posted by Julio

Es domingo por la mañana. Nos levantamos temprano y hacemos la última consulta de la meteo para los siguientes tres días sabiendo que en Montenegro y Albania no vamos a disponer de Internet y tampoco vamos a tener mucho tiempo para andar buscando WIFIs.

Montenegro - Vista desde la carretera de la costaLa meteo nos confirma lo que ya vimos ayer y seguimos con el plan previsto. Un desayuno y fregoteo rapidito, recogida de cables y nos ponemos en marcha.

Aunque el GPS y el Google Maps nos mandan por la ruta del interior, hablando ayer con los chicos del concesionario de Volkswagen, me recomendaron ir por la costa, porque, según ellos, es mejor carretera y además no es tan alta. La ruta del interior sube hasta los 900 mts. y no me hace ninguna ilusión subir tan alto en estas fechas y la verdad es que prefiero fiarme de la gente de la zona así que tranquilitos y por la costa.

Montenegro - Paseo meritimo al lado de la carretera

Salimos desde Kupari y tengo marcada en el GPS una gasolinera que nos pilla de paso para llenar Gasoil y GPL antes de pasar a Montenegro pero cuanto llegamos está cerrada. ¡No habíamos pensado que era domingo y algunas gasolineras no trabajan! Tenemos de sobra para hacer 200 Kms. pero prefería empezar el viaje con los depósitos llenos. Sobre todo me preocupaba el GPL porque no sé si en Montengro y Albania podremos llenarlos.

Llegamos a la frontera y mientras esperamos a que termine sus gestiones el coche que nos precede, se nos acerca uno de los guardias sonriente y nos saluda con un perfecto, "Hola, buenos días".

Nos quedamos un poco alucinados y le respondemos encantados e iniciamos una conversación en perfecto castellano donde nos pregunta por nuestro viaje y nos cuenta que es alemán y que conoce España y las típicas cosas que se dicen en estos casos. 

La autoca montada en el Ferry Kamenari-Lepetane

El coche de delante ha terminado y nos toca ya a nosotros. Nos piden la documentación y cuando le doy los cuatro DNIs me mira como preguntando donde están los otros dos que no se ven. Su compañero (el que hablaba español) le indica que están dentro de la autoca y suben a echar un vistazo. Los pekes les saludan mientras ven su película y sin más contratiempos estamos en Montenegro. 

Mis dudas con el tema del gas se despejan enseguida porque a los poco Kilómetros de pasar la frontera Croata con Montenergro encontramos una gasolinera que tiene  GPL y más barato que en Croacia. Llenamos todo y ya me voy más tranquilo.

Los pekes jugando en el Ferry

La singladura por Montenegro incluye un pequeño trayecto en Ferry entre los pueblos de Kamenari y Lepetane que te ahorra una vuelta de 30 Kms. rodeando toda la bahía. En otra ocasión seguramente preferiríamos hacer la vuelta pero ahora queremos ir lo más rápido posible. Todo el trayecto costero tanto antes, como después del ferry nos parece precioso y al estar en muchas ocasiones, a una altura considerable, nos ofrece imágenes increíbles del Adriático que yo no puedo disfrutar demasiado.

Montañas nevadas cerca de VirpazarEl trozo que más me preocupaba para hoy, es la subida desde el nivel del mar hasta 600 mts. que tenemos que hacer desde Petrovac pero aunque el cielo esta nublado, no amenaza lluvia y la temperatura tampoco es como para nevar.

Pasar al otro lado del puerto es como entrar en otro mundo y llegar a Virpazar nos deja alucinados, completamente rodeados de unas montañas oscuras y majestuosas con sus cimas nevadas y de las que no sabemos nada, reflejándose sobre las aguas verdes del lago Skadar. Increíble. Después de ver todo esto, lo que si sabemos ahora es que Montenegro se quedará como una de nuestras asignaturas pendientes.

Hasta el momento la carretera ha sido bastante aceptable pero en cuanto abandonamos la carretera principal para evitar entrar en Podgorica, nos toca hacer casi 15 Kms. por lo que sería aquí una comarcal en bastante mal estado.

Sin más historia llegamos a Tizu, un pueblo a unos 20 Kms. de Podgorica donde aparcamos al lado de una iglesia con el permiso de una de las monjitas que nos encontramos por allí.

Mezquita en Tizu

Tizu no tiene mucho que ver pero como hemos llegado con algo de tiempo, salimos a conocerlo. El pueblo son tres calles así que en que en 15 minutos está todo visto y aparte de ver nuestra primera mezquita del viaje no hay mucho más. Buscamos una cafetería para sentarnos a tomar algo y encontramos una en la calle principal, cerca de la iglesia.

Nos atiende una señora muy simpática que habla inglés y nos cuenta que se llama Helen, es Serbia, de Belgrado y trabaja aquí desde hace unos años. El bar resulta que además tiene WIFI así que aprovechamos para ver el correo, consultar la meteo y whatsappear un poco.

Montenegro - Camino de la frontera con Albania

En Montenegro está permitido fumar en los bares y al principio no nos damos cuenta pero al cabo de un rato Elena empieza a notar el ambiente cargado y en media hora nuestra ropa huele a tabaco que apesta. Es curioso lo rápido que nos olvidamos de las cosas, cuando hace pocos años en España estábamos igual. Apuramos el capuccino y a la autoca que ya hace frio y mañana se prevén bastantes horas de viaje.

Al día siguiente despertamos temprano. Como estamos en un pueblo con mezquita y con iglesia, a las seis te despiertan los altavoces de la mezquita con los cantos de llamada a la oración de la mañana y cuando te has conseguido quedar dormido de nuevo, te despiertan las campanas de la iglesia que no van a ser menos. En fin, que me levanto y me voy a por pan y aprovecho los precios montenegrinos para comprar también unos croissants de chocolate enormes por 0,5€. Desayunamos fuerte y nos ponemos en marcha después de poner una peli para tener a los pekes entretenidos.

Estramos en AlbaniaAl poco rato estamos ya en la frontera albanesa. El policía que está en la garita está hablando por el móvil, y después de registrar los DNIs y la documentación del Vehículo, nos  despacha con un gesto sin hacernos mucho caso. Por lo que nos habían contado, pensábamos que íbamos a tener que pagar algo pero realmente ahora parece que no es así.

Después de todo lo que hemos leído sobre las carreteras de Albania, vamos un poco tensos pero la verdad es que este primer tramo de carretera, parece que la estamos estrenando. Asfalto perfecto y recién pintado con un buen arcén y un buen trazado. Eso sí, lo de carros, ovejas y demás fauna por la carretera, también es verdad. 

Sin ser tan buena durante todo el trayecto pero manteniendo unos mínimos llegamos a Durres incluso con un buen trozo de doble carril.

Albania - Carro por la carreteraEl principal problema por el que hay que estar atento, es que por todo el recorrido, vemos continuamente furgonetas que hacen de taxis colectivos y paran en cualquier momento y lugar y te puedes encontrar una, parada tranquilamente en la carretera por la que vas circulando a 80.

Otro tema que nos hemos encontrado en todo el recorrido es la falta de mantenimiento de las juntas de dilatación de los puentes y viaductos. Igual suena un poco a cachondeo pero es que es inexistente y después de los años que llevarán sin arreglarse ya no son juntas sino que son auténticas zanjas en las que te puedes dejar las ruedas y la suspensión. No es ninguna exageración y losFier - Cables electricos tendidos por la ciudad camioneros que se lo saben frenan hasta pasar a menos de 10 por hora en muchos casos. En concreto en un viaducto que pasamos cerca ya de Durres, había que pasarlo prácticamente en primera y parar en cada junta. ¡Impresionante!

No estamos haciendo demasiado caso del GPS porque hay muchos trozos de carretera nueva que no están y eso que se supone que los mapas son de finales del 2012. Después de una buena panzada de conducir llegamos a Fier. Como no hay circunvalaciones (o nosotros no las encontramos) nos toca atravesar la ciudad a mediodía con el consabido caos circulatorio. Sin embargo lo que más nos llama la atención son los cables eléctricos tendidos entre casas y entre calles. Hay literalmente miles de cables pasando de una casa a otra, de una farola a otra, de balcón a balcón que tejen una autentica tela de araña a cinco metros sobre el suelo. ¡Impresionante! Y esto en las calles principales de la ciudad. No quiero imaginar cómo estarán las otras.

En Fier buscamos una salida dirección Girokaster pero no la vemos y al final acabamos fiándonos del GPS que nos manda por una carretera bastante peor que las que hemos tenido hasta ahora. Hacemos media hora más de camino y como la cosa no mejora, decidimos buscar un sitio para dormir y ya seguiremos mañana.

Aparcados en un restaurante en Albania donde vamos a dormirEn medio de la nada encontramos un pequeño restaurante donde podemos aparcar fuera de la carretera y haciendo un poco de mímica con el dueño, le pedimos permiso y nos dice que no hay problema y allí nos quedamos. Después de comer algo, nos acercamos al bar a tomar un cafecito pero no podemos relacionarnos demasiado porque la barrera idiomática es un problema.

Como no tenemos Leks, le pregunto qué cuanto es en Euros y se encoge de hombros como diciendo que yo mismo. Al final le doy 2 euros por los dos cafés y parece más que suficiente por su cara de satisfacción. Imagino que en leks costará la mitad.

Al día siguiente nos levantamos temprano para afrontar nuestra tercera y última jornada de viaje para llegar a Grecia y aunque todavía no lo sabemos, va a ser la peor con diferencia.

La carretera sigue igual y tenemos que buscar una gasolinera que por estos lares no va a ser fácil. Pasamos un par de ellas con una pinta de tener Gasoil del Pleistoceno. Al rato encontramos una que comparada con las anteriores parece nueva pero cuando paramos y preguntamos nos dice que "no credit card" y nos hace un cambio de 100 leks por Euro. Total que hemos pagado en Albania el litro más caro de Gasoil hasta el momento. Mira que hemos pasado en Albania por mogollón de gasolineras enormes y al final cuando la necesitamos de verdad no hay ni una. Suele pasar...

Parte de carretera derrumbadaLa carretera va empeorando y encima no para de llover. Esto ya es una carretera de montaña en bastante mal estado y para colmo cada pocos kilómetros hay tumbas al lado de la carretera con su lapida, flores y todo. ¡Qué mal rollo!

Seguimos subiendo y la carretera empieza a tener partes que se han derrumbado y las han reparado echando "no se qué negro" directamente sobre la zona derrumbada. Esto empieza a ser cada vez más frecuente y yo empiezo a ponerme nervioso. En algún tramo no está ni parcheado y hay que pasar por el carril contrario viendo el corrimiento de la carretera al lado.

Joder. ¡Esta no puede ser la carretera principal que nos marcaba el mapa! Hacemos casi 25 Kms. así, que nos lleva casi una hora y cuando ya estoy sufriendo pensando en que los 90 kilómetros que nos quedan van a ser iguales, vemos abajo a nuestra derecha una flamante carretera nuevecita a la que, si pudiera, me tiraba desde aquí. No nos queda más remedio que seguir unos pocos kilómetros más por la nuestra pero ya se adivina que vamos a acabar en la otra y por fin bajamos hasta ella y no me lo puedo creer. Me parece que volamos y disfruto de un buen rato de asfalto en condiciones. Primera prueba superada pero todavía nos quedaba la segunda.

Ocho Kms. de "Carretera" en este estado

La carretera en condiciones se acaba de repente al atravesar un pueblo y lo que sigue parece un tramo en obras que ni se me pasa por la imaginación que sea por donde tenemos que seguir así que me meto en el pueblo pensando que habrá algún desvío por otro sitio pero después de un par de vueltas y de preguntar a los paisanos, me indican que hay que seguir por la carretera en obras. No puedo creerlo.

La carretera, por llamarla de alguna forma, es como una pista forestal de 10 mts. de ancho, hecha un barrizal (lleva desde que hemos salido lloviendo) llena de baches, rodaderas, charcos enormes y encima con un tráfico de la leche. Los mercedes van a toda pastilla (En Albania casi todos los coches son mercedes), pasan con normalidad hasta camiones con doble remolque y la mayoría de la gente nos va adelantando. Está claro que somos unos pardillos y que para ellos, esto es parte de su día a día.

Los mercedes a toda pastilla por el barro. Flipante.Tenemos que recorrer más de 8 Kms. a 10 por hora hasta que volvemos a pisar asfalto de nuevo y todavía nos queda un buen trecho para llegar a la frontera aunque por lo menos se terminaron las pistas de barro por hoy.

Antes de llegar a la frontera pasamos por 4 o 5 controles policiales que simplemente nos preguntar de donde somos y a donde vamos y nos despachan sin hacernos mucho caso.

Frontera de Salida de Albania

Ya en la frontera, nos toca esperar un buen rato porque parece que el trámite de salida no es tan rápido como el de entrada y nos pasamos más de media hora esperando hasta que nos toca el turno. Para colmo, el ordenador se le ha quedado frito y nos toca esperar otro buen rato hasta que lo vuelve a poner en marcha después de algún que otro juramento que no entendemos pero adivinamos. La informática tiene el mismo efecto en todos los países, je, je.

Antes de salir, nos registran toda la autoca, abriendo casi todas las puertas pero sin mirar demasiado. El encargado parece que tiene ganas de verla por dentro y a nosotros tampoco nos importa demasiado así que sube y le enseñamos un poco todo y se va contento a registrar otro coche y nosotros pasamos sin más historia.

Frontera GriegaEn la frontera Griega también nos toca esperar un buen rato porque delante nuestro hay varios coches y con cada uno se toman su tiempo. Cuando llega nuestro turno, sin embargo, nos despachan bastante rápido con cuatro preguntas.

¡Ahhhh!, que gusto da volver a Europa, con sus euros, sus carreteras y sus juntas de dilatación en condiciones, je, je. En pocos momentos uno se siente tan europeo como ahora.

A Igoumenitsa por autopista. Ahhh que gusto!!!Todavía tenemos un par de horas por carreteras griegas llegar hasta Igoumenitsa pero ya es otra cosa y los últimos 80 Kms. son de autopista. ¡Ayyyy que ganas tenia de una buena autopista que llevarme a las ruedas!

Llegamos a Igoumenitsa sin más contratiempos y vamos derechitos al camping porque tenemos unas ganas locas de una duchita caliente de las de dejar correr el agua pero no podía ser tan fácil y está cerrado.

Sin ganas de dar más vueltas decidimos quedarnos en la puerta a pasar la noche tranquilamente y mañana, pues ya se verá…

¡Por lo menos, estamos en Grecia!

posted by Julio

Salimos de Stobrec con la idea de llegar hasta Ploce y hacer allí noche para continuar al día siguiente hasta Dubrovnik pero cuando llegamos allí y revisamos la meteo vemos que va empeorando y que si esperamos a mañana nos puede tocar una buena zurra de agua y viento así que después de dar de comer a los pekes, decidimos seguir hasta Dubrovnik y si viene malo, que nos pille ya allí.

Nubes amenazadoras llegando a DubrovnikUna pareja francesa con los que estuvimos en el camping de Stobrec, nos pasaron información acerca de un Kamp que en estas fechas está cerrado pero en el que dejan aparcar dentro y por lo menos estamos en un sitio tranquilo así que vamos directos hacia allí.

El Kamp se llama Kupari y está en el pueblo del mismo nombre a unos  8 kms. de Dubrovnik y efectivamente cuando llegamos parece cerrado pero como la barrera está levantada, entramos y nos quedamos en el parking frente a los barracones de los aseos.

Aparcados en el Kamp en KupariEl día está bastante gris y enseguida se hace de noche pero antes me da tiempo a investigar un poco las instalaciones del Kamp y aunque esté cerrado, podemos coger agua, podemos vaciar, e incluso podemos enchufarnos usando un cable alargador porque en los aseos hay electricidad y enchufes. Eso sí, más solos que la una, pero en estas fechas ya nos hemos acostumbrado y para pasar unos cuantos días sin gastar demasiado esperando el buen tiempo, es el sitio perfecto.

Otros vehiculos aparcados en el Kamp. Hay un autobus de dos pisos!Al día siguiente nos llaman a la puerta de la autoca y resulta que es el dueño del kamp que había ido a revisar algo y al vernos allí nos dice que si queremos que nos abre el armario eléctrico para que podamos enchufarnos sin tener que echar el alargador hasta los aseos. Lo deja abierto y al rato nos enchufarnos pero se le debe haber olvidado activar el circuito y no nos queda más remedio que volver a enchufarnos a los baños. ¡Por lo menos sabemos que nos dejan!

Aparcados junto al poste de la electricidadLos días siguientes no tienen mucha historia y como el tiempo es bastante malo, aprovechamos para hacer compra, dar clase, leer, jugar y planificar el salto hasta Grecia que tiene tela porque tenemos que atravesar Montenegro y Albania y no tenemos demasiada información.

En principio el problema sería solo la calidad de las carreteras pero en estas fechas además, hay que mirar que no haya previsión de nieve porque tenemos que pasar un par de puertos a 600 mts. y casualmente hay previsión de un bajón importante de temperaturas para la semana que viene.

Nos estamos agobiando un poco con la meteorología, porque queríamos estar en Grecia para cuando empezara el frio de verdad y no sabemos si nos van a pillar las primeras nevadas. El viernes por la noche vuelvo a revisar la meteo y veo que dan un pequeño respiro para los siguientes 3-4 días. Lo hablo con Elena y decidimos que tenemos que aprovecharlo.

Vista del Puerto y el puente de entrada a Dubrovnik

El sábado por la mañana, efectivamente, amanece mejor. ¡Incluso se ven trozos de cielo azul! Hoy por la mañana tenemos que hacer todos los preparativos para los tres días de viaje que nos supone llegar hasta Grecia. Tenemos que llenar la despensa, coger agua y comprar cadenas para la nieve por si acaso. El tema de las cadenas es lo más complicado porque no las hemos visto en ninguna de las gasolineras por las que hemos pasado.

Al final, recuerdo que cerca del Lidl donde hemos hecho la compra, hay un concesionario de VolksWagen y entro a preguntarles. Igual ellos tienen o por lo menos saben dónde conseguirlas. Resulta que  solo tienen para coche pero me indican una dirección en Dubrovnik donde creen que sí que tendrán. Así que vamos para allá y siguiendo las indicaciones que me han dado, encontramos el almacén y nos llevamos las ultimas que les quedaban de nuestra medida. ¡Una cosa menos! 

Mirando las murallas desde cerca de la puerta de Pile

Como estamos muy cerca de Dubrovnik y parece que la mañana está quedando bastante buena, nos acercamos a visitar la ciudad pero aparcar la autocaravana en la zona centro de Dubrovnik aparte de ser muy complicado, está prohibido y tenemos que salir varios kilómetros de la ciudad para encontrar aparcamiento junto a al camping Solitudo que está cerrado. 

Conseguimos localizar la parada de autobús más próxima y preguntando a una chica que está allí esperando, nos dice que la línea para ir al centro es la 6. ¡Perfecto, preguntando se llega a Roma!

Puerta de Pile

Al poco rato llega el autobús y después de cinco minutos nos deja muy cerca de la ciudad vieja junto con otro montón de turistas. Es sábado, mediodía, no llueve y esto es Dubrovnik, la perla del Adriatico, así que la puerta de Pile parece una entrada de metro en hora punta.

Entramos de todas formas y ya dentro de la ciudad el mogollón se nota menos aunque sigue habiendo mucha gente recorriendo la calle principal (Stradum). Hacemos la parada de rigor en la fuente de Onofrio y seguimos hasta el final perdiéndonos después por las callejuelas, ya lejos de las aglomeraciones de la entrada.

En la fuente de OnofrioHacemos un recorrido circular por la parte alta de la ciudad que nos lleva de nuevo hasta la puerta de Pile y buscamos como subir a la muralla porque vemos gente andando por ella. Encontramos el sitio para subir pero hay que pagar y son casi 30€ por subir los cuatro. Nos parece muy caro solo por dar un paseo por la muralla y desistimos.

Hoy es un día un poco extraño para nosotros porque tenemos la cabeza más en el viaje de los tres días que vienen y en lo que nos queda por preparar que en la visita de la ciudad y estamos un poco nerviosos, (por lo menos yo).

Unai jugando en el parqueSalimos ya de la ciudad y justo al lado del puente de acceso a la puerta de Pile hay un parque con columpios así que nos toca quedarnos un rato a que jueguen los pekes mientras nosotros nos sentamos en un banco e intentamos conjurar nuestros nervios hablando un rato.

De vuelta al Kamp, terminamos de preparar todo, vaciamos agua y llenamos depósitos, cargamos baterías y preparamos comida para poder hacer tres jornadas largas de conducción.

¡Mañana partiremos hacia Montenegro y Albania!

posted by Julio

Amanece otro día despejado y salimos para Split en cuanto desayunamos para aprovechar el buen tiempo que en estas fechas, nunca se sabe cuándo va a cambiar. 

Vista del palacio de Diocleciano desde el exterior

Hemos pensado que vamos a ir directos a visitar Split y después ya nos iremos para el camping donde queremos quedarnos en Stobrec. Así que busco en el GPS tres parkings posibles en Split y vamos directos al primero de ellos.

Llegamos sin problemas y aunque en la entrada tiene carteles con el precio por hora para cada tipo de vehículo, no hay nadie en la garita y la barrera está quitada así que supongo que fuera de temporada será libre.

El paseo marítimo atiborrado de genteEn cualquier caso entramos y aparcamos porque hay sitio de sobra. Empezamos a buscar una bajada hacia el puerto y la zona del paseo marítimo y resulta que estamos mucho más cerca de lo creíamos. ¡Genial!

Es domingo por la mañana y hace un día espectacular. Todo Split y parte del extranjero debe estar paseando por el paseo marítimo porque el gentío es impresionante para estar fuera de temporada. También es verdad que hay un enorme crucero atracado en el puerto e imaginamos que habrá un montón de gente del barco aprovechando para visitar la ciudad.

Elena y los pekes en las piedras junto a la plazaDe todas formas, lo cierto es que en cuanto entramos por la puerta de la muralla hacia la plaza de Diocleciano, ya no parece que haya tanta gente y empezamos a disfrutar de nuestro paseo.  Lo primero que hacemos, aparte de pasar por el obligatorio pasillo de tiendas de souvenirs situado estratégicamente, es subir al campanille. Para una vez que quieren subir los pekes hay que aprovechar.

Bajando del campanille

Una escalera interior metálica de aspecto un poco descuidado te permite subir hasta arriba pero en algunos tramos da un poco de cosilla. Cuando llegamos al nivel de las campanas, vemos que hay cinco y se me ocurre decir en broma que como empiecen a tocar nos van a dejar sordos. Iker se lo toma al pie de la letra y dice que quiere bajarse. Nos cuesta un ratillo convencerle de que era una broma (Al menos ahora son y cuarto. Si realmente tocan, espero que sea a y media y en punto, je, je).

Un pintor expone acuarelas en las gradas de la plaza. Muy chulasBajamos del campanille y vemos como en las gradas de la plaza hay cojines invitando a sentarse y en un lateral hay un bar desde donde te sirven tu cappuccino (o lo que quieras) directamente a la plaza. ¡Vaya lujo de terraza!

Seguimos el paseo por el interior de la ciudadela y nos recuerda mucho a las calles de la ciudad vieja de Trogir que visitamos ayer. Callejeamos un buen rato hasta que los pekes empiezan a quejarse y nos vamos moviendo hacia la parte nueva.

Callejeando por el interior de la ciudadNos fijamos en grupos de chavales que pasan frente a nosotros con una especie de bollitos que tienen muy buena pinta y los seguimos hasta dar con la pastelería y compramos un par de ellos para probarlos. Buscamos unos bancos y nos sentamos a comer para descansar un poco y recuperar fuerzas.

Subiendo las escaleras de Marjan hacia la colina del mismo nombreMientras, Elena echa un vistazo a sus notas sobre Split y me comenta que hay una colina cercana desde la que hay una vista preciosa de la ciudad. Con el día que hace tiene que ser realmente bonito así que después de un rato de descanso y de echar un vistazo al mapa, nos ponemos en marcha hacia las escaleras de Marjan que es el nombre de la colina que domina Split desde el norte.

Los pekes jugando en las estructuras de troncosTras un rato de buena subida, llegamos a un falso llano donde hay un pequeño zoo y un área recreativa con unas construcciones hechas con troncos y cadenas para que jueguen los pekes y también hay cerca monte con rocas para subir y bajar. Evidentemente aquí nos quedamos y mientras los pekes juegan un buen rato, Elena y yo nos buscamos un banco en el que pega el solecito y simplemente pasamos el rato dejándonos calentar por el sol de otoño que tanto se agradece.

Elena se toma un merecido descanso al soleteEs domingo al mediodía y hay un montón de familias disfrutando del día en el parque. ¡En estas fechas en cuanto sale el sol, todos a la calle que no se sabe cuándo lo vamos a volver a ver!

Con un buen rato de juego y descanso a nuestras espaldas, bajamos de nuevo hacia el puerto y callejeamos buscando algún chiringuito para comprar algo de comer y al igual que en Trogir, encontramos un puesto de pizzas que te vende un cuarto de pizza por 10Kn. (1,5€). Elena y yo cogemos uno cada uno y es más que suficiente para nuestra comida.

Recorriendo la parte trasera de la muralla de la ciudadDespues de dar otro pequeño paseo recorriendo el exterior de la muralla de la ciudad, volvemos a la autoca y llegamos hasta Stobrec, a pocos kilómetros de Split,  donde está el camping Split en el que nos vamos a quedar hasta que mejore un poco el tiempo porque para mañana ya dan malo y con viento muy fuerte.

Parque para los pekes en el interior del camping junto a la playaEl entorno del camping es precioso y el propio camping está fenomenal y aunque nos sale un poco caro para nuestro presupuesto (25€/día), nos quedamos porque con el tiempo que viene preferimos estar unos días tranquilos.

Al final nos quedamos cuatro días porque el tiempo no mejora pero a pesar de que llueve bastante, aprovechamos los ratos sin lluvia para conocer los alrededores y disfrutar de las instalaciones del camping. Sobre todo de un mini-campo de futbol de hierba artificial en el que echamos unos partidos super divertidos.

Los pekes jugando en el parque de StobrecUna de las tardes nos acercamos paseando hasta el centro del pueblo de Stobrec que quedaba bastante cerca y mientras los pekes aprovechaban para jugar un rato en un parque que encontramos, empezamos a ver que la gente se iba concentrando en una especie de altar que había cerca del parque y todos traían un farolillo rojo con una vela dentro. No sacamos fotos por respeto al sentimiento que se respiraba en el ambiente.

Los pekes corriendo por la playa de piedras que habia entre el camping y el puebloEn menos de media hora se habían concentrado allí más de cien personas, incluso habían venido todos los niños de la escuela del pueblo. Nos quedamos un rato curioseando pero viendo que simplemente estaban allí y no pasaba nada, nos volvimos para el camping diciendo que ya le preguntaríamos a alguien por la celebración aunque realmente después se nos olvidó y ese día nos quedamos sin saber de qué se trataba (Posteriormente investigamos un poco en Internet y vimos que la fecha coincidía con la Masacre de Vukovar durante la guerra de los Balcanes e imaginamos que sería un recordatorio de aquel día)

En nuestra parcelita del camping esperando que mejore el tiempoTodos los días miramos la meteo para ver cuándo puede ser el mejor momento para salir. Los primeros días dan lluvia y vientos muy fuertes y después de la experiencia de Rijeka, no queremos saber nada con el viento. Por fin al cuarto día vemos que hay una ventana de buen tiempo y preparamos todo.

Nuestro siguiente destino: Dubrovnik, la perla del Adriático.

posted by Julio

Llegamos a Trogir con un día esplendido y vamos directos al parking que había seleccionado previamente en el GPS. Al llegar el parking aparece cerrado con una barrera y no veo a nadie en los alrededores. Bajo y voy a la garita y allí está el encargado que nos abre la barrera enseguida.

Vista desde la carreteraAparcamos y le pregunto por la electricidad para enchufarnos y de primeras me comenta que ahora no hay, que eso solo es en verano. Le explico que si no podemos enchufarnos no tiene mucho sentido quedarnos en el parking y buscaremos aparcamiento fuera pero se lo piensa mejor y me hace una señal de que ya está resuelto y nos abre un pequeño ventanuco en la garita por el que meter el cable para estar enchufados. Todo tiene solución cuando hay voluntad... 

Zampando un trozo de Pizza delicioso

Una vez instalados, los pekes hacen una sesión de repaso mientras yo voy a investigar un poco como llegar al centro histórico para luego ir todos juntos. Resulta que estamos casi al lado y en cuanto terminan la clase, nos vamos los cuatro a dar un paseo antes de comer.

Lo primero que encontramos en nuestro camino es un mercado en la calle donde venden sobre todo frutas y verduras aunque también hay panaderías, pastelerías y un poco de todo.

Salida de la muralla que da hacia el puertoEncontramos un sitio donde tienen unos trozos de pizzas enormes con un aspecto estupendo por 10 Kn (1,5€ aprox) y Elena y yo nos cogemos uno cada uno y así  vamos comidos a casa y menos que tenemos que fregar. Los pekes no quieren y prefieren las lentejas de su madre que hay que reconocer que están de muerte.

Después del mercado seguimos el paseo y nos encontramos ya dentro de la muralla, en la ciudad antigua de Trogir que es una pasada.

Barco precioso en la marina de Trogir

Como de costumbre, nos perdemos por sus estrechas calles, pisando piedras milenarias y pensando en cómo en todas estas ciudades históricas han conseguido integrar un entorno con siglos de historia con el comercio más moderno. Lo hemos visto en Venecia, en Sibenik y en general en todos los centros antiguos que hemos visitado.

Atravesamos la ciudad y salimos al puerto y al paseo marítimo que con el día que hace esta impresionante. Hay varios veleros enormes atracados lo que contribuye a la imagen general, que ya de por si es preciosa.

Elena y los pekes en la marinaSeguimos el puerto hasta el final y a la vuelta de la muralla, ¡Encontramos un campo de futbol con sus porterías y todo!. Los pekes no se lo pueden creer y nos hacen prometer que a la tarde vendremos a jugar un rato aquí y no podemos negarnos porque el plan parece genial.

Volvemos a la autoca para comer, recorriendo la otra parte de la muralla y atravesando un puente de madera en arco precioso sobre un canal, que nos deja muy cerca de donde hemos aparcado.

Partidito de futbol al pie de la muralla.A la tarde, nos ponemos en marcha en seguida y nos metemos entre pecho y espalda una horita de futbol. Cada vez juegan mejor y nos lo pasamos genial aparte de hacer algo de deporte. Bueno, sobre todo yo porque Elena aprovecha para hacer fotos. Cuando ya nos hemos cansado suficiente, damos otra vuelta por el paseo marítimo disfrutando de un atardecer increíble que hoy además nos permite ver la luna saliendo sobre el horizonte por el otro lado. ¡Que chulada!

Atardecer desde el campo de futbol. !Parece el caribe!En cuanto se pone el sol, el paseo marítimo parece otro, alumbrado ahora por la luz de las farolas que le dan un aire muy melancólico y lo recorremos por última vez con la luna ya alta para meternos después por las calles de la ciudad a buscar un sitio acogedor para tomar algo y descansar un rato antes de volver a la autoca. ¡Que día tan genial!

Y mañana hacia Split que está a tiro de piedra…

Ver el album de fotos de Trogir...

posted by Julio

Nos levantamos en el autocamp Marina en  Lozovac y la previsión de tiempo se cumple. Amanece un día espectacular y después de desayunar nos ponemos en marcha hacia el Parque Nacional de Krka.

Remoloneando en la cama. !Un poquito mas por favor!Este parque nacional es un conjunto de lagos y cascadas a lo largo de unos cuantos kilómetros del cauce del rio Krka. Inicialmente no teníamos claro si lo íbamos a visitar pero como no pudimos ir a Plitvice por el tiempo, decidimos que Krka si lo íbamos a ver. La entrada al parque está a pocos kilómetros del Kamp y llegamos enseguida.

Solos en el parking de Krka

No hay nadie más en el Parking y me dirijo a la caseta de entrada donde supongo que tendremos que coger los tickets de acceso. Dos adultos y dos niños, 100 kunas (unos 13,00 euros). Nos parece muy barato para los precios que teníamos de Plitvice y de las cuevas de Postojna y es una alegría porque esto de las visitas es uno de los gastos importantes del viaje.

He visto en el folleto que nos dieron ayer en el Kamp que hay un parking abajo del todo junto al comienzo del paseo y les pregunto a las chicas de la entrada si es posible bajar con autocaravana. Me comentan que no hay problema y recorremos los cuatro kilómetros con ganas de empezar el recorrido.

Empezamos el paseo por el parque

En el parking de abajo solo está el coche del guarda del parque que nos indica dónde dejar aparcada la autoca y por dónde empezar el paseo así que después de coger comida y agua nos ponemos en marcha.

El entorno es impresionante y mucho más por el hecho de estar casi solos (al rato llegan un par de coches más). El recorrido es una pasarela de madera de un par de metros de ancho que discurre por encima del agua al borde los lagos y las cascadas.

Solos por el parqueQue increíble es ir recorriendo todo el camino, tranquilamente sin nadie delante ni nadie detrás… Una pasada!!! Vamos parando en cada mirador y en cada sitio que nos llama la atención y disfrutamos de verdad del paseo.

Al rato llegamos a una especie de área de Pic-nic y como los pekes tienen hambre, paramos a hacer un almuercito y aprovechamos para leer  con ellos unos carteles informativos que hablan de los animales que viven en el parque.

Leyendo los carteles informativos con los pekesEn el área de picnic está también sentado un señor con un soplador de hojas que al rato se levanta y sigue el camino por la pasarela. ! Era el encargado de ir quitando las hojas de la pasarela (estamos en otoño) para que los visitantes puedan pasear tranquilos! Viendo esto decidimos quedarnos un rato más descansando para no adelantarle y dejarle trabajar tranquilo. ¡Y así además, así nos encontramos el camino limpito, oye!

Cascada de Skradinski bukAl rato seguimos con el paseo y llegamos hasta las cascadas más espectaculares, un conjunto de saltos grandes al que llaman Skradinski buk. Es una pasada y nos hartamos de sacar fotos. En verano además dejan bañarse al pie de las cascadas. En esta zona, además hay otra área de picnic con bares y terrazas aunque en estas fechas están cerradas. ¡Todo no se puede!

Manejando el fuelle de la herreriaSeguimos nuestro paseo hasta que llegamos al otro lado del cauce del Krka y allí hay un montón de edificaciones  simulando los oficios relacionados con el agua y como se usaba antiguamente su fuerza para mover diferentes mecanismos imposibles de mover por la fuerza del hombre. Hay molinos, herrerías, lavaderos …

Todos se pueden visitar pero deducimos por los carteles con horarios que hay en cada uno de ellos que en verano, además, hacen demostraciones en vivo de cómo se usaban antiguamente.

Comiendo al lado de la cascadaAllí mismo encontramos un pequeño recinto con mesas y bancos, al lado de una enorme cascada donde nos podemos sentar a comer tranquilamente nuestros bocatas mientras la cascada nos acompaña salpicando la mesa de al lado. Un lujo.

Acabamos de comer y seguimos un rato más recorriendo algún otro edificio que nos quedaba y ya volvemos a la caravana.

Salseando en la maqueta del P.N. de KrkaEsta parte que hemos visto es solo una parte del parque y en verano se pueden contratar excursiones en barco por el rio que te permiten ver los pueblos y las islas que recorre su cauce. Ahora también se pueden visitar pero hay que ir por carretera y es bastante recorrido porque hay que subir hasta arriba y volver a bajar hasta cada punto de visita. Estamos satisfechos con lo que hemos visto y no nos apetece mucho meternos horas de conducir para ver cada sitio por tierra así que volvemos hacia el Kamp y decidimos ir a pasar la tarde al pueblo de Skradin, otra de las entradas del parque que además nos pilla bastante cerca.

Puente sobre el Krka para llegar a SkradinVimos Skradin por encima el día que llegamos al Kamp porque hay que pasar por allí pero no nos habíamos hecho la idea de cómo era en realidad.

Skradin es precioso. Un pueblo pequeño con acceso al rio Krka por un lado y acceso al mar por el otro. Cuando vi los barcos que había en su marina, no me podía creer que esos barcos estuvieran en un rio hasta que mirando el mapa vimos que tenía salida al mar a través de un estrecho canal por encima del cual discurre un viaducto de la autopista.

Dos porteros defendiendo la porteria. ¡Creo que fue gol!Jugamos un rato a futbol en el parking donde hemos aparcado la autoca aprovechando las barreras de entrada como portería y cuando nos cansamos de pegar patadas al balón nos vamos a un parque de columpios que está cerca con tirolina incluida. Después nos dedicamos a pasear por la marina y las calles del pueblo hasta que acabamos subiendo hasta un antiguo torreón en ruinas que domina el pueblo y desde el que hay unas vistas esplendidas de todos los alrededores.

Barco de época en la marina de SkradinEl sol está bajo ya cuando lo miramos desde el torreón y justo, justo nos da tiempo a bajar de nuevo al pueblo y tomarnos un cafecito en una terraza frente a la marina mientras se esconde lentamente frente a nosotros. ¡Qué día tan magnífico y que guinda tan especial para cerrarlo!

De vuelta en el kamp, hacemos algo de clase y después vamos a tomar un cafecito a un recinto del Kamp que hace de cafetería-comedor con nuestros vecinos y con los dueños.

Vista de Skradin desde el TorreonEn esta epoca casi no hay gente y estamos como en casa con un ambiente muy familiar. Nuestros vecinos de autocaravana es una pareja alemana que hace sus vacaciones en marzo-abril y en octubre-noviembre. Nos cuentan que el año que viene van a ir a España con la autoca y nosotros les contamos nuestro proyecto de vuelta al mundo y alucinan un poco sobre todo por el tema de hacerlo con los pekes. 

Callejeando por Sibenik

Nos intercambiamos los mails y aunque su idea es irse hacia el sur, les decimos algunos sitios que deberían visitar fijo si pasan a España por Irún.

Al día siguiente seguimos en el Kamp porque estamos muy a gusto y seguimos nuestras rutinas mañaneras normales para ir adelantando en las clases. Aunque durante la mañana el tiempo se ha ido poniendo gris, después de comer nos apetece salir  y decidimos acercarnos hasta Sibenik que está a unos 9 Kms.

Fachada frontal de la catedral de SantiagoAparcamos en un parking en el puerto y el chico que está en la garita nos apunta la hora en un papel y nos lo da. Supongo que para calcular el importe para cuando salgamos.

Es una pequeña ciudad con un casco antiguo construido sobre una colina coronado por un fuerte. Nos perdemos por sus callejuelas y vamos ascendiendo un rato en busca del fuerte y encontramos un montón de pequeñas iglesias y santuarios a cada poco trecho a cada cual mas curiosa.

Fuerte de San Miguel en obras

Cuando por fin llegamos a lo alto y encontramos el fuerte, vemos que está cerrado porque está en obras y nos quedamos sin visitarlo.

El tiempo va empeorando y el paseo no da para más así que nos volvemos para el parking del puerto donde está la autoca. El chico que nos ha dado el papel con la hora no aparece por ningún lado y al final el parking nos sale gratis.

Vuelta al Kamp a cenar y descansar que mañana queremos ir hacia Trogir…

posted by Julio

Nuestro siguiente destino está en la isla de Krk, una isla cercana a Rijeka a la que se accede por un viaducto de medio kilómetro sobre el Adriático.

Vista del Adriatico desde la carreteraEn esta zona de Rijeka, el monte cae a pico sobre el mar y las carreteras, están prácticamente colgadas sobre el barranco. A mí me impresionan mucho y con la autocaravana, más. La carretera para llegar desde Rijeka a Krk es también de este tipo y cuando te toca circular por el carril exterior, da bastante cósica porque no hay demasiadas protecciones aunque mirando al resto de conductores, empiezo a pensar que debe ser cosa mía porque van a toda pastilla y no se les ve muy preocupados.

Curva colgante en el camino hacia KrkLlegamos al viaducto y lo pasamos camino del primer camping que teníamos en nuestra lista que resulta cerrado. Vamos hacia la segunda opción que era un Autocamp en Malinska, un pueblito de la parte norte de la isla. También está cerrado pero estamos ya cansados de dar vueltas y decidimos buscar un sitio para quedarnos sin entrar a camping y en el centro del pueblo encontramos un parking al lado de la marina que está fantástico y después de preguntar a unos chicos de una tienda cercana nos dicen que, si somos discretos, no hay problema en pasar la noche así que allí nos quedamos.

Marina de Malinska

Mientras Elena prepara la comida salgo en busca de pan y encuentro muy cerca una "Pekara" con un pan fantástico y en el primer vistazo que echo, el pueblo tiene muy buena pinta.

Comemos y en cuanto termino de fregar, salimos a dar un paseo para aprovechar la luz y descubrimos que Malinksa es un sitio espectacular con un paseo marítimo precioso, con un agua trasparente increíble y un entorno que nos encanta.

Playa estilo Adriatico en MalinskaDe momento el día aguanta aunque a lejos, vemos que se está montando una enorme tormenta sobre el mar y enseguida empezamos a ver los rayos en el horizonte así que nos damos la vuelta y acabamos en una de las dos cafeterías que estaban abiertas en el paseo marítimo. Hoy es domingo por la tarde y no se ve a un alma por la calle. Nos pasó lo mismo en Trieste al llegar el domingo anterior. Nos ha llamado la atención.

Los pekes jugando a no mojarse. !Al final se mojaron!Llegamos a la cafetería, justo, justo porque enseguida se pone a llover a mares y después de terminar nuestro cappuccino, echamos un rato jugando con los pekes para esperar a que amaine un poco y llegar hasta la autoca sin empaparnos. Al cabo de un rato, aprovechamos un rato de calma y nos vamos a nuestra casita. Fuera sigue lloviendo bastante y nos espera una noche de mucho, mucho viento.

Elena con la tormenta formandose detrasAl día siguiente decidimos quedarnos un día más en Malinksa porque el sitio nos ha gustado mucho. De momento, cuando voy a por el pan y me asomo al puerto, el temporal sacude fuerte  en el exterior de la dársena y el Adriático enfadado tiene una pinta que asusta. 

Hacemos nuestras rutinas normales por la mañana y Elena aprovecha para darse un paseo mientras yo hago clase de mates. Vuelve alucinada con la otra parte del paseo que no vimos ayer y a la tarde nos vamos a verla con los pekes.

El Adriatico zurrando el paseo maritimoEl mar está muy bravo en algunos puntos del paseo ha sacado rocas y arena hasta la carretera que discurre paralela. Un pino que a la mañana estaba vivito y coleando se ha partido por la fuerza del viento y está en medio del paseo cerrándonos el paso. Lo esquivamos y llegamos hasta un bar al borde del mar que tiene una especie de pasarela que se adentra unos metros en el agua. Ahora aparece completamente destrozada. Van a necesitar una buena reparación.

Un arbol caido en medio del paseoLos veleros fondeados en una pequeña marina que esta frente al bar, se inclinan ostensiblemente con las fuertes ráfagas que están soplando y eso que no tienen velas. El ruido y la fuerza del viento en esta parte son muy cañeras y decidimos volvernos que ya hemos recorrido un buen trozo. Según vamos volviendo a la autoca el viento se va notando menos y cuando llegamos prácticamente no se nota nada.

Los pekes aguantando el temporalEsta mañana he movido la autoca a una zona del parking que no tiene arboles encima por si las moscas. El sitio es francamente resguardado y pasamos una noche muy tranquila. Mañana tenemos que ir sin falta para Rijeka a buscar lavandería que nos estamos quedando sin ropa.

El día siguiente amanece bastante despejado y desde nuestra casita con ruedas en el parking parece que el tiempo va a ser bueno y todavía no nos permite adivinar el que será, seguramente, el peor día desde que empezamos nuestro viaje.

Un cielo precioso. Como nos engaño!Desayunamos y salimos de Malinska hacia Rijeka. Tenemos que repetir en dirección contraria el trayecto que hicimos el otro día para llegar hasta aquí y eso incluye atravesar el viaducto. Según vamos acercándonos, ya vemos que hoy hace viento de verdad pero no nos hacemos a la idea de cuánto hasta que giramos la última curva y enfilamos el primer tramo del viaducto.

Vista del mar sacudido por el vientoImpresionante. Con el primer meneo se me pusieron de corbata y así hasta llegar a Rijeka.  Joder, que meneos no metió. Creo que en mi vida he agarrado el volante con tanta fuerza. Entre el primer tramo del viaducto que es el más corto y el segundo, hay un pequeño trozo resguardado por un promontorio y juro que estuve tentado de aparcar, bajarme y seguir andando, pensando en el trozo que me esperaba todavía. Hasta Elena que iba al lado, se agarró a la puerta porque notaba como nos empujaba. No se cuánto sería el trayecto, seguramente serían solo 400 o 500 mts. pero fueron los más largos de mi vida.

El Adriatico enfadado entre islasSin ninguna duda pasamos verdadero miedo y lo malo es que no se acababa ahí y la carretera para llegar a Rijeka nos obsequió con otros cuantos meneos cañeros de un viento que todavía nos tocaría sufrir durante un par de días. Sobre todo en un canal donde se cambiaba de sentido para enfilar hacia Rijeka y el viento se encañonaba como si fuera un pasillo y levantaba el agua del mar en unas nubes blancas que parecía una tormenta tropical. Buf, se me encoge el estómago solo de recordarlo. (Pensándolo ahora fríamente, igual era más la impresión que el peligro real porque los pekes iban atrás viendo una peli y no se enteraron de nada pero nosotros lo pasamos muy, muy mal).

Carreteras colgantes en RijekaLlegamos a Rijeka y después de algunas vueltas, conseguimos encontrar una lavandería  en un centro comercial y allí aprovechamos las tres horas que iban a tardar nuestras dos coladas más sus respectivas secadas (Esto de la secadora ha sido un descubrimiento para nosotros)  para hacer la compra en el hiper del centro comercial y comer algo con los pekes en plan Fast-Food.

Al mediodía salimos de Rijeka ya con toda nuestra ropa lavadita y secadita y ponemos rumbo a Senj. No nos habíamos dado cuenta pero tenemos que volver un cacho del trayecto por la misma carretera que hemos pasado antes. Cuando me doy cuenta empiezo a sudar solo de pensarlo. Allá vamos, y además ahora nos toca por el carril de fuera todo el trayecto. El viento esta segunda vez es igual o peor que cuando hemos pasado a la mañana y encima hay más tráfico y yo con el precipicio a la derecha pegadito, pegadito.

El viento levanta el agua y la pulveriza. Flipante.Cuando pasamos el tramo malo, el viento baja un poco pero nos sigue pegando buenos meneos y cuando pasa un camión en sentido contrario a toda pastilla, ni te cuento. Al final son solo unos 50 Kms. pero voy tan tenso que cuando faltan unos 20 Kms. para llegar a Senj al pasar por un pueblo donde el viento se encañona también bastante, no puedo más y decido parar y buscar un sitio para dormir y mañana será otro día. !Estoy machacao y esto no tiene pinta de aflojar! 

El pueblo se llama Novi Vinodolski y cerca de un Lidl, encontramos un sitio muy resguardadito para pasar la noche y descansar que nos hace falta. La previsión para mañana es algo mejor así que cenita, camita y ya veremos.

A la mañana siguiente, el viento ha aflojado un poco y yo quiero salir cuanto antes así que meto prisa a la familia y nos ponemos en marcha en cuanto desayunamos. Aunque es más flojo que ayer, sigue zurrando y aunque mi idea es coger la autopista, tenemos por delante unos cuantos kilómetros de carretera de la costa y un buen puerto de montaña. A sufrir otro rato tocan. Ni siquiera en la autopista nos libramos del viento y en casi todo el recorrido los paneles indican viento y reducir la velocidad, en algunos casos hasta 40 kms/h. Pa flipar. Yo ya estoy un poco paranoico y hoy voy a necesitar un buen masaje de espalda porque voy como un palo de tieso.

Para acabar de arreglar el día, el autocamp donde pensábamos ir en Bibinje, está cerrado. 

Después de hablar un rato y de dar de comer a los pekes que ya llevan encima más de tres horas de viaje, decidimos que de perdidos al rio y nos echamos a la espalda otra hora de conducción hasta un autocamp que sabemos fijo que está abierto en Lozovac, a las puertas del parque nacional de Krka.

Yo necesito parar un par de días en un sitio tranquilo, cargar todo y relajarme un poco.

Cuando llegamos al Autocamp, no me lo puedo creer. Es muy sencillo y sin grandes lujos pero a mí me parece la gloria y tenemos todo lo que necesitamos para estar unos días super agusto y encima dan bueno para mañana y pasado.

Ahhh, que deliciaaaa y sobre todo, sin viento...

posted by Julio

Tras nuestro apasionante día en Postonja, llegamos a Izola casi sin luz y después de un par de vueltas aparcamos en un parking cerca del puerto después de preguntar a una furgoneta  que estaba allí aparcada si se podía pasar la noche.

Marina de IzolaComo nos dice que sí, buscamos una esquina tranquila y allí nos quedamos pero al rato nos llaman a la puerta y un policía municipal nos dice muy amablemente que allí no podemos aparcar porque es solo para vehículos pequeños. Nos da la alternativa de un área que hay al lado pero es de pago y como no necesitamos enchufarnos, no queremos ir. También nos dice que otra posibilidad es un parking detrás del hotel Delfin a un kilómetro y nos explica cómo llegar. Un policía super-amable, la verdad.

Nos vamos para allá y efectivamente, hay otras 4 autocas pernoctando y buscamos un choquito al final del parking y allí pasamos una noche muy tranquila después de nuestra ajetreada jornada en Postonja.

Paseo maritimo de IzolaAl día siguiente le toca clase a Elena y mientras aprovecho para conocer Izola. No tenemos pensado quedarnos pero con un par de horas libres por delante, me pego un paseo de punta a punta y descubro un pueblo precioso. Aunque el tiempo no acompaña, por lo menos no llueve y me deja hacer todo el recorrido. Es un gran placer poder disfrutar de estos paseos mañaneros sin prisa. En el pueblo hay mercado y empiezan a llegar autobuses de jubilados (o eso me parece a mí) que van recorriéndolo con su guía.

Por las calles de IzolaBusco un sitio para comprar el pan y recorro el camino de vuelta pasando de largo la autoca y siguiendo hasta el otro extremo del paseo marítimo. Francamente bonito. Seguramente, Izola se merece una visita más larga pero en este caso no puede ser y cuando los pekes acaban la clase y terminamos de comer, salimos hacia Pula, ya en Croacia, para llegar con luz que si no, es complicado encontrar los sitios.

Cuando llegamos a Pula, la primera referencia que teníamos de Camping, resulta que está cerrado a pesar de que en la guía figura como abierto. Hay un chico en la recepción y nos da el nombre de otro camping cercano. Nos dirigimos hacia allí pero la puerta del camping para los coches está cerrada aunque la puerta de peatones está abierta.

Vista desde el camping BrioniEntro y busco a alguien pero no veo a nadie y después de una vuelta, decidimos que nos quedamos a dormir en la explanada delante del camping que no parece mal sitio. En ese momento sale un coche del camping, parece alguien de mantenimiento y le pregunto a ver si está abierto y me dice que sí, que vaya a buscar al encargado y me señala una casa con un coche aparcado en la puerta.

Puertito en camping BrioniAllá que voy y después de acojonarme con el perrazo que guarda la entrada y de pegar cuatro gritos, aparece un hombre en la puerta y le pregunto si es posible pasar una noche en el camping. Me da a entender que para una noche, ni abre la caja pero que me abre la puerta y que pasemos y mañana temprano que salgamos antes de las nueve y no nos cobra nada así que metemos la autoca, nos enchufamos y pasamos otra noche fantástica a orillas del Adriático frente a un pequeño puerto pesquero.

Unai en el anfiteatro de PulaAl día siguiente, salimos temprano, tal y como hemos quedado con el encargado y nos vamos a Pula en busca de una lavandería. Nuestra idea era hacer la colada en el camping pero tenía todos los servicios cerrados. La lavandería que hemos encontrado en Internet debe hacer años que cerró y no encontramos una alternativa así que aplazamos la colada hasta el siguiente camping o lavandería que encontremos. Todavía tenemos unos días de margen.

Elena esperando a que salgan los leonesAprovechamos el resto del día en Pula para hacer algo de turismo. Visitamos el anfiteatro romano donde los pekes, como de costumbre en cuanto ven cuatro piedras, se dedican a correr y saltar de piedra en piedra con el consiguiente susto de la encargada que está paseando por allí. Les hace un gesto como diciéndoles que se bajen. Yo creo que más por miedo a que se hagan daño ellos que por el daño que le puedan hacer al patrimonio histórico.

Los gladiadores en la arena del circoSe cortan de subirse a las piedras pero ahora se les ocurre usar nuestros paraguas para ser gladiadores peleando en el centro del circo. De todo se puede hacer un juego y ellos son especialistas en eso. Después de la batalla en la arena del circo y de jugar un rato al escondite entre las ruinas, salimos del anfiteatro y de vuelta a la autoca, encontramos un parque donde los pekes juegan un rato antes de irnos.

Un rato en el parque de Pula

Ya por la tarde, aprovechamos para hacer la compra en un Lidl que hemos visto durante el recorrido de la mañana en busca de lavandería y aprovechamos también que tiene una cafetería para sentarnos un ratillo a disfrutar de nuestro cappuccino. Estos italianos nos han enviciado, je je.

Ya es casi de noche cuando salimos de la cafetería. Hemos decidido poner rumbo al primer camping que visitamos ayer en Fazana porque, aunque estaba cerrado, el parking exterior era muy grande y resguardado y parecía un buen sitio para pasar la noche.

Colores mágicos en el atardecer en FazanaDe camino hacia el camping, disfrutamos de un atardecer de colores espectaculares que, aunque no presagian buen tiempo, nos parece precioso. Después de sacar unas cuantas fotos, llegamos al parking que, efectivamente, resulta un sitio muy tranquilo para pasar la noche. Aparte de algún coche despistado pasando por la carretera cercana, ni un ruido.

posted by Julio

Desde Trieste, enseguida pasamos a Eslovenia. En la misma frontera hay un par de sitios para comprar la viñeta que permite circular por sus autopistas. Aunque solo vamos a estar un par de días, no nos queda más remedio que comprar la viñeta de una semana porque es el mínimo (15,00€)

Entorno del area de Autocaravanas

Llegamos a Postonja a mediodía con un día claro pero bastante fresquito. Nos instalamos en el área de Autocaravanas más solos que la una (empieza a ser una costumbre) y nos liamos con la comida.

Después de comer y mientras los pekes hacen algo de repaso, me acerco al complejo de las cuevas que está al lado a enterarme de precios, horarios y ver un poco todo el conjunto.

En estas fechas solo hay tres visitas al día y fuera de esos horarios aquello parece un pueblo fantasma que es como me encuentro aquello cuando llego yo hacia las 14:00. La última visita del día es a las 15:00 y todavía no ha llegado la gente.

Entorno de las cuevs

Por lo demás el entorno es espectacular y muy cuidado, no en vano, las cuevas de Postojna son el principal atractivo turístico de Eslovenia y cuando llegamos nosotros habían pasado ya del visitante 35 millones.

La mayoría de las tiendas y restaurantes están cerrados en esta época pero quedan un par de ellas abiertas y curioseo un poco. Aprovecho para preguntar en la taquilla por los packs que incluyen la visita a las cuevas y al castillo de Predjama y efectivamente se hace un pequeño descuento por comprarlos juntos y como teníamos pensado ver las dos cosas, los compro así. Cojo los tickets para el día siguiente. Veremos las cuevas en la visita de las 12:00 y después iremos al castillo.

Entrada a las cuevas de PostonjaSigo con el paseo y me acerco a la entrada de las cuevas y veo que poco antes hay una especie de minizoo de las cuevas con bichos de los que viven dentro de las mismas incluido el Proteus Anginus (El que llaman el pez humano). Pienso que a los pekes les gustará y puede ser una especie de preámbulo interesante a la visita de las cuevas.

Resulta que los tickets para el Virarium (que así lo llaman) se pueden coger junto con los de las cuevas y el castillo y hacen más descuento así que vuelvo a la taquilla y le pregunto si puedo cambiar los tickets que he comprado antes y añadir los del Vivarium.

Elena en el complejo de las cuevasSe ve que no le hace mucha gracia que un turista pesado le haga trabajar el doble pero aun así me los cambia, preguntándome varias veces si estoy seguro porque no quiere volver a tener que hacer otros tickets nuevos. Hay que reconocer que en los carteles con los precios lo ponen bien clarito y yo podía haberlo mirado antes.

Entre una vuelta y otra, ya casi son las 14:30 y se empieza a ver gente por allí de los que van a la visita de las 15:00. Como ya he acabado con los trámites que quería hacer, me vuelvo para la autoca a contarles todo esto a la family.

Los pekes en el rioA la tarde después de terminar con el repaso nos acercamos los cuatro al complejo para que los pekes y Elena puedan verlo. Nos encontramos con la gente que sale de la visita de las 15:00 pero al poco rato se van yendo y nos quedamos solos en el sitio más visitado de Eslovenia. La sensación es alucinante. Los pekes se pegan unas carreras como ya es habitual y llegamos hasta la entrada por la que mañana comenzaremos nuestro paseo al corazón de la tierra.

Elena y los pekes sentados en la rocaAprovechamos la única cafetería que queda abierta para tomar un cappuccino y al rato nos volvemos para la autoca. Como todavía es de día, juego un rato al futbol con los pekes en el área de autocas (Como estamos solos, hay sitio de sobra) y después para adentro que empieza a refrescar.

Al día siguiente, antes de ponernos en marcha, voy a buscar la forma de pagar el área porque queremos dejar la autoca aparcada fuera para no tener que pagar otro día entero por un par de horas pero la máquina de pagar se ha quedado flipada (Para los informáticos, era un Windows, je, je). Llamo por un telefonito y después de un diálogo de besugos en inglés, entiendo que me dice que se va a pasar por el área en unos minutos así que voy para allá.

Andando por las rocasEfectivamente aparece al rato y le pregunto si es posible dejar la autoca en el área pagando solo un día y sacarla cuando acabemos la visita para no tener que moverla al parking. No me pone ninguna pega, le dejo el día pagado y quedamos en que le llame por el telefonillo cuando vayamos a salir y él abre la barrera. Un tío muy majo.

Así, con el tema del aparcamiento solucionado,  iniciamos nuestra "estresante" tournée de hoy con la visita al Vivarium. Es una cueva natural (o eso parece) aprovechada para montar un pequeño recorrido con urnas donde te van enseñando la fauna de las cuevas.

El Proteus Anginus

El problema es, que aparte del Proteus, la mayoría del resto de la fauna de las cuevas mide entre 10 y 20 mm y ver a los bichos en sus urnas resulta bastante complicado.

Damos un par de vueltas pero enseguida nos vamos a ver una exposición de mariposas que hay en planta superior. Entre una cosa y otra nos da casi la hora de la visita y vamos subiendo hacia la entrada para que no se nos haga tarde. En esta hora de visita se concentra mucha gente. Estaremos unas 200 personas a pesar las fechas en que estamos.

Los pekes en la entrada de la cueva

Perfectamente puntuales abren las puertas y pasamos hasta el trenecito en el que se recorren los primeros kilómetros de la cueva que enseguida se pone en marcha y nos sumerge en un mundo alucinante.

Vamos a toda pastilla y de vez en cuando pasamos por algún tramo en el que tengo la sensación de que si no agacho la cabeza me voy a pegar con el techo pero imagino que lo tendrán calculado para que no sea así.

Dentro de la cueva

Enseguida pasamos por una gran sala de cuyo techo cuelga una enorme lámpara de araña encendida que le da un toque muy surrealista a la escena.

Seguimos en el tren otro largo trecho donde ya nos vamos haciendo una idea de las dimensiones de la cueva y de lo que nos vamos a encontrar y eso que solo se visitan los primeros 5 Kms.

En 10 min. terminamos el recorrido en el tren y llegamos al punto donde comienza la visita a pie. Allí nos organizan por grupos y como no hay visitas guiadas en castellano, hemos cogido unas audio-guías que se pueden alquilar por 2€ y nosotros vamos en el grupo de los que han cogido estos aparatos.

Comenzamos el recorrido detrás de nuestro guía y en cada punto interesante nos paramos y en un cartel nos indica el número que hay que pulsar en la audio guía para oír la explicación.

Dentro de la cueva

Después de un recorrido de unos 45 min. solo puedo decir que es impresionante y que sin duda merece la pena la visita. Cuando la naturaleza se pone a hacer arquitectura, el resultado es espectacular como en este caso pero aparte de eso, imaginarse como sería una visita a las cuevas cuando no había tren ni instalación de luz eléctrica te hace pensar en la magnitud del trabajo de los que tenían que preparar la visita. En alguna ocasión se tuvieron que trasladar y encender hasta 5.000 candiles para la visita de algún rey.

Como anécdota os contaré que en medio del recorrido a pie, tuvimos varios cortes de luz que durante unos segundos nos dejaban completamente a oscuras en el interior de la tierra. Impresiona a pesar de saber que tienes a tu alrededor a 200 personas más.

En el trenecito replicaEl recorrido de vuelta en el tren es muy parecido por que las vías discurren la mayor parte del camino paralelas a las de ida.

Acabamos la visita y mucha gente se queda a tomar algo en la cafetería pero nosotros bajamos hasta la autoca, llamo a Eduard para que me abra la barrera y cogemos carretera hacia el castillo de Predjama, nuestra tercera y última actividad del día.

Hay unos escasos 9 Kms. que recorremos enseguida y hay que reconocer que el castillo también es espectacular.

Castillo de PredjamaUna casa-castillo construida directamente sobre la roca viva de una pared colgando sobre el precipicio. La visita es mucho más rápida aunque para los pekes es más divertida porque pueden salsear por las dependencias del castillo, jugando e imaginando sus fantasías de caballeros, mazmorras, pasadizos secretos y todo lo que se les ocurre.

Jugando en el castilloEl sol está ya muy bajo y no pega directamente sobre el castillo y es una pena porque con el sol pegando de frente la vista tiene que ser preciosa. Todo no se puede.

Para las 15:30 hemos terminado con la visita y estamos listos para partir.

Inicialmente teníamos pensado buscar un sitio donde dormir por aquí cerca pero finalmente, viendo que todavía tenemos un par de horas de luz, decidimos hacer un tirón hasta la zona Eslovena de la península de Istría y llegamos hasta Izola aunque esa, ya será otra historia...

posted by Julio

Llegamos a Trieste igual que salimos de Grado, lloviendo. Por el camino hemos vista la desviación hacia Eslovenia que tendremos que tomar en unos días.

Por callejuelas estrechasEn Trieste no tenemos muy claro donde nos vamos a quedar a dormir porque las opciones que hemos encontrado en Internet no nos inspiran demasiada confianza. Probamos con la primera de ellas y el GPS nos mete por unas callejuelas por donde la autoca pasa justo, justo. Nos parece imposible que para llegar a un área destinada a las autocaravanas haya que pasar por calles así, pero después de un rato de conducir con un par de bultos extras en la garganta y rezando para no encontrarme con ningún coche mal aparcado, llegamos al área que efectivamente ahí está. Eso sí, cerradita con una barrera y con un cartel donde pone un teléfono para llamar y solicitar un código. No vemos clara la entrada ni la salida, así que decidimos ir a por la segunda opción, pasando de nuevo un rato de conducción temeraria rozando balcones.

Por TriesteMientras vamos en busca de la segunda opción, pasamos frente al cementerio de Santa Ana y vemos en una de sus calles laterales, varias autocas aparcadas. Después de lo que hemos visto, nos parece un buen sitio y no nos lo pensamos más. Giramos y aparcamos.

Comemos y nos preparamos para dar nuestro paseo de reconocimiento mientras todavía hay algo de luz. Por estas latitudes y en estas fechas, si te echas la siesta, ya no hace falta que te levantes hasta el día siguiente porque será ya de noche seguro.

Edificio TriesteNos pertrechamos para la lluvia aunque en ese momento no llueve y damos un paseo por los alrededores. Estamos bastante cerca de los estadios de futbol y baloncesto de la ciudad y pillamos la salida del partido (Es domingo por la tarde). No debía ser muy importante porque no sale mucha gente.

Seguimos un poco más abajo y vemos el parking de un Lidl donde hay unas cuantas autocas aparcadas. Buscamos la entrada pero todas las que vemos tienen barra de limitación de altura así que a preguntar tocan. Con mi Italenglish, le pregunto a uno de los caravanistas y me explican el truco: hay que entrar por donde entran los camiones de descarga para el centro comercial, un poco más abajo. Vemos la entrada y decidimos que para mañana nos traemos aquí la autoca que se está mejor y además podemos aprovechar para hacer la compra y con esta idea en la cabeza nos volvemos para la autoca y aprovechamos el resto de la tarde para hacer algo de repaso y un rato de Lego.

En la cafeteriaA la mañana siguiente, después de desayunar, hacemos la mudanza que realmente es poco trayecto (menos de un Km.) y ya tranquilamente en el parking del Lidl, los pekes hacen la clase de hoy con Elena y yo aprovecho para entrar a hacer la compra.

En el Lidl ya tienen cantidad de cosas de navidad: lucecitas, guirnaldas, bolas y toda la parafernalia.

Les he prometido a los pekes que si encuentro un calendario de adviento se lo compro pero aparte, encuentro también unas hojas de adornos adhesivos para las ventanas que creo que van a quedar geniales cuando adornemos la autoca dentro de mes y medio y los cojo. Cuando se lo enseño todo a los pekes les hace mogollón de ilusión y a Elena también que estas cositas le encantan.

Vista del AdriaticoA la tarde solo chispea así que decidimos coger el autobús y llegarnos al centro de Trieste para conocerlo. Ayer ya vimos que la que nos interesa es la línea 10 que se coge a pocos metros del parking. Nos montamos y cuando voy a pagar los billetes, la conductora me dice que ella no los vende y que hay que comprarlos en un Tabachi (El estanco Italiano que ya conocíamos de Venecia). No tenemos ninguno cerca así que le ponemos ojitos y nos deja pasar sin billete.  Lo primero que hacemos al llegar al centro es buscar uno y comprar los billetes de vuelta por si acaso.

La pequeña tregua del tiempo, nos da para recorrer el canal, ver tres edificios y sacar cuatro fotos antes de que empiece a llover de verdad. Nos pilla viendo una exhibición de perros policía que están haciendo en la Piazza de la Unita. Aguantamos un poco a ver si amaina pero enseguida va arreciando y si nos quedamos, nos vamos a empapar incluso con los paraguas así que nos refugiamos en un bar por el que habíamos pasado antes y que tenía buena pinta para estar con los pekes.

Los cuatro por finPasamos un rato agradable jugando a los juegos de mesa que solemos llevar en la mochila y cuando nos cansamos, salimos en busca de la parada para volver hasta nuestra casita. Después de preguntar, la encontramos sin problemas y en 15 minutos estamos allí y seguimos con nuestras rutinas de las tardes: repaso, juego, cena y a dormir.

¡Vaya nochecita! Toda la santa noche lloviendo pero con ganas y parando hacia las 7:00 de la mañana cuando ya empiezo a dar vueltas.

El castillo de MiramareCon esta perspectiva pensamos en irnos hoy hacia Eslovenia pero a lo largo de la mañana el cielo se va aclarando y a mediodía se ha quedado un día genial así que tiramos de plan B y nos vamos con la autoca a conocer el castillo de Miramare que tiene muy buena pinta. Llegamos al parking que teníamos señalado y el chico que guarda la entrada nos dice que son 10€ por 3 horas y que si no, la opción es aparcar un poco más atrás (a 200 mts.) y que allí es gratis. 

Por el parque de MiramareLógicamente optamos por la segunda opción y cuando vamos desde nuestro aparcamiento hacia la entrada del castillo nos cruzamos con una autoca con matrícula española (la primera que vemos en todo el viaje desde que entramos a Francia) y me acerco a saludarles pero resulta que son una pareja de ingleses que han alquilado la autoca en Madrid y están recorriendo Europa. Charlamos un rato y les cuento nuestro proyecto y nos dan muchos ánimos y unos cuantos consejos para Croacia porque ellos vienen de allí. Aprovecho para desempolvar un poco el inglés que lo vamos a necesitar a partir de ahora bastante más.

Castillo Miramare al atardecer

Llegamos al castillo y efectivamente es precioso, tanto el castillo como el entorno y el parque donde está enclavado. Nos recorremos gran parte de los senderos del parque con los pekes corriendo, saltando y subiéndose a todo como empieza a ser costumbre en ellos  y disfrutamos de un bonito paseo por un entorno precioso.

El sol está ya muy bajo y el atardecer sobre el adriático desde la terraza del castillo se adivina ya increíble y nos permite disfrutar de unos momentos realmente mágicos antes incluso de que llegue a tocar el horizonte.

Aparcados en la MarinaVolvemos a la autoca y hacemos el trayecto de vuelta por el Viale Miramare buscando un aparcamiento donde a la vuelta hemos visto unas cuantas autocas y que nos parecía perfecto para pasar la noche. Lo encontramos y tenemos además la suerte de que está al borde del mar, frente a una marina llena de veleros y justo al lado del paseo marítimo que recorre toda esta parte de la costa incluyendo varios parques para los peques. Todo un lujo para nuestro hotelito de 5 estrellas.

Pasamos una noche muy tranquila con el ruido de las drizas de fondo sabiendo que al día siguiente nos pondremos rumbo a Eslovenia. ¡El pez humano nos espera!

 

posted by Julio

Salimos de Venecia después de reponer la despensa en un Lidl cercano al camping y ponemos rumbo a Grado a donde llegamos después de hora y media habiendo hecho casi la mitad del trayecto a 60 por una autopista en obras.

Area en Grado

Habíamos elegido Grado como parada intermedia antes de Trieste simplemente porque en la información consultada por Internet de áreas en Italia (http://www.campingcar-infos.com), tenía un área de Autocaravanas que parecía que estaba bien y nos pillaba más o menos de paso.

Llegamos al área sin problemas y vemos que hay algunas autocas más y aunque hay carteles que indican el precio (12€/día), no hay ningún tipo de barrera que controle la entrada o salida y la máquina de pagar parece desconectada.

Paseo nocturno

Entramos y preguntamos a unos caravanistas y nos dicen que ellos tampoco tienen muy claro si hay que pagar o no. Justo al otro lado de la carretera hay un parking que permite aparcar autocaravanas fuera de temporada y es gratis, así que vamos para allá por si acaso por que pagar por pagar es tontería y en cualquier caso podemos venir al área para vaciar las aguas o llenar los depósitos.

La única ventaja en este caso de área es que te puedes enchufar pero en nuestro caso, mientras hace sol, nos vamos arreglando con las placas solares excepto los días que está muy nublado, que casi no cargamos y tenemos que andar con cuidado.

En la cafeteria

Como nos suele pasar los días de viaje, entre “ponte bien y estate quieto”, se nos echa la tarde encima y para cuando salimos a dar un paseo casi es de noche (que por aquí en estas fechas son las 17:00 más o menos). De todas formas vamos y el pueblo se ve bastante tranquilo con casi todo cerrado.

Al final encontramos una cafetería y entramos a tomar algo. Hoy es Hallowen y mientras estamos dentro, aparecen 7 u 8 cuadrillas de chavales disfrazados pidiendo su ración de chucherías que el encargado de la cafetería tiene ya preparado. Parece una costumbre bastante arraigada ya por aquí.

Un Barsa-Madrid en el Parking

En todo el recorrido por el norte de Italia, nos estamos encontrando bastantes mosquitos en todos los lados a los que vamos. Igual es que al estar en la autoca te das más cuenta pero mi sensación es que por donde estamos pasando nosotros hay muchos más de los que estamos habituados y se ve que somos un bocado exótico. De hecho, varias veces nos ha pasado que miramos a uno de los pekes o entre nosotros y un mosquito nos está picando en plena cara y ni nos estamos dando cuenta. ¡Son unos profesionales y andamos bastante al loro con el tema!

A la mañana siguiente cojo la bici y me doy una vuelta por el pueblo mientras Elena hace clase con los pekes y descubro que es un sitio precioso, L'isola d'oro (la isla de oro) la llaman aquí y con razón porque es muy bonita. Resulta que Grado es una isla unida a tierra únicamente por una carretera y tiene de todo lo que nos gusta.

Partidillo en la playa

Una playa enorme con un paseo marítimo también enorme y con varios parques infantiles a lo largo del mismo, buenos servicios y un centro histórico muy bien conservado. Me lo recorro todo y vuelvo a la autoca con el culo dolorido de tanto tiempo sobre la bici. Tengo que practicar más... 

Después de contarles mi excursión mañanera, volvemos los cuatro después de comer y disfrutamos de una tarde de juegos en la playa, parque y cafecito con un atardecer precioso. Nos gusta tanto que decidimos quedarnos un día más aunque para mañana dan peor tiempo.

Atardecer en Grado

Por la noche llueve bastante y amanece bastante gris. Aprovechamos para hacer una clase larga y yo aprovecho un rato sin lluvia para recorrer con la bici las cercanías del área que no había recorrido el día anterior y descubro que tenemos la playa muy cerca y un SPAR para hacer la compra justo al otro lado de la carretera.

Mi idea es ir los cuatro otra vez si el tiempo mejora pero no nos da tregua y al final pasamos el resto del día en la autoca haciendo cosas y sin salir. Una pena porque Grado nos ha encantado. ¡Quién sabe si algún día volveremos!