Aunque escri...
La idea
En algún momento de nuestra infancia, muchos hemos soñado alguna vez con dar la vuelta al mundo, con recorrer países lejanos y conocer otras culturas.
En muchos casos todo se queda en una simple fantasía infantil pero en otros casos, la fantasía perdura a través de la juventud hasta que un día acabas de estudiar y encuentras trabajo, pareja, tienes hijos y allí termina el sueño, en el fondo del baúl de los proyectos para la jubilación. Es el momento de trabajar, formar una familia, pagar una casa… El camino parece claro y todo te empuja a que sea así.
Viviendo de esta forma se puede ser muy feliz y de hecho, nosotros lo somos. Hemos disfrutado de todos nuestros años de relación, hemos disfrutado con nuestras familias y sobre todo estamos disfrutando con nuestros hijos.
Pero no puedes evitar que el sueño siga ahí y cada vez que escuchas en algún programa de viajes la historia de una familia que ha partido en pos de su sueño (Gracias Roge por tantas horas de buena radio plantando semillas de sueños en nuestras cabezas) piensas que quizá, solo quizá, algún día ese puedas ser tú y sea tu familia la que parta, y por un rato le das permiso a tu cabeza para fantasear con atardeceres tropicales o noches estrelladas en el desierto.
Y así van pasando, primero los días, luego los meses y al final los años, a una velocidad endiablada y para cuando te das cuenta has consumido la mitad de tu vida corriendo de aquí para allá solo para estar en el mismo sitio. Y los lunes pesan cada vez más y te empiezas a plantear si este es el camino correcto y si quieres seguir así otros 25 años (Será la crisis de los cuarenta me imagino).
Y mientras pasan los días en tu incomoda zona de confort, de vez en cuando ese programa de radio te recuerda tu sueño y te hace creer por momentos que es posible. Fuera de esos momentos de lucidez, la rutina se va apoderando de ti hasta que un día durante unas vacaciones, hablando relajadamente alrededor de una cerveza, sacas el tema y se lo planteas a tu mujer muy tranquilo, fantaseando y estando seguro de que la cosa no va a ir más allá.
Sin embargo, por alguna razón esta vez es distinto. Y tu mujer te dice que si, que adelante, que porqué no. Y tu te quedas parado pensando en donde te acabas de meter, tan sorprendido como acojonado.
Y es aquí donde empieza esta historia…
Los cuatro juntos durante 3 años recorriendo el mundo en nuestra autocaravana. Un plan tan sencillo como alucinante. ¿Sera posible de verdad? ¿Y el dinero? ¿Y la casa? ¿Y el colegio de los pekes? ¿Y la familia? ¿y...?
Todo son dudas y en el momento de plantearlo tenemos muy pocas respuestas pero decidimos seguir adelante y escribimos nuestro plan. Ya iremos buscando las soluciones después. Esta es nuestra idea:
Vamos a hacer un viaje de 3 años alrededor del mundo visitando Europa, América, Australia y Sudeste Asiático con nuestra autocaravana. Vamos a involucrarnos directamente en la educación de los pekes y también en abrir su mente y la nuestra a otras realidades y formas de vida distintas. Queremos aprender a valorar la tremenda suerte que tenemos de haber nacido donde hemos nacido. Vamos a vivir de una forma mas austera y sencilla, disfrutando mas del ser que del tener. También queremos aprovechar el viaje para mejorar un poquito el mundo a nuestro paso y que nuestros hijos participen de esta tarea. Queremos conocer a cantidad de gente interesante, aprender de ellos y ayudarles en lo que podamos. Partimos en septiembre de 2013 y tenemos que aprovechar el viaje para perfeccionar nuestro Inglés (y si es posible también nuestro francés).