 euros y después de un rato de mirar, encuentran algo que les gusta. Iker compra un cangrejo y Unai un helicóptero! Por ese precio no creo que sea cristal de Murano pero ellos lo disfrutan igual. ¡A ver cuánto les dura siendo de vidrio!

Estrella de vidrioAndamos durante un rato por la zona más comercial y la verdad es que hay verdaderas maravillas hechas en vidrio. Ya casi al final del paseo, un poco antes de salir al puerto hay una galería donde tiene expuesto en el escaparate una enorme águila de vidrio realmente preciosa. Los pekes se acercan a verlo y, a pesar de que les hemos dicho cientos de veces que no lo hagan, Iker se apoya con todas las manazas en el cristal. El señor de la tienda, que esta fuera, le llama la atención (muy amablemente, eso sí) y le dice que luego limpiarlo cuesta mucho e Iker murmura un "scusi" y se viene hacia nosotros un poco avergonzado. Seguramente es su primera palabra hablando en Italiano!!!

MuranoYa un poco cansados de callejear, buscamos el muelle de nuestro vaporetto y esperamos hasta que viene este un rato después. Los pekes y yo hacemos el viaje de vuelta en la popa pensando que puede ser bonito pero, la verdad, es que hay demasiado ruido de los motores y de vez en cuando salpica algo la estela del barco.

Lo pasamos bien de todas formas y enseguida llegamos a Venecia. Mientras los pekes se entretienen en un parque que hay frente al puente Calatrava, yo busco donde comprar un trozo de pizza porque tengo antojo. La hacen super-gorda, con mucha masa y me encanta. Otra cosa que también nos encanta a Elena y a mi es la focaccia, una especie de torta de pan, bien gorda y la hacen con diferentes sabores y coberturas... Uhhmmm, deliciosa. La vamos a echar de menos cuando salgamos de Italia.

Parque en VeneciaHoy volvemos al camping pronto, todavía con luz y hay mucha menos gente en la parada. En el autobús, el chico que está a nuestro lado nos oye hablar castellano con los pekes y se dirige a nosotros y hablamos un rato. Cuando ya nos estamos despidiendo, nos dice que es italiano y que sabe castellano porque ha pasado un par de años en España. Increíble porque hubiera podido ser, tranquilamente, del portal de al lado de casa. Hablaba perfectamente y sin ningún tipo de acento.

Esta vez vemos nuestra parada con tiempo y llegamos al camping sin sustos. Todavía nos da tiempo para hacer cosillas en la autoca y después cenar y a descansar que mañana toca viaje después de disfrutar mucho de Venecia.

posted by Julio

A la mañana amanece brumoso en Milán. Desayunamos, pagamos el parking y cogemos carretera hacia nuestro siguiente destino, Sirmione en el Lago di Garda.

No habíamos contado con el tráfico en una ciudad como Milán y salir de la ciudad nos cuesta más de media hora y el trafico después en la autopista es infernal y eso que tiene cuatro carriles.

Vista desde el area de autocasTenemos la esperanza de que según nos vayamos alejando de Milán, iremos mas tranquilos pero seguimos teniendo muchísimo tráfico, sobre todo de camiones, hasta que salimos de la autopista cerca de Sirmione. Gajes del oficio.

Por lo demás el día se va aclarando y nos ofrece nuestra primera visión de Sirmione y del Lago di Garda que no puede ser más alucinante porque el área de autocaravanas está en primera línea del lago y el entorno es impresionante. Todo un lujo para disfrutar en nuestra casita con ruedas. Somos muy afortunados.

Jugando con los cisnesDespués de nuestras rutinas habituales y mientras los pekes juegan un rato, me doy un paseo para ver un poco como llegar al pueblo, al castillo, etc. y preparar la excursión con los pekes a la tarde.  Sirmione está enclavado en una pequeña península que sale hacia el norte en el extremo sur del lago por lo que tiene amanecer por un lado y atardecer por el otro, y en ambos casos preciosos como pudimos ver.

El pueblo es muy hermoso con cierto aire medieval y también muy comercial, sobre todo sus calles principales, plagadas de heladerías, restaurantes y tiendas de recuerdos.

Vista de la darsena desde el torreonA la tarde nos ponemos en marcha y lo primero que hacemos es entrar al castillo que hace de puerta de acceso al pueblo. Tiene una parte que se puede visitar y la disfrutamos con los pekes porque esto de recorrer castillos les encanta, jugando por los pasillos y corredores. Subimos hasta la torre más alta y desde allí la vista del pueblo y de todos los alrededores en espectacular.

Desde arriba, veo que hay un camino que corre por la orilla este, junto al mar y al salir del castillo vamos por allí, recorriendo un buen trozo de costa hasta llegar a una fuente termal sulfurosa que sale al mar y crea una pequeña "bañera" de agua caliente y también maloliente.

En la fuente termalLos pekes quieren probar el agua caliente y se quitan los zapatos pero Iker no puede soportar el olor y enseguida sale. Unai lo ignora y se sienta en una roca a disfrutar del calorcito.

Seguimos todavía un poco más adelante hasta un espigón cercano pero vemos que está ya cayendo la noche y decidimos volver. El pueblo de noche es todavía más bonito con todas las calles y los restaurantes iluminados. Decidimos tomar un cappuccino antes de volver a la autoca y entramos en una cafetería de la calle principal llamada Valentino.

Castillo al anochecerPedimos nuestros cafés y los helados de los pekes con nuestro italiano básico pero la chica nos responde en castellano. Charlamos un rato y resulta que es uruguaya y ha estado en Valencia y tiene pensado ir al País Vasco de visita en sus vacaciones que empiezan enseguida. Por supuesto, le hacemos un par de recomendaciones.

Al día siguiente amanece espléndido y el espectáculo que ofrece el lago con el sol saliendo, el agua calmada, los patos y la bruma al fondo es increíble. ! Que sitio más bonito! Aunque teníamos pensado irnos hoy, decidimos por unanimidad que nos quedamos un día más. 

Amanecer frente al lagoHacemos clase y como hoy le toca a Elena, aprovecho para coger la bici e investigo como llegar hasta las Grottes di Catullo, que son las ruinas de una antigua ciudad Romana enclavada en el extremo norte de la península, frente al lago. La he visto en las fotos aéreas del pueblo pero no  sé cómo llegar.

Atravieso el pueblo muy rápido con la bici y enseguida veo una indicación que me lleva hasta la entrada del complejo que incluye un museo aparte de las ruinas. Hay unos trenecitos eléctricos que por 1€/persona te llevan hasta allí desde el pueblo pero andando se llega también enseguida.

En las Grottes di CatulloA la tarde descansamos un rato después de comer y salimos para nuestra visita vespertina. Como ya conozco el camino, vamos directos hasta las Grottes atravesando el pueblo y recorriendo después un camino bordeado de olivos que te lleva hasta la puerta del complejo.

Al igual que el castillo, son 4€/adulto y los niños no pagan.

Los pekes no esperan en la entrada y se meten directamente antes de que compremos las entradas. Una de las chicas que está en la puerta bromea con ellos amenazándoles con meterles en un sarcófago del museo. En cuanto compramos las entradas, nos lleva hasta una sala y nos enseña un enorme sarcófago tallado en roca viva. Impresionante.

Sentada al atardecerDamos una vuelta por el museo pero los pekes quieren visitar las ruinas así que salimos fuera y enseguida están en su salsa saltando de roca en roca, corriendo por las galerías y escondiéndose detrás de cada esquina. Es impresionante su capacidad para convertir cualquier cosa en un juego.

Mientras Elena y yo disfrutamos del paisaje y las vistas sobre el lago. El sol va bajando y hay un precioso atardecer desde los miradores de las ruinas. Abajo se ven unas rocas a ras de agua con formas caprichosas y gente andando por ellas. Buscamos la manera de bajar pero desde las ruinas no se puede.

Atardecer en SirmioneEn el camino de vuelta al pueblo veo un sendero que desciende a la izquierda e intuyo que por ahí se baja al camino que hicimos ayer, y que siguiendo ese camino llegaremos a las rocas y efectivamente así es y llegamos hasta ellas después de quince minutos de andar nosotros y de saltar de roca en roca los pekes. Son solo rocas y agua pero hay sitios que tienen magia y este es uno de ellos. Nos sentamos un ratito a disfrutarlo y podemos ver que es realmente bonito y nos transmite una gran paz.

Después de un día muy intenso, volvemos a nuestra casita con ruedas cansados pero felices.

Hay que descansar que mañana nos toca ruta otra vez.

 

posted by Julio

Después de un par de días de transito parando en Voghera y en Cestosa di Pavia, llegamos a las cercanías de Milán hacía el mediodía pero antes de entrar a la ciudad, paramos en el centro comercial MilanoFiori para reponer existencias. No encontramos una entrada sin barrera de altura en el propio centro comercial y optamos por aparcar en el parking del Leroy Merlin que está al lado. La verdad es que solo es cruzar una carretera.

Hacemos la compra, repostamos Gasoil aprovechando los mejores precios de la gasolinera del Hiper (el Gasoil en Italia está sobre los 1,72€/lt. si repostas en autopista y puede bajar hasta 1,59 en los centros comerciales o gasolineras fuera de las autopistas).

Parking en Milan

Con la despensa llena, ponemos rumbo al parking donde tenemos pensado pasar la noche. Se supone que es el parking de la estación de Milán (Porta Génova) y que no se puede entrar por la entrada principal por la altura pero que avisando al guarda te abre una entrada trasera. Todo esto leído en internet.  Veremos al llegar.

Cuando llegamos, paro como puedo cerca de la entrada del parking y le toca a Elena ir a buscar al encargado del Parking y explicarle que queremos entrar. Adivino la conversación desde lejos pero por los gestos, veo que no hay problema. Elena vuelve y efectivamente, nos abren la puerta trasera que está cerrada con una cadena y entramos sin problemas. Eso sí, son 25€ por 24 horas pero es la única opción que hemos encontrado para aparcar la autoca cerca del centro de Milán, poder hacer una visita y pasar la noche.

Entrada a la Piazza del DuomoDespués de comer nos ponemos en marcha y salimos a la plaza frente a la estación. Con Milán nos ha pillado el toro y no tenemos ni un plano de la ciudad así que entramos a un quiosco a preguntar cómo llegar al Duomo y el encargado nos despacha sin muchas ganas con un par de frases que entendemos a medias, imagino que harto de turistas despistados, pero cuando salimos, un chico que estaba dentro del quiosco, se nos acerca y nos dice que es argentino y que puede ayudarnos y en castellano nos explica cómo llegar. Una maravilla.

Cogemos la calle hasta la Plaza del veinticuatro de Mayo pero allí nos equivocamos de dirección y cuando vamos despistados en dirección contraria, otro señor, muy amablemente, se nos acerca y en italiano nos explica dónde coger el tranvía que nos deja ya en la Piazza del Duomo. (Por si le sirve al algún otro caravanista, hay que coger el tranvía 9 al lado de la misma estación hasta la plaza del 24 de mayo y allí, buscar la parada del tranvía 3 que ya te lleva hasta el Duomo)

Estatua de Leonardo da VinciLa red de tranvías que recorre el centro de Milán es muy curiosa y circulan la mayor parte del trayecto compartiendo calle con los coches y autobuses.

Sin más perdidas llegamos a la Piazza del Duomo, y la vista según entras a la plaza es impresionante, tanto por las dimensiones de la catedral que es enorme como por la cantidad de gente que nos encontramos un jueves de octubre por la tarde. Pensamos que como estará esto un fin de semana de agosto.

Vista del DuomoEntramos dentro y todavía impresiona más y eso que está cerrado el acceso a toda la parte central y trasera que se ve de lejos que son espectaculares. Incluso los pekes que no son demasiado impresionables por estas cosas alucinan con las dimensiones de todo, la altura de la cúpula, el pasillo central, los órganos, el altar, las vidrieras…

Pero cuando vamos a intentar sacar unas fotos, se nos acerca una amable señorita que nos invita a pasar por caja si queremos hacer fotos en el interior. Pasamos de las fotos y seguimos con nuestra visita que buscando en Internet, habrá mil fotos mejores que las que podamos hacer nosotros.

Unai un poco enfadadoDespués de descansar un rato en el Burger, seguimos con nuestro paseo y nos vamos a recorrer la galería Vittorio Emanuele, que no es otra cosa que una pasarela de tiendas y restaurantes de lujo en una calle cubierta por una cúpula de cristal espectacular. Al final de la galería está la piazza dela Scala que es donde está la fachada de la famosa Scala de Milán que a nosotros nos parece bastante fea y descuidada.

Viendo las palomas

Los pekes empiezan a estar cansados y para darles una alegría, nos vamos a un Burger King que hay en la misma plaza pero después de pedir, nos damos cuenta que los menús no tienen que ver con los que conocemos de España o Francia y que, aparte de ser más caros, también tienen menos cosas y menos cantidad. Encima el comedor está hecho una mierda, con el suelo sin limpiar y las mesas llenas de bandejas. Comemos pero la impresión que nos llevamos es muy mala para estar donde está. Todavía tenemos de vez en cuando estos impulsos de nuestra vida "anterior", pero estamos intentando rebajarlo al mínimo posible.

Paseo por MilánVuelta  a la Piazza del Duomo y hacemos un recorrido por las calles adyacentes  que son todas muy comerciales con tiendas de todas las marcas habituales en los centros de las grandes ciudades. Nos empezamos a aburrir de tanta tienda y como estamos cansados, decidimos poner rumbo a nuestra casita con ruedas a donde llegamos después de repetir la maniobra de los tranvías pero en sentido inverso.

Figuras con ZanahoriasEn el pequeño trayecto entre un tranvía y otro, nos encontramos a un señor sentado en el suelo haciendo figuras con zanahorias y con remolachas que nos deja alucinados. Le vemos trabajar un rato y cuesta creer el dominio que tiene y lo que consigue sacar de una simple zanahoria. Increíble.

Llegamos a la autoca muy cansados. Elena no ha tenido esta tarde su dosis de cappuccino y está que se cae. Le traigo uno de un bar cercano a la estación y vuelve a ser ella.

Mañana hacia Sirmione.

posted by Julio

Salimos temprano de Antibes y como es domingo, hay poco tráfico y enseguida cogemos la Autopista.

Todo va bien hasta que en un peaje francés, dos policías nos hacen señas de que paremos. Como sabemos que los pekes están arriba durmiendo, pensamos que ya la hemos cagado, pero de perdidos al rio y le echamos un poco de morro a ver qué pasa. Después del "Bonjour"• de rigor nos preguntan si hablamos francés y les digo que "un petit peu" y seguimos hablando a lo indio.

Area en Celle Ligure

Nos preguntan que de dónde venimos, a donde vamos, cuantos días,  y al final nos preguntan qué cuantos somos y les digo que somos nosotros dos solos a ver si cuela. Nos piden correr la cortina de la cabina para ver en la parte de atrás y después de mirar un poco por encima nos piden  que abramos la puerta lateral para echar un vistazo dentro y ahí ya me acojono de verdad, pero se asoma con la linterna, echa un vistazo rápido y nos dice que sigamos.

¡Menuda librada! En ese momento, no salimos corriendo para que no se nos note pero el susto no nos lo quita nadie. Damos gracias y nos juramos que nunca más vamos a hacer la ruta con los pekes durmiendo porque la broma ha podido ser de aúpa.

Descarga de aguas en la autopistaSalimos de allí pitando con el susto todavía en el cuerpo y tardamos un rato en volver a recuperar la calma hasta que después de unos cuantos kilómetros ya respiramos y paramos a echar gasoil y a despertar a los pekes para desayunar y continuar con ellos ya abajo porque no queremos más sustos de estos.

Terminamos el desayuno entre camiones aparcados y en cuanto terminamos, seguimos adelante  y ya pasamos a Italia.

Recordaba la carretera de cuando estuvimos en la Toscana y es un infierno de autopista, con una sucesión interminable de viaductos y túneles, casi sin arcenes, con mogollón de curvas y con viento racheado lateral. Es un trayecto precioso para el que va de copiloto porque discurre por la parte alta de la costa y las vistas son espectaculares pero un coñazo para el que conduce porque no puede quitar la vista de la carretera ni un segundo y es una conducción bastante cansada.

Jugando en el parque

Aprovechamos que vemos que hay un área en la autopista en la que se pueden vaciar las aguas y decidimos parar para dejar el vaciado hecho y de paso me tomo un cafecito y descanso un poco.

Después de comer y fregar hacemos un poco de descanso mientras los pekes ven sus dibujos en euskera y después nos preparamos para bajar paseando hasta el pueblo. Le he preguntado antes a un vecino hablando en francés-italiano-inglés y me ha comentado que se baja muy fácil.Hacemos el resto del trayecto de tirón y llegamos al área sin más contratiempos. Celle Ligure es un pequeño pueblo costero a unos 30 Kms. al oeste de Génova. El área es sencilla pero está bien y hay otras 4 o 5 autocas más. Nos aparcamos y comemos. Hoy me quiero echar siesta porque estoy machado.

Vista del paseoNos pertrechamos para lluvia por si acaso porque la cosa pinta gris y menos mal porque después de un rato de estar abajo en el pueblo, empieza a caer de lo lindo y nos metemos en una heladería a tomar algo y esperar a que escampe.

Pedimos 2 capuchinos y 2 helados para los peques y esperamos la torta cuando vamos a pagar pero nos sorprendemos con una cuenta de 4,40€ (cafés a 1.20 y helados a 1.00). Así si que se puede salir a tomar algo. Pasamos allí un  rato muy agradable, los pekes inventándose juegos con los Gogos(unos muñequitos que tienen)  y nosotros descansando y hablando. Al ver tanto gogo en la mesa, se nos acerca un niño de 5 o 6 años pero al oírnos hablar en español no se atreve a entrarnos y se va con sus padres.

Calle del puebloAl cabo de un rato para de llover y aprovechamos para subir hasta la autoca. Pero es una pequeña tregua porque a los pocos minutos de estar en la autoca empieza un tormentón de aupa con unos rayos y unos truenos de los que impresionan. Hay que jetar para que los pekes no se asusten pero la verdad es que estas tormentas en una autocaravana, acojonan al más pintado. Como los pekes nos ven tranquilos y que seguimos con nuestras cosas normalmente, siguen con sus juegos y no se preocupan del tema.

Al final, parece que amaina un poco aunque durante toda la noche sigue lloviendo con menos intensidad.

Vista del ParqueAmanece y el cielo sigue plomizo. Hoy me toca a mi clase de mates con los pekes. Elena aprovecha para bajar al pueblo y dar un paseo tranquila. Llega hasta el final del paseo marítimo y se sorprende muy gratamente con las callejuelas y el ambiente del pueblo. Es un sitio realmente bonito y con buen tiempo tiene que ser estupendo pasear por él pero no nos vamos a quedar más tiempo porque queremos salir para ir acercándonos a Milán.

Comemos, recogemos y salimos para ir haciendo kilómetros. Nuestro próximo destino Voghera.

posted by Julio

Salimos de Balaruc y después de un buen rato de autopista con mucho tráfico, llegamos al área que esta junto a una pequeña tienda de venta directa de una cooperativa del pueblo. Hay varias autocas, algunas de ellas parece que están instaladas perpetuas pero se ve que no es un sitio turístico. Incluso hay un autobús vivienda enorme que parece aparcado en hibernación.

Area de Les Arcs

Nos instalamos y como es costumbre salimos a dar una vuelta por los alrededores y andamos hacia el centro del pueblo que tiene una estación de tren que parece importante a juzgar por la cantidad de gente que hay en los alrededores. Seguimos y un poco más allá y descubrimos un campo de futbol/baloncesto que esta genial porque esta todo cerrado con vallas y redes incluso en el techo y el balón no se escapa, pero ahora está ocupado. Al lado hay una explanada de tierra y nos vamos a jugar allí.

Playa de piedras en AntibesAl rato se queda libre el campo y entramos los cuatro a jugar un partidito de futbol y nos lo pasamos genial. Mientras estamos jugando, se acerca una niña de la edad de los pekes o un poco más pequeña y viene y sin más, me da un beso super-tierno y me dice en francés que quiere jugar con nosotros.  Yo creo que estábamos armando tanta bulla que la cosa parecía divertida y ella estaba toda aburrida con su madre en unos columpios cercanos. Se llama Noemí y se apunta a nuestro partido con su madre mirando desde la entrada del campo.

Disfrutamos mucho de nuestro partido hasta que vienen unos chicos a entrenar y les dejamos el campo libre, nos despedimos de Noemí y de su madre y nos vamos para la autoca a cenar y a dormir que hoy ha sido un día duro.

Pekes en la playa de AntibesAl día siguiente aprovechamos para vaciar las aguas grises y llenamos los depósitos de agua y salimos nada más desayunar porque queremos llegar pronto a Antibes a donde llegamos al mediodía. El área a donde llegamos resulta que es el parking del Maryneland de Antibes. Tienen un espacio reservado para las Autocas y te cobran 1€/h. con un mínimo de 10€.

Nos equivocamos al entrar y entramos por la entrada del parking de los coches y me cabreo un poco pensando que nos van a clavar 7€ que es el precio que pone y que luego encima tendremos que pagar los 10€ del parking de autocas, pero intento salir sin pagar porque no ha pasado ni un minuto a ver si cuela y efectivamente cuela y salimos sin pagar y aparcamos en el parking de las autocas donde solo hay ocupada otra plaza.

Pekes jugando con las piedrasNos vamos a dar un paseíto antes de comer a ver si encontramos algún sitio para comprar el pan pero cruzamos a la Route du Bord du Mer y la verdad es que ese paseo es muy chulo porque va al lado del mar pero no tiene ninguna tienda, solo están las playas y el casino "La siesta". Nos damos cuenta y nos damos la vuelta para volver a la autoca pero en el camino de vuelta vemos que un poco más adelante en el paseo hay bastantes autocas aparcadas y nos acercamos porque el sitio parece genial. Llegamos hasta allí y pregunto a uno de los campistas y me dice que en estas fechas no hay problema en pasar la noche allí.

Decidimos que vamos a traer la autoca aquí pero que voy yo solo porque tardo menos que si vamos hasta allí con los pekes, así que ellos se quedan con Elena jugando en la playa y yo me voy para el parking de Maryneland a por la autoca.

Fuerte en AntibesLlego enseguida pero cuando voy al cajero del parking, veo que el aparato para pagar con la tarjeta no funciona. Después de probar un par de veces y de jurar en hebreo, se me acerca un chico que luego veo que es el otro campista que está en el área de autocas. Le explico en francés lo que pasa y me dice que llamemos por un telefonillo que hay en la barrera. Habla él con la chica y nos dice que hay que ir a pagar a la ventanilla de Maryneland. Me cabreo porque está en el culo del mundo al otro lado del parking y sé que Elena y los pekes me están esperando, pero como no queda más remedio, voy para allá y le explico en francés lo que me pasa. Me dice que solo llevo 50 minutos y que el mínimo son 10 Euros que equivaldrían a 10 horas. Le digo que ya lo sé pero que tenemos una emergencia y tenemos que salir. Se apiada de mí y me sella el ticket sin pagar.  Después de las carreritas, por lo menos no nos ha costado nada.

Pekes saltando rocasAhora salgo ya sin problemas, pero nuestro amigo el GPS se empeña en que para pasar a la Route du Bord du Mar tengo que pasar por un paso subterráneo de 2,5 mts. con nuestra Laika de 3,20 y yo no estoy por la labor y sigo por la ruta paralela hasta que me diga otra ruta posible y al final, el tema es que no hay más pasos hasta llegar a Antibes y allí cojo una rotonda y ya enfilo la ruta buena y consigo llegar hasta la playa donde están Elena y los pekes y aparcamos la Autoca frente a la playa, junto a otras 6 ó 7, en un sitio genial y gratis.

Comemos y echamos un minisiesta (nosotros, porque los pekes prefieren ver sus dibujos en euskera) y a media tarde salimos para Antibes que está a unos 2 Kms. Andando por el paseo.

Llegamos en un rato (con los pekes haciendo casi todo el paseo por las rocas, son unas máquinas!!!) a un fuerte enorme que hay a la entrada de Antibes por el norte y que visto desde fuera me recuerda al fuerte que hay en las afueras de Jaca.

Super-yates en Antibes

Llegamos hacia las 5 y resulta que es la hora a la que se supone que cierran las puertas del fuerte y hay carteles que te avisan que tengas cuidado con las horas de cierre, imaginamos que es para que no te quedes dentro. Todavía no estamos hechos a estos horarios europeos de cerrar a las 5 y no nos arriesgamos  a entrar y quedarnos dentro así que decidimos hacer un paseo rodeando el fuerte por el exterior y resulta muy entretenido porque vemos todas las dársenas donde están atracados un montón de Super-yates de los super-millonarios. Algunos parecen casi mini-trasatlanticos. Una pasada de barcos.

Haciendo la vuelta completa vemos los barcos de todos los tamaños hasta los más sencillitos. Estamos machacados porque el paseo ha sido largo y buscamos un bar para sentarnos a tomar algo. Encontramos uno cerca de la estación con una pinta fantástica y entramos pero cuanto pedimos nuestros cafecitos nos dicen que ni cafecitos, ni chocolates ni nada caliente. Que ahora solo cosas frías. Será costumbre francesa hacer esto a partir de una hora, digo yo.

Por las calles de Antibes

Así que, sin ganas de dar más vueltas, entramos en la estación de Antibes y sacamos unos chocolates para los pekes en una máquina de vending y nosotros a mirar al techo porque encima me he dejado la cartera en la autoca y Elena no tiene más suelto. Por lo menos hemos traído un paquetito de bizcochos de los que les gustan a los pekes y nos sentamos en los bancos de la estación a disfrutar de los bizcochos y el chocolate. Placeres sencillos.

Después toca ponerse en marcha para volver y vamos andando mientras miramos a ver si vemos una parada de autobús. Vemos una pero solo nos acerca hasta menos de la mitad del recorrido y pasamos de esperarlo. Al final poco a poco nos hacemos todo el paseo de vuelta. Nosotros machacados y los pekes sin quejarse ni media, saltando por las rocas y cantando toda la última mitad del recorrido. Me parece que los que vamos a quejarnos al final vamos a ser nosotros. Nos han dado una buena lección.

Con la soba que llevamos, cenamos y a la cama que mañana encima nos toca madrugar porque queremos salir con los pekes dormidos para avanzar y pasar ya a Italia

posted by Julio

Salimos de St. Pere temprano después de desayunar porque quiero ir a Figueras a comprar una tarjeta de Telefonía para Elena y portar su contrato actual porque estando nueve meses fuera, no tiene sentido pagar una tarifa plana de datos.

Cuando llego al sitio que me indica la Web, es una tienda de productos Rumanos. Tengo que ir al cajero porque no se puede pagar con tarjeta y así aprovecho para probar la tarjeta de EVO para sacar dinero en cualquier cajero sin comisiones. Funciona bien.

Vista del paseo maritimo

El chico de la tienda me gestiona la portabilidad bastante rápido y vuelvo a la autoca. Acabamos la clase con los pekes y hacemos la compra. En una horita hemos terminado y nos ponemos en carretera rumbo a Francia.

Por el camino encontramos varias gasolineras que tienen GPL así que aprovechamos para parar en una de ellas y hacer un repostaje porque la bombona ya tiene algo menos de la mitad y así la llevamos llena. (Para los que no estén en el mundillo caravanero, el GPL es el gas que usan los coches que funcionan a Gas y nosotros lo usamos en la autoca para el frigo, la calefacción y el calentador porque por toda Europa es bastante sencillo de conseguir en las gasolineras y no hay que andar cambiando bombonas.)Después de un rato de vueltas por Figueras made in GPS, conseguimos coger la autopista. En la salida de la parte Francesa nos meten una galleta de 29,00 € por el peaje. Es que con la altura que tenemos, pagamos como un camión!!!

Julio en el paseoComo es la primera vez que repostamos en Francia, nos liamos un poco. Localizo el adaptador Francés para el GPL y emboco bien la manguera pero no vemos cómo hacer para que empiece a servir. Al final, después de un rato de vueltas por el surtidor, localizamos un botoncito que es el que hay que apretar para que vaya sirviendo y ya va todo rodado.

Llegamos a Balaruc le Bains hacia las 15:00 y vamos al primer área y están las 6 plazas ocupadas. Damos un par de vueltas y al final encontramos el otro área que tiene plazas libres y está bien situada.

Aparcamos allí y me voy a dar una vuelta por los alrededores. Parece un pueblo muy tranquilo, por lo menos en esta época, con muchas residencias de la tercera edad y varios complejos termales. También tienen un montón de criaderos de ostras en la bahía.Saltando por las rocas

Comemos y cogemos los trastos de la merienda y nos vamos a dar un paseíto por el pueblo que no es muy grande. Llegamos hasta la zona céntrica y hay mucha animación en un parque por el que pasamos. La gente está jugando a la petanca en varios campos distintos. Parece que por aquí hay una gran afición.

El parque es precioso, lo atravesamos y vemos una oficina de turismo y entramos. Cogemos algunos folletos y le pido un plano a la encargada que nos informa de las posibilidades del pueblo. Le pregunto por parques para niños y me señala un par de ellos sobre el plano. Fantástico. Y todo en francés, voila!

Seguimos camino de la playa y llegamos al pequeño paseo marítimo que es chulísimo con pequeños malecones cada 100 mts. Y poca gente y casi todos personas mayores.

Los pekes en el embarcaderoLa vista de la bahía es espectacular y el día que hace ayuda mucho. Hace un calor de narices. En el agua hay pececillos de esos que te vienen a morder los pies cuando te metes y en el agua hay gente buscando algo, no sabemos qué. Imaginamos que será algún molusco o algo así.

Merendamos y los pekes nos hacen prometer que mañana se podrán bañar. Hoy no les dejamos porque no hemos traído bañador ni toalla. Claudicamos claro, con el calor que hace a ver quién les dice que no. A ver qué tal hace mañana.

Vuelta para nuestra casita con ruedas, repaso de mates, cena y a dormir.

Paseando por el pueblo

Hoy los pekes se levantan hacia las 8:30 y desayunamos sin prisa pero sin pausa y para las 9:30 estamos haciendo inglés. Primer día de clase y empiezan un poco peleones pero como son canciones y juegos casi todo, se enganchan y les acaba gustando. Usamos el método del CIDEAD y con el CD y los diálogos grabados  van haciendo oído.

Después paseíto hasta en centro del pueblo a comprar el pan y darse el baño prometido que tendrá que ser solo de pies porque el día está fresquito. Pasamos por una papelería y vemos que tiene postales en el exterior y compramos un par de ellas para enviar. Pregunto por sellos pero solo tiene para Francia aunque nos dice que podemos ir a la Poste a comprar sellos para España. Vamos para allá y compramos los sellos sin problemas.

Area de Autocas en Balaruc

Despues nos sentamos a tomar algo y nos meten la primera leche del viaje. 2,80€ por un café con leche. Eso sí, el sitio era chachi aunque estamos poco tiempo porque el cielo amenaza lluvia y nos vamos para la autoca a comer que queremos salir pronto para llegar al área de les Arcs antes de que anochezca y entre pitos y flautas van a ser 4 horas.

Mientras comemos se va una de las autocas que tenemos al lado y veo que tiene abierto el cofre de atrás pero no me da tiempo a salir y avisarle antes de que se vaya. Espero que no tenga ningún problema pero es el cofre exterior y yo creo que en la primera rotonda se le va a caer todo. Una gran faena.

posted by Julio

Llegamos temprano a Platja d’Aro y vemos que el área de ACs está cerrada pero también vemos que hay muchas autocas aparcadas en los alrededores así que buscamos un sitio y aparcamos.

Hay un montón, muchas más de las que nos parecía en un principio porque en la calle que continúa perpendicular hay otro mogollón. No hemos visto tantas juntas en ningún otro sitio de los que hemos visitado hasta el momento.

Iker encima de la hormiga

Al lado del área hay un Skatepark y muy cerca hay un Carrefour, la estación de autobuses y la zona comercial.

El tiempo sigue siendo fantástico y antes de comer vamos a dar un paseo y buscar un sitio para comprar pan. Durante el paseo vemos un par de mini parques de atracciones y centros de juegos con maquinitas, autos de choque y cosas así y entramos un rato en uno de ellos para que los pekes jueguen un rato. Al final un par de vueltas en los autos de choque, curiosear por las maquinitas de videojuegos y vuelta para la autoca a comer.

Volviendo de la arena

A la tarde vamos a pasear por la playa y aunque se ha levantado un poco de viento, el dia sigue muy bueno y disfrutamos mucho del paseo y los pekes van aprovechando todos los parques que encontramos en el camino. Después vuelta por la zona comercial y como es domingo, hay muchísima gente y se ve todo muy animado.

Se nota que es una zona muy vip porque hay un montón de tiendas de marca en toda esta parte del pueblo.

También se repite lo que hemos visto en otras zonas de la costa mediterránea. Hay un montón de carteles en ruso, sobre todo de promociones inmobiliarias. Está claro que lo rusos están comprando propiedades por aquí o por lo menos se las están intentando vender.

Elena por la arena

A la tarde después de desperezarnos un poco, damos un paseo para conocer la parte de Platja d’Aro que está al otro lado de la ría que es donde está en puerto deportivo y de camino, aprovechamos para comprar algunas cosas que necesitamos en un chino enorme que encontramos.A la mañana siguiente la clase que va muy bien y como acabamos pronto, nos da tiempo de acabar de montar la nave de LEGO StarWars. Aprovechamos también para hacer unas compras en el Carrefour. Esta tarde, después de comer incorporamos una nueva rutina para los pekes que es escuchar todos los días una horita de dibujos animados en Euskera para que no pierdan el oído durante el periodo de viaje. Lo cogen con mucho gusto y lo disfrutan.

Unai mirando al mar

Al final del paseo, encontramos un espacio frente a la playa que está al lado del puerto deportivo, donde 5 ó 6 autocas han encontrado un sitio fantástico. Imagino que en verano no se podrá estacionar allí pero ahora parece que no hay problema.

Vamos con los pekes hasta el puerto deportivo y después de un rato de desfogarse haciendo el cabra por las rocas del espigón, volvemos a la zona comercial y nos vamos a cenar a un Burger-King. A Unai se le ocurrió la idea y aprovechamos para explicarles los que costaba ir a cenar fuera y que en este viaje no podemos permitirnos hacerlo mucho y ellos decidieron que a pesar de todo querían ir y que ellos se pagaban su cena con los ahorrillos que tienen de lo que les han dado los abuelos. Está bien que conozcan el valor de las cosas.Autocas en la playa

Pasamos otra noche tranquila en Plata d’Aro y salimos temprano camino del Camping de St. Pere Pescador. Es un camping asociado a la tarjeta ACSI que hemos adquirido antes de salir y la noche nos cuesta 16€ (+ la tasa turística de la Generalitat que creo que es 0,99)

El trayecto es un poco movido porque tenemos que ir por carretera nacional y hay bastantes rotondas y curvas pero llegamos para después de una horita sin problemas. Los pekes han ido durmiendo o por lo menos sin levantarse de la cama.

UnaiAl llegar a St. Pere Pescador nos llama mucho la atención que hay un montón de personas negras que están cerca de la carretera a la entrada del pueblo. Pensamos que serán trabajadores del campo porque aquí hay mucha agricultura.

En el camping, nos dejan entrar desde primera hora y elegir parcela. Hay bastantes libres pero para ser octubre está muy lleno. Nos comentan que la mayoría de los clientes son alemanes y ahora tienen las vacaciones de otoño. (El October Fest debe ser)Haciendo el pino

Antes de instalarnos, vaciamos los depósitos de agua que traíamos llenos y nos instalamos tranquilamente en una parcela cerca de los servicios. Doy clase a los pekes porque nos toca mates. Todo va bien y acabamos pronto.

Después aprovecho para hacer un par de bricos en la AC y después comemos. Los pekes ven su rato de dibujos en Euskera mientras yo hago de lavavajillas y Elena aprovecha para tomar un cafecito tranquila en la terraza del camping.

JugandoA la tarde cogemos la merienda y nos vamos a conocer la playa con el balón. No hay mucha gente porque no hace sol pero la temperatura es buena y se está a gusto para juguetear un rato. Hacemos un rato de futbol, otro rato de peleas, vóley, carreras… Vamos que lo pasamos bomba y para las seis y algo nos volvemos y, como nos queda de paso, paramos en la terraza del bar para tomar algo. El último rato se quedan con Elena y yo aprovecho para darme una duchita de esas largas y afeitarme cómodamente. 

Achuche playeroAl día siguiente amanecemos con un día espectacular y enseguida empieza a calentar. Hoy le toca clase a Elena y yo aprovecho para un par de cosillas que tengo que hacer en la autoca (siempre hay algo que hacer, es como una casa o peor…), tengo que gestionar la liberación de uno de los móviles que vamos a usar como teléfono para los números UK y tengo que mirar cómo hacer para que la radio se pueda encender sin tener que poner el contacto. También aprovecho para ir a pagar al camping y las chicas de la recepción me comentan que han estado viendo la página y que le ha parecido muy chula. Me alegro mucho y comento un ratillo con ellas los  pormenores de la aventura y entre pitos y flautas nos da la hora de comer.

JugandoComo el día esta tan bueno, ponemos el toldo y comemos fuera como si fuera veranito. ¡Que lujazo, la verdad! Y a la tarde, playa de verdad, con toallas, crema de sol y toda la parafernalia.

A la vuelta de la playa mientras Elena arrea con los pekes, yo voy desmontando todo el campamento que montamos en el Camping para poder salir temprano a la mañana siguiente rumbo a Francia. Cuando volvamos a encontrarnos, será ya en tierras francesas.

posted by Julio

Con un fantástico día de playa en el cuerpo, salimos de Peñiscola a media tarde en dirección a Salou. Queríamos hacer unas compras y recordábamos de hace años que al lado de Port-Aventura había un centro comercial con un Mercadona y un Decatlhon que es exactamente lo que necesitábamos. Lo encontramos fácil y hacemos las compras para aprovisionarnos para los próximos días. No nos podemos quedar a pasar la noche en Salou porque está prohibido pernoctar fuera de los campings en todo el término municipal y nos dirigimos a Cambrils para pasar la noche sin problemas en una de las calles que bajan hacia la playa junto a otra autocaravana que ya está aparcada cuando nosotros llegamos.

Area de port aventura

A la mañana siguiente madrugo un poco (Ahora madrugar es cualquier hora antes de las 8:30, je, je) y voy a buscar una panadería. Me cuesta un rato y eso que pregunto a unos cuantos locales pero al final vuelvo a la autoca con el pan calentito para preparar los bocatas para el día en Port-Aventura.

Unos primos nos habían regalado cuatro entradas y nosotros compramos otras cuatro para poder disfrutarlo tranquilamente en dos días. Hace poco que Port-Aventura ha abierto una zona especial para las autocaravanas y se puede hacer una reserva que incluya entradas + pernocta que resulta muy cómoda para los que viajamos así. La reserva la gestione por teléfono desde Peñiscola y ahora simplemente se trataba de aparcar la autoca en el Área y coger las entradas así que llegamos sin prisa y resulta que estábamos casi solos. Otra caravana y nosotros. El área tiene muy buena pinta. Tiene electricidad y unos baños y duchas muy cuidados aunque no tiene WIFI y lo echamos de menos para un área de este nivel aunque nosotros tenemos Internet gracias a la solucion GOODSPEED que, por cierto, nos está funcionando de maravilla.

La chica que cuida el área nos indica donde coger el autobús que llega enseguida y en cinco minutos nos deja en la puerta de Port-Aventura. Con los tickets en la mano, nos dirigimos a la entrada un poco apurados porque llevamos los bocatas de todo el día en las mochilas y nos habían comentado que son muy chinches con el tema de no meter comida. Cuando llegamos a los tornos, nos piden que les enseñemos las mochilas pero hacen como un amago de mirar y enseguida nos dicen que ya está y que pasemos. La verdad es que no se les veía muchas ganas de encontrar nada. Tenemos que ahorrar en todo lo posible y los precios de comer en Port-Aventura son de escándalo para nuestra economía. ¡Es más caro que Eurodisney!

Esqueleto en el lago

Port-Aventura no tiene ningún misterio y nosotros ya habíamos estado un par de veces pero para los pekes es nuevo y miran todo flipando bastante. Está todo decorado para Hallowen y hay arañas, calabazas y esqueletos por todas partes. Vamos directos a la zona de Sésamo Aventura donde nos montamos en cositas suavecitas para ir calentando. 

Esperando el espectaculo de pajarosHoy jueves hay muy poca gente y se puede montar en cualquier cosa sin hacer nada de cola aunque la verdad es que los pekes no son muy de montar en atracciones y nosotros tampoco somos súper-forofos así que probamos algunas pero ellos disfrutan sobre todo de los parkes infantiles que hay en Sésamo Aventura, China y el Far-West y nosotros podemos descansar mientras y tomar un cafecito.

A los cuatro nos encanta el espectáculo de Rock Symphony Mystery, un popurrí bien hilvanado de canciones y números de acrobacia y baile. Muy entretenido. Hay otros espectáculos pero como no es fin de semana, algunos no están activos y no los podemos ver.

Al final del día cogemos sitio en la zona de Mediterrania para ver el desfile de Hallowen pero la verdad es que nos defrauda un poco porque es bastante simplote para nuestro gusto.Dentro de la calavera

Una cosa que nos ha llamado muchísimo la atención es la cantidad de familias rusas que se veían en el parque. De hecho yo creo que había más rusos que españoles. En uno de los espectáculos han sacado a tres niños para participar y los tres eran rusos y no creo que sea una casualidad. Curioso cuando menos.

Salimos después del desfile y el autobús nos deja en el área, felices pero machacados después del andar arriba y abajo todo el día. Aprovecho para darme una ducha en los aseos del área y dejar correr un poco el agua caliente. Son esos pequeños vicios que no nos podemos permitir en la autoca. En el área seguimos las dos autocaravanas y la noche es muy tranquila.

A la mañana tenemos que salir antes de las 10:00 del área y ya que tenemos que mover la autoca, aprovechamos para ir a por pan calentito para los bocatas de hoy.

Hoy ni siquiera nos hacen amago de mirar las mochilas y entramos directos. Se nota que es viernes y hay más gente aunque sigue siendo muy poca para los mogollones del verano.

Montados en el avionRepetimos en las atracciones que más nos gustaron y conseguimos que los pekes se monten con nosotros en el TAMI-TAMI, una pequeña montaña rusa de la zona de Sésamo Aventura y al final les encanta y hacemos un par de bajadas más, ya disfrutándolas.

Vemos un espectáculo de bailes y canciones mexicanas que nos quedó del día anterior y hoy no nos quedamos a ver el desfile porque no nos merece la pena y hacia las 17:30, cogemos carretera hacia un área de Altafulla que está a media horita y donde nos quedaremos a dormir.

El área resulta ser un área de descanso de Camioneros pero es amplia y decidimos quedarnos porque no nos apetece ponernos a buscar otro sitio. Aparte del ruido de los camiones, la noche pasa tranquila y a la mañana damos clase antes de movernos porque hay que recuperar los dos días de Port-Aventura.

Desde el área del Altafulla nos ponemos en marcha hacia Calella al mediodía y el GPS nos mete hacia el centro por unas callejuelas en las que casi tocamos los balcones con el techo de la autoca. Después del susto salimos de allí a ojo y nos dirigimos hacia las afuera buscando una zona que había visto el día anterior en el Google Maps.

La encontramos y ya no es Calella sino que pertenece a Pineda de Mar. Allí aparcamos al lado de un parque con zona de juegos, SkatePark y zona de paseo. Un sitio muy tranquilo aunque un poco lejos de la zona más comercial de Pineda de Mar.

En toda esta zona, las vías del tren discurren paralelas a la costa a pocos metros de la playa y forman una barrera que separa el paseo marítimo del interior.Paseando por Pineda de Mar

Pasamos por un paso subterráneo a la playa y damos un paseo al lado del mar. Es una zona muy bonita pero hace un viento constante un poco pesado y que nos carga la cabeza así que en cuanto podemos buscamos un paso hacia el interior y nos buscamos un sitio para sentarnos y tomar algo lejos del viento.

Volvemos pronto a la autoca y dedicamos un rato a repasar los ejercicios de los pekes que tenemos que enviar al CIDEAD. Después nos ponemos a montar una nave de LEGO que Antonio y Paula les regalaron a los pekes cuando estuvimos en Zaragoza. Disfrutan un montón con el LEGO aunque como quiero que la monten ellos, no nos da tiempo a terminarla. Mañana seguiremos.

El domingo decidimos madrugar porque queremos probar a hacer el viaje hasta Platja d'Aro temprano y estar allí para desayunar y así no tener que movernos en todo el dia.

Después de algunos problemas con el GPS, enfilamos y llegamos a Platja d'Aro hacia las 9:30 justo para desayunar y hacer nuestro rato de clase. El área de autocaravanas está cerrada hasta el 30 de octubre pero se puede aparcar justo al lado sin problemas y de hecho hay más de 20 ó 30 ACs aparcadas en los alrededores. La primera impresión que nos da Platja d'Aro es muy buena y se confirmará después pero eso ya os lo contaremos en la siguiente crónica.

posted by Julio

Desde el principio teníamos planeado un comienzo suavecito por la costa mediterránea para irnos haciendo a los ritmos de la autocaravana en un entorno conocido y con posibilidad de solucionar cualquier problema más fácilmente. El único cambio es que lo que inicialmente iban a ser tres semanitas moviéndonos tranquilos, van a ser al final unos 8 ó 9 días a toda pastilla.

Al salir de Zaragoza el domingo al mediodía pusimos rumbo a Valencia a donde llegamos después de 4 horas de viaje tranquilo. Para dormir nos decidimos por un área de AC que hay en el Saler (Marina Park), a pocos Kilómetros de Valencia. El área es de pago (11€/noche) pero está muy bien y es muy tranquila y además por un Euro tienes WIFI durante toda la estancia, independiente del número de días que estés.

Acampados en area AC en el SalerNada más llegar aprovechamos para organizar un poco la autocaravana porque todavía estaba hecha un desastre (y lo que nos queda todavía) y mientras Elena se liaba con la cena, me fui con los pekes a dar un paseo hasta la playa que está a un kilómetro por un camino precioso a través de bosque mediterráneo. A la vuelta ya se nos hizo de noche y no había nada de iluminación hasta llegar al pueblo y daba un poco de cosilla. Esa noche no nos dimos cuenta pero al día siguiente amanecimos acribillados por los mosquitos que habían aprovechado nuestro paseíto al atardecer en camiseta y pantalón corto para cenar a nuestra costa. Primera Novatada!!! A partir de ahora, al atardecer, pantalón largo y manga larga.

Al día siguiente, empezamos de nuevo las clases que se habían interrumpido por la visita a Zaragoza. Por lo menos ahora al principio, esta parte está siendo la que más nos cuesta y aunque los pekes van entrando poco a poco, todavía nos agobia un poco porque nos parece que no nos va a dar tiempo a llegar a los calendarios previstos por el CIDEAD. Veremos…

Después de comer, cogemos el autobús que nos lleva a Valencia en 15 minutos. Se coge cerca de la puerta del área y viene cada hora. Después de más de 15 rotondas a una velocidad endiablada, nos bajamos en la ciudad de las artes y las ciencias, agradeciendo haber hecho el viaje sentados. Si tenemos que ir de pie no lo contamos…

Pabellon de las artesLa ciudad de las artes es preciosa y nos sorprende incluso después de haber visto un montón de fotos. La verdad es que el conjunto es espectacular y merece la pena verlo aunque no entres en ningún pabellón. Dedicamos un rato a disfrutar de la arquitectura (lo que los pekes tardan en aburrirse) y después nos vamos para el parque Gulliver que era el objetivo importante de la tarde.

Un gran parque formado por una recreación de Gulliver de 50 ó 60 metros tumbado en el suelo y con un montón de toboganes y pasadizos para disfrutar subiendo y bajando. 

 Pasamos allí un buen rato y los pekes los pasan fenomenal.

Al final de la tarde estamos machacados de andar pero como hoy es nuestro aniversario (Elena y yo hacemos 28 años juntos) no queríamos irnos a la autoca sin más y acabamos cenando en un McDonals presionados por los pekes que aprovechan cualquier oportunidad para arrimar el ascua a su sardina. ¡Somos unos blandos! Parque Gulliver

Ha sido un día cañero para empezar y volvemos a la noche en otro autobús que hace que el del mediodía parezca un cochecito de feria. ¡Qué manera de correr! Seguramente será normal pero a nosotros nos ha dejado asustaos. El ultimo kilometro he ido de pie para fijarme en nuestra parada y avisar al conductor y me costado mantenerme derecho. Eso sí, en cuanto le he avisado, allí mismo ha pegado un frenazo y nos ha abierto la puerta. Una maquina el tio.

Al día siguiente seguimos con las clases. Creo que sobre ese tema escribiremos alguna entrada especial porque tiene tela. Terminamos y nos ponemos en marcha hacia Peñiscola pensando en comer allí cuando lleguemos.

A unos 30 Kilómetros de Peñiscola empiezo a notar que la dirección empieza a vibrar y paro en una gasolinera porque me mosquea un poco. Reviso las ruedas pero no veo nada raro y pienso que simplemente se habrán desequilibrado un poco. Seguimos suavecito hacia Peñiscola con la idea de ir a un taller después de comer pero cuando no hemos recorrido ni 10 kilómetros oímos un golpe en los bajos y el volante empieza a vibrar mucho. Nos llevamos un susto morrocotudo y paro en el arcén a ver qué ha pasado. Otra vez revisamos todas las ruedas y no vemos nada pero a doscientos metros, en medio de la autopista veo un trozo de algo y cuando me acerco veo que es un cacho de la cubierta de una de nuestras ruedas. Cuando  las vuelvo a mirar, veo que efectivamente a la rueda del conductor se le ha desprendido un cacho de la cubierta.

Rueda desprendida

No lo había visto nunca. Llamamos a la grúa que viene en seguida y un taxi nos acerca a los cuatro hasta Neumáticos Benicarlo donde nos cambian las dos cubiertas delanteras. ¡Como el dibujo estaba bien, no habíamos comprobado la fecha y resulta que tenían ya nueve años! Otra novatada!!!

Después de todo esto, llegamos a Peñiscola bastante tarde y como después de dar un par de vueltas no veo claro donde aparcar, paramos y preguntamos a los municipales para no dejarla en algún sitio que luego nos de problemas. Nos indican que excepto en un parking de tierra y en el paseo marítimo, podemos aparcar donde queramos así que buscamos un sitio tranquilito, y nos vamos a dar un pequeño paseo antes de cenar para echar un vistazo a la playa y al paseo que resulta muy bonito al atardecer, sobre todo el castillo iluminado.Vista del castillo de Peñiscola

Encontramos una chica que ha hecho el castillo de Harry Potter con arena. Nos parece una pasada y los pekes le echan un eurito en su hucha de artista.

Al día siguiente, clase por la mañana, y por primera vez, terminamos rapidito y sin cabreos así que nos vamos felices hacia el pueblo a comprar pan y viendo que se ha quedado un día espectacular, decidimos hacer unos bocatas y pasar el hueco del día en la playa como unos jubilados más. Se nota que es octubre y no hay mucha gente pero el día está de playa total. La sensación de estar tumbados en la playa un miércoles de octubre es muy especial y lo aprovechamos.

Los pekes en la orillaDespués de disfrutar de lo lindo, a media tarde levantamos el campamento playero y nos ponemos en marcha hacia Salou porque al día siguiente tenemos el primero de los dos días que vamos a pasar en Port-Aventura, pero si os parece, eso lo contamos en el siguiente post. 

 

posted by Julio

Después de casi un mes de retraso en la fecha prevista de salida por el golpe que nos dieron en la autocaravana, hemos partido por fin, empezando nuestra vuelta al mundo un viernes 4 de octubre hacia el mediodía con un cielo bastante plomizo.

Después del retraso que llevábamos, no podíamos esperar más y en cuanto hemos tenido lista la caravana hemos partido. Sabemos que no era el mejor día porque esperando al fin de semana hubiera habido bastante más gente que hubiera venido a despedirnos “como dios manda” pero hemos preferido salir ya y no retrasarlo más.

Elena en la puerta de Laika

La despedida ha sido triste como casi todas las despedidas. Incluso para irte a realizar tu sueño, separarte de tus seres queridos siempre encoge un poco el corazón y esta vez no ha sido una excepción. Menos mal que éramos pocos…

Los días previos a la partida han sido una locura total porque la caravana nos la entregaron el lunes a última hora y en tres días hemos tenido que cargar y organizar todo, preparar el armario, hacer la compra y todo eso con el agravante de que todavía quedaba rotularla (Gracias Rober) y que el jueves descubrimos que después de la instalación de un depósito de agua adicional, había algún problema con el funcionamiento del mismo y tuve que llevar la autocaravana a que la revisaran y al final se fue toda la tarde del jueves para solucionar el tema. Al final en Caravanas Tolosa se emplearon a fondo y nos dejaron el tema resuelto y me pude traer la caravana el jueves lista para partir.

La sensación de ponerse en marcha, ha sido muy especial. Un momento esperado durante más de un año. Un horizonte que siempre estaba ahí pero que parecía que no llegaba nunca. Y por fin llega. Nos subimos los cuatro en Laika (nuestra autoca) y partimos despues de alguna lagrimilla.

Puente sobre el Ebro y noria al  fondo

Al principio no hemos podido disfrutar demasiado porque los pekes (sobre todo Unai) se ha quedado bastante tocado por la despedida y ha tardado un ratito en volver a ser él, pero luego ya nos hemos relajado y hemos disfrutado a tope de la sensación. Elena y yo nos hemos mirado, hemos mirado la carretera por delante nuestro y nos hemos dicho “Tres añazos por delante para recorrer el mundo, guauuuuuu!!!”. Y se nos ha puesto una sonrisa tonta en la cara y hemos seguido cada uno con nuestros pensamientos.

Nuestra primera parada ha sido Zaragoza. Aunque estuvimos hace poco, no nos podíamos ir sin pasar a despedirnos de los grandes amigos que dejamos allí y al final hemos pasado el fin de semana.

Aunque no ha sido a propósito, hemos llegado en la víspera del comienzo de las fiestas del Pilar y la zona centro de Zaragoza estaba engalanándose para la ocasión. Hemos paseado por la ribera del rio disfrutando del ambiente y de unas vistas preciosas de la gran noria que está instalada y de la basílica del Pilar.Vista de la noria en la ribera del Ebro

Después, como ya empieza a ser costumbre, hemos buscado un parque para que los pekes puedan jugar un rato mientras nosotros nos tomábamos tranquilamente un café que empezaba ya a refrescar.

En el tranvia camino del centro.

El sábado hemos cogido el tranvía y nos hemos bajado al centro a ver el ambientillo y dar otro paseo y por la tarde hemos dedicado un rato a pasear por el recinto ferial y que los pekes disfruten un rato de las atracciones.

Toño y Pablo habían tenido sendos partidos de futbol y estaban machacados así que se han quedado en casa a descansar.

El resto del tiempo simplemente nos hemos dedicado a disfrutar de la mutua compañía que nos hace tan felices.Iker disfrutando a tope

Al final, otro fin de semana fantástico y hacia el mediodía del domingo, partimos rumbo a Valencia con la despensa más llena que cuando salimos el viernes. Después del curro que se ha pegado Paula en la cocina, tenemos comida para los próximos dos o tres días sin problemas.

Ahora sí, la aventura ha comenzado de verdad.

¿Nos acompañas?