posted by Julio

El 24 de diciembre y casi ya de noche, llegamos al camping Bacchus en Lavrio, unos 60 kms. al sur de Atenas donde queremos pasar la nochebuena tranquilamente.

Cena de nochebuena en LavrioDespués de pasarnos el día entre el Carglass y el viaje, estamos bastante cansados pero es un día especial y hay que apechugar así que nos ponemos las pilas, vaciamos aguas, cargamos depósitos y nos enchufamos en nuestra parcela.

Primera sorpresa, el camping tiene WIFI pero la señal no llega hasta donde estamos aparcados y nuestro router 3G tampoco tiene suficiente señal aquí. Como hoy queremos ver a la familia si o si, nos toca abrigarnos, coger el portátil y sentarnos en las mesas que hay en una pequeña terracita frente a la recepción del camping donde si llega el WIFI y nos permite una conexión decente por Skype. ¿Os he dicho ya que hacia un día de perros con frio y lluvia? Por lo menos la  terracita estaba cubierta.

Iker saltando en las camas elasticas en LavrioHacemos la conexión, vemos a nuestras familias y después de mucha nostalgia, alguna lagrimilla y quedarnos pajaritos porque hace un frio que pela en la calle, nos metemos en la autoca a celebrar nuestra particular nochebuena griega con una cenita donde nos permitimos algunos pequeños extras a base de queso y jamón que hemos conseguido en el Lidl.

Los pekes están atacados y un poco preocupados porque esta noche viene el Olentzero y no tienen muy claro que vaya a venir hasta Grecia y que nos vaya a encontrar. Les tranquilizamos explicándoles que es mágico pero que de todas formas  nos hemos venido a un camping para que le resulte más sencillo encontrarnos.

Terminamos la cena y hago una intentona de cantar en el karaoke del ordenador pero la familia, me invita "amablemente" a dejarlo no sea que Olentzero ande por allí cerca y huya despavorido, je je. Los pekes se van a la cama y nosotros nos quedamos un rato leyendo aunque enseguida nos vamos a la cama que mañana tocara madrugar seguro.

Los pekes andando en moto en el circuito de Lavrio

Al parecer el Olentzero nos ha encontrado y sobre la mesa de la sala hay unos cuantos regalos y los pekes, en cuanto abren un ojo y los ven, se levantan inmediatamente y con ellos levantados, todos arriba. Son las 7:15.

Por lo demás el día está bastante pocho. Mientras los pekes juegan yo aprovecho el Wifi del bar del camping para preparar un poco el recorrido de los días siguientes pero como está cerrado me tengo que sentar en la terraza exterior con una mantita de la autoca porque sigue haciendo bastante frio. También aprovecho para charlar un rato con Vladimir, el encargado del camping, y le echo un cable con la configuración de un tablet que le estaba dando guerra.

Iker flipando en los hinchablesA la tarde decidimos acercarnos a Lavrio que es el pueblo más cercano al camping, a unos 4 kms. Nos llevamos una grata sorpresa al llegar porque resulta que han montado un parque de navidad que tiene una pinta fantástica y, por supuesto, pasamos allí la tarde entre camas elásticas, hinchables y coches de baterías. Esa tarde, siguiendo el consejo de Vladimir, buscamos en Lavrio una franquicia griega llamada Everest (Similar a un Starbucks) donde se pueden conseguir unos cafés para llevar muy buenos y bastante bien de precio. Resulta que esta casi al lado del parque de navidad y podemos disfrutar de una par de capuccinos fantásticos mientras vemos saltar a los pekes.

Unai bajando por la txampa del hinchableAl día siguiente repetimos en el parque de navidad y estamos tanto rato que al final, los pekes se hacen amigos de un chaval que anda por allí y juegan con él en los hinchables un buen rato. Elena se está quedando pajarito porque está soplando un viento helado y al final le digo que se vaya para la autoca que está aparcada enfrente y ya me quedo yo con los pekes.

Cuando voy a comprarles el tickect para las camas elásticas, el chico de la taquilla me dice que no me cobra y que corre de su cuenta. La verdad es que hace bastante frio y no hay mucha gente y estamos como en familia. Me acompaña a las camas elásticas y nos ponemos a hablar de todo un poco. Me cuenta que los chavales que andan pululando por el parque son de un campamento de refugiados del ejercito que hay montado cerca de Lavrio. Evidentemente no tienen un duro y les deja montarse en las atracciones cuando no hay gente. El chaval que está jugando con los pekes se llama Harry y es uno de ellos.

Jugando en el parque de VouliagmeniAl día siguiente nos despedimos de Vladimir y nos ponemos en marcha hacia Atenas haciendo una parada intermedia para dormir en el pueblo de Varkiza a donde llegamos bien entrada la tarde. Desde allí seguimos al día siguiente por la carretera de la costa entre Varkiza y Atenas y nos paramos en un pueblo llamado Vouliagmeni para que los pekes jueguen un rato en un parque que encontramos allí.

Descansando en Vouliagmeni antes de irnosCuando ya nos vamos de vuelta para la autoca, de repente nos cruzamos con una chica y con su hija y les oímos hablar en castellano. Guau! Hace bastante que no oímos hablar en castellano e inmediatamente nos presentamos y nos ponemos a charlar. Ella se llama Conchi y en cinco minutos damos un repaso a la situación griega, le contamos nuestro proyecto y nos vamos cada uno por nuestro lado después de dejarle nuestro contacto por si quiere echar un vistazo a la web. ¡Qué alegría nos ha dado una cosa tan sencilla!

El partenon visto desde el parkingEsa misma tarde llegamos a Atenas y después de un par de vueltas perdidos, cortesía de la señal de nuestro GPS, nos plantamos en el parking frente a la Acrópolis buscando sitio para aparcar. En la primera vuelta no encontramos nada. Seguramente es demasiado pronto todavía pero en la segunda vuelta, aparco en segunda fila y le pregunto a un chico que está por allí como de guarda y me indica que le siga.

Sentados en las escalinatas de entrada a la AcropolisSe acerca a un coche, se monta, lo saca y nos deja libre el sitio para aparcar. Nos cobra 10€ y se los pago gustoso porque vamos a pasar 2 noches aquí con unas vistas inmejorables. Al día siguiente vamos visitar la Acrópolis y a pesar de ser un lunes por la mañana, hay un montón de gente. Está claro que es un destino turístico de primer orden y no quiero ni pensar como estará esto en agosto.

El partenon atiborrado de genteLa acrópolis y todo el entorno nos gusta pero lo que nos impresiona de verdad son las vistas sobre Atenas desde allí que son espectaculares. No nos habíamos enterado bien y nos decepcionamos bastante cuando nos dicen que de la estatua de Atenea solo se puede ver una reproducción en el museo arqueológico y que la original desapareció hace siglos. Tampoco podemos acceder al interior del Partenón porque está de reparaciones o sea que nos quedamos un poco a medias.

Viendo bailar Break en la plaza SintagmaAl salir nos vamos paseando hasta la Plaza Sintagma para ver el ambiente navideño. Cuando llegamos hay un grupo de chicos y chicas haciendo un espectaculo callejero de baile, break dance y acrobacias muy chulo y nos quedamos un rato a disfrutarlo. En un extremo de la plaza hay un Everest como el de Lavrio y aprovechamos para comprar un par de capuccinos y sentarnos en un banco a descansar que llevamos un buen rato andando.

Guardia griega haciendo el paseillo delante del parlamentoDespues de un rato descansando y tomando el cafecito mientras los pekes juegan, nos ponemos en marcha otra vez y nos acercamos hasta el edificio del parlamente Griego que esta enfrente . Allí podemos ver a la guardia haciendo el paseíllo típico. ¡Vaya curro estar haciendo eso todo el día!

Los pekes jugando en el parqueAcabamos el paseo internándonos en el gran parque que hay al lado del parlamento y recorriéndolo de arriba abajo hasta terminar en un área de columpios donde finiquitamos la jornada con los pekes corriendo un rato por allí hasta que nos vamos porque ya se hace de noche.

 

¡Vaya día! Estamos machacados y mañana es nochevieja.

posted by Julio

Salimos camino de Kalamata pero ni siquiera conseguimos llegar al sitio donde pensábamos dormir porque el camino es tan estrecho que casi no pasamos y no queremos arriesgarnos a llegar a un punto en el que no podamos dar la vuelta.

Marina de KalamataReculamos y seguimos hacia el centro de la ciudad y buscamos una alternativa cerca del puerto deportivo que cuando llegamos tiene bastante buena pinta. Aparcamos y damos un paseíto por la zona a para estirar las piernas y ver un poco el entorno. Lo primero que recorremos es la propia marina y en la parte de atrás, escondida de la vista desde la carretera, vemos que hay una autocaravana griega. Seguimos el paseo pero ya tenemos claro que vamos a meter la autoca en la marina para dormir cerca de la otra porque parece un sitio seguro y muy tranquilo.

Alrededor de la marina no hay mucho más, unos cuantos restaurantes y las explanadas para poner en seco los barcos así que volvemos, aparcamos la autoca al lado de la griega y nos vamos a tomar un cafecito al Yatch Café del puerto.

Aparcados en la marina de Kalamata

¡Sorpresa! Resulta que están ensayando y probando sonido para la fiesta de nochebuena o nochevieja (suponemos) y tenemos musiquita en directo que aquí en Grecia es bastante común. Después de un rato muy agradable con la música y jugando con los pekes, nos recogemos que mañana seguimos viaje hacia el norte.

Aparcados en el parking de Nafplio bajo en fuerteNoche supertranquila y en marcha hacia Nafplio en el extremo norte del golfo Argólico a donde llegamos casi al mediodía con un tiempo fantástico. La primera vista que tenemos de Nafplio nos deja flipados porque el parking donde nos vamos a quedar a dormir está a los pies del fuerte Palamidi que nos vigila desde lo alto y justo encima de una pequeña playa de cantos con un agua turquesa increíble.

Subiendo los 896 escalones

Comemos y nos preparamos para subir hasta el fuerte. Son 896 escaleras para arriba y otras tantas para abajo pero lo cogemos con ganas. Cuando llegamos arriba ya son las15:40 y el chico nos dice que cierran a las 16:30 pero que nos da tiempo justo para visitar el fuerte así que para adentro que no es cuestión de haber subido para nada.

Tocando la campana del fuerteEl fuerte está muy bien conservado y lo pasamos genial salseando aquí y allá con los pekes pero lo que de verdad merece la pena son las vistas sobre Nafplio que son sencillamente impresionantes. Hay que reconocer que el día también ayuda con un cielo azul de invierno para no olvidar.

Nos hartamos de sacar fotos y nos da la hora de cerrar casi sin enterarnos. 

Jugando en la playa al atardecer

Emprendemos la bajada aprovechando para jugar con los pekes a contar los escalones y verificar la información que habíamos leído. Cuando llegamos abajo, todavía nos queda un rato de luz y el día invita a pasear así que nos acercamos a la playa que tenemos debajo del parking y los pekes juegan un rato en la orilla mientras nosotros nos sentamos disfrutando y alucinando con el paisaje.

Entrada al Parque de navidad en NafplioAl día siguiente mientras los pekes dan clase con Elena, me bajo al pueblo a dar una vuelta y resulta que bastante cerca de donde estamos aparcados hay un parque infantil de navidad con autos de choque, camas elásticas y ese tipo de cosas. No sabíamos si por aquí tendrían también esa costumbre y es fantástico comprobar que sí. Los pekes se ponen muy contentos cuando se lo cuento y en cuanto terminan las clases bajamos a visitarlo. Aparte de las atracciones normales al fondo del parque hay un señor que tiene coches a baterías y por 3 euros pueden montarse los dos durante 10 minutos y corretear por allí. Lo prueban y se lo pasan teta así que no nos queda más remedio que repetir.

Conduciendo un 4x4Después de un buen rato en los coches, recorremos todo el parque de vuelta y en el otro extremo hay una especie de mercadillo navideño que parece hecho por los chavales del instituto local. Cada clase tiene su puestito y venden las cosas que han fabricado. En algunos hay artesanía, en otros pasteles, adornos navideños y otro montón de cosas. El mercadillo está amenizado con música tradicional griega en directo y nos quedamos un rato a escucharla disfrutando del ambientillo prenavideño.

Volviendo a la intendencia diaria, nos toca buscar de nuevo un sitio para hacer nuestra super colada de 10 días. Buscando en Internet, encontramos una lavandería a peso en el centro de Napflio, y a la tarde nos vamos a ver si la localizamos. Efectivamente está allí y cobran 3€ por kilo de ropa lavada, secada y doblada. Es un poco caro para nosotros pero no tenemos otra opción y dejamos la ropa para recogerla al día siguiente.

Mercadillo navideño en NafplioPor la mañana desayunamos tranquilamente y nos ponemos en marcha. De camino paramos en el pueblo para recoger la ropa. Elena le echa un vistazo y aunque está limpia y seca, no tiene olorcito rico como dice ella. Como suele pasar, es el sitio más caro donde hemos lavado la ropa hasta el momento y donde peor la han dejado. Sin más historia organizamos la ropa en el armario y salimos ya para Korinthos donde tenemos cita el día 23 a la mañana para cambiar el cristal de la autoca. ¡Nafplio es uno de los sitios que más nos han gustado pero ahora el canal de Korinthos nos espera! 

Llegamos a Korinthos sin problemas pero como nos está pasando últimamente, el sitio que teníamos documentado para dormir no nos gusta demasiado y buscamos una alternativa que acaba siendo el parking del puerto donde aparcamos y pasamos la noche tranquilamente.

A la mañana siguiente nos vamos hacia la delegación de Carglass donde hemos pedido la cita pero resulta que aunque nosotros pedimos la cita, nos la tenían que haber confirmado y no fue así. Hablando con el chico del taller me dice que nos llamaron un par de veces pero que no consiguieron contactar con nosotros. (Seguramente es cierto porque en Grecia estamos teniendo problemas con el Roaming de nuestros móviles).

En resumen, que hoy no vamos a poder hacer nada aunque aprovecha para echar un vistazo al cristal y me confirma que no es posible repararlo y que vamos a tener que cambiarlo. Ellos aquí no pueden hacerlo porque somos demasiado altos pero, muy amablemente, nos hace la gestión de buscar una alternativa y en el pueblo de Mandra a unos 60 kms. en dirección a Atenas tienen el cristal y además allí si que es posible hacer el cambio. Ya solo queda ver cuándo puede ser. Echa un vistazo al calendario y tienen un hueco mañana 24 de diciembre a las 10:00 de la mañana.

Después de 10 días esperando, nos vemos el día de nochebuena pasando la mañana en el taller y eso que nosotros queríamos ya estar en el camping disfrutando de estos días tranquilamente. ¡En fin, es lo que hay, así que palante!

Barco pasando por el canal de Korinthos despues de sumergirse el puente

Aprovechamos el resto del día para dar algo de clase y cuando ya nos vamos a poner en marcha hacia Mandra, veo que se acerca un barco remolcado con pinta de ir a atravesar el canal. Como estamos aparcados muy cerca, se lo comento a Elena y nos vamos para allá a toda pastilla a ver si nos da tiempo a verlo pasar. Llegamos justito y aunque el barco no es muy grande, verlo pasar tan cerca impresiona bastante y es muy curioso ver como el puente en vez de elevarse para que pase el barco, lo que hace es sumergirse y volver a emerger cuando el barco ha pasado. ¡Es un puente sumergible!

Puente del canal de Korinthos emergiendo

Llegamos a Mandra y después de unas cuantas vueltas sin encontrar ningún sitio decente, nos quedamos a dormir en una calle con pinta tranquila y a la mañana siguiente nos vamos a buscar el Carglass. Las coordenadas del GPS debían estar mal y nos lleva al centro del pueblo. Evidentemente allí no hay nada que se parezca a un Carglass y tenemos que encontrarlo preguntando por aquí y por allá lo que nos lleva un buen rato.

Puente totalmente emergido

Lo encontramos requeteescondido en medio de un polígono industrial y aunque nos confirman la cita, nos dicen que tienen un problema con el técnico y que no va a poder estar hasta dentro de un par de horas. ¡Empiezo a sospechar que de verdad vamos a pasar la nochebuena en un taller de Carglass! Decidimos quedarnos a esperar allí mismo y muy amablemente nos permiten enchufarnos, usar el Wifi y hasta nos invitan a cafecito. La verdad es que aparte de la espera en sí, nos tratan estupendamente y se les ve apurados por la situación. Para provechar el tiempo, les ponemos una peli a los pekes y nosotros vamos adelantando cosas pendientes.

Al final después de esperar un par de horas viene el técnico y enseguida se ponen a cambiar el cristal que les lleva otra horita y media entre pitos y flautas y eso sin contar que después de colocarlo, hay que esperar una hora sin moverse para que se fije bien. Vamos que a las cuatro de la tarde estamos saliendo de Mandra con nuestro flamante cristal nuevo en dirección al camping Bacchus cerca de Lavrio donde queremos pasar la nochebuena y a donde llegamos poco después de las cinco y media con el tiempo justo de preparar la cena pero esa ya será la siguiente historia...

posted by Julio

Paramos en Kiparissia porque nos pilla de camino hacia Methoni. No sabemos nada en especial de esta pequeña ciudad griega y como llegamos por la tarde y nos vamos mañana por la mañana justo nos da tiempo a dar una vuelta con la autoca para buscar un sitio donde dormir, paseíto por el pueblo bajando hasta la zona de la playa y café en una de las cafeterías de la plaza.

Iker en el paseo de la playa en KiparissiaAprovechamos que hemos aparcado al lado de la cafetería y que tienen WIFI para acercarnos a por el portátil y hacer una conexión de Skype con la familia y ponerles al día de nuestras andanzas. 

Después vuelta a la autoca y bajamos hasta una explanada que hay al lado del puerto que es donde nos vamos a quedar a pasar la noche. Hacemos algo de clase, cena y a dormir.

Aparcados en Methoni con el fuerte al fondoAl día siguiente nos ponemos en ruta hacia Methoni, en el extremo suroeste del Peloponeso. Es muy conocido por el enorme fuerte en ruinas que tiene en el extremo de una pequeña península que sale del pueblo hacia el sur. Llegamos sin problemas y encontramos un pequeño parking al lado de la playa a 200 mts. del fuerte y del resto del pueblo. Un sitio fantástico para pasar una noche tranquila.

Entrada al fuerte con el puente y el foso a la vistaComo hemos llegado pronto, nos vamos a visitar el fuerte antes de comer. La entrada es como un pequeño puente de piedra de unos treinta metros de largo que cruza sobre un foso enorme. Después de recorrer un trecho siguiendo la línea de la muralla, se accede ya al interior del fuerte que es una gran explanada donde en su tiempo estaba la ciudadela protegida.

Los pekes sentados en el camino paralelo unos minutos antes de extraviarseLa recorremos siguiendo una sendero hacia el fondo y los pekes pueden moverse a sus anchas subiendo y bajando por donde quieren. En un momento dado, deciden irse por un camino paralelo al nuestro y se quedan atrás jugando a sus cosas. Nosotros seguimos hacia adelante pero al poco rato oímos llorar a Unai. Los tenemos ubicados aunque no los vemos desde donde estamos porque la hierba está muy crecida así que me retraso a buscarles a ver qué pasa.

Vista del fondo del fuerteCuando me voy acercando veo que hay una señora cogiendo plantas en una bolsa. Lleva un pequeño cuchillo en la mano que usa para cortarlas pero, al parecer, los pekes al verla, se han asustado y han querido dar la vuelta e ir por el otro camino pero se han despistado y Unai se ha puesto nervioso. Los veo al fondo con Unai llorando a moco tendido, mientras la señora, que ya me ha visto, les habla intentando explicarles que ya voy e Iker intenta tranquilizar a su hermano haciéndole unos mimos.

Llegamos hasta ellos y les damos un gran abrazo, aunque a Unai todavía le cuesta un rato recuperarse. ¡Se han llevado un buen susto y eso que estábamos al lado!

Torreon octogonal desde la salida de la murallaYa todos juntos llegamos hasta el fondo de la zona amurallada y pasamos a la pequeña isla comunicada con tierra por un puente de piedra. Esta isla alberga la torre octogonal que cierra la península por el sur y que se usaba como prisión y torre de vigilancia en su tiempo. Es una chulada y aunque no se puede subir hasta arriba, nos vamos satisfechos con la visita.

Vista de la muralla desde el torreon exteriorDespués de comer y de dar clase damos una vueltita por el pueblo y acabamos en una cafetería porque ya es de noche y no está para andar por la calle. El sitio esta genial y tiene una mesa de billar. Los pekes quieren probarla pero está ocupada. Al rato se queda libre y vamos a echar una partidita con ellos. Acostumbrados a los billares que conocíamos, buscamos donde hay que echar el dinero pero resulta que este es gratis. Es como un servicio más del bar. ¡Qué bueno!

Vista del conjunto Fuerte-Torreon desde la playa

Después de un par de partidas aprendiendo e intentando no romper el tapete, lo dejamos y jugamos un poco con nuestros juegos en la mesa y enseguida nos vamos para la autoca. En la mayoría de los bares y cafeterías griegos estamos encontrando el problema del tabaco. Aquí se permite fumar y nos pasa como nos pasaba hace unos años en España, que sales con toda la ropa oliendo a tabaco y ahora no estamos para echar ropa a lavar cada día aparte de respirar el humo que tampoco nos hace mucha gracia, así que en cuanto vemos que el ambiente se carga un poco, nos vamos.

Vista del fuerte de Koroni desde el puerto donde aparcamosAl día siguiente salimos hacia Koroni, un pueblo en el otro extremo de la península en la que nos encontramos. Hoy me he levantado un poco "plof" sin ninguna razón aparente y lo comento con Elena por el camino.

Concluimos en que será cosa de los biorritmos y que ya se pasará pero pocos kilómetros antes de llegar a Koroni una Pick-up que se cruza con nosotros, levanta una piedra y nos da en todo el centro del parabrisas, haciéndole una buena grieta aunque sin romperlo. Seguramente es necesario cambiarlo. ¿Alguien cree en las premoniciones?

Subiendo hacia el fuerte por las callejuelas de KoroniEsto que estando en casa es algo trivial, estando en Grecia ya no lo es tanto y tenemos que ver como lo solucionamos. De momento llegamos a Koroni y encontramos aparcamiento en el fondo del puerto. Hoy nos quedaremos aquí a pasar la noche.

Entrando en el fuerte de KoroniAunque estamos un poco preocupados hasta que sepamos cómo solucionar el tema del cristal, intentamos sustraernos y nos vamos de visita con los pekes al fuerte de Koroni aprovechando que hace bueno. Está en bastante mal estado y la visita no da para mucho así que volvemos a la autoca para comer. Yo me voy a dar una vuelta por el pueblo y veo una oficina de seguros y aprovecho para entrar y explicarles lo que nos ha pasado. No me pueden ayudar demasiado pero me consiguen el teléfono de Allianz en Kalamata y con esa información me voy para la autoca.

Haciendose arrumacos en el fuerteSé que esto va a ser complicado porque hablar inglés con alguien que tienes delante es bastante más sencillo que hacerlo por teléfono pero como no queda más remedio me pongo a la faena y después de un par de vueltas acabo hablando con alguien en Allianz Atenas que me da a entender que ellos directamente no pueden hacer nada y que tienen que enviarle la autorización desde España.

Las protecciones eran un poco precarias en algunas zonas del fuerteHablamos con nuestro agente de seguros en España y abrimos el siniestro pero vemos que lo más rápido va a ser cambiar el cristal en un Carglass griego pagando nosotros y reclamar después el dinero a la compañía  y eso hacemos. El Carglass que nos queda mejor en la ruta es el de Khorintos y allí pedimos la cita por Internet para el día 23 de diciembre que es lo más pronto que podemos conseguir. 

Jugando un rato en el parque que había al lado de la autocaMientras tanto nos quedamos en Koroni otra noche y en uno de los paseos para comprar pan, me fijo en una consulta de odontología que está muy cerca de donde estamos aparcados y se lo comento a Elena porque Unai tiene uno de los dientes que no se le acaba de caer mientras el nuevo está ya saliendo y nos gustaría que un dentista le echara un vistazo. Me acerco a ver si es posible y la chica que me atiende me dice que pasemos a las 14:30. ¡Perfecto!

Vista de la autoca desde la salida del fuerteDiez minutos antes, allí estamos puntuales toda la familia. Con Unai bastante nervioso y después de esperar un ratito pasamos. Son dos dentistas, la chica se llama María Helena y no conseguimos enterarnos del nombre de su compañero. En cuanto ven el diente nos dicen que sí que hay que quitarlo para que no moleste al nuevo que está saliendo. Cuando se lo digo a Unai, la idea no le gusta nada pero el trato que nos están dando es increíble y a pesar entendernos justito en inglés, controlan perfectamente la situación y consiguen que Unai este bastante tranquilo hasta que finalmente le quitan el diente casi sin que se entere y sin necesidad de anestesia. Como en consultorio está bastante cerca de donde estamos aparcados, nos preguntan por la autocaravana y les contamos por encima nuestra aventura y resulta que desde siempre también ha sido uno de sus sueños.

Vista de Koroni desde la carretera cuando ya nos vamosCuando vamos a pagarles no nos quieren cobrar y eso que han estado más de media hora con Unai. Al final nos vamos de la consulta felices y pensando en cómo agradecérselo y al día siguiente vamos a una pastelería del pueblo, compramos una tarta y nos acercamos a llevársela aprovechando para despedirnos. !Que grandes personas nos estamos encontrando!

posted by Julio

Después de bastantes días de ruta tenemos una bolsa de ropa para lavar considerable, así que ponemos rumbo a un camping (Ionion beach camping) que no está lejos y que se supone que está abierto y tiene lavadora y secadora.

En nuestra parcela del camping frente al marEsta vez sí. Llegamos y efectivamente está abierto y además tiene una pinta estupenda a diferencia de los camping que estamos encontrando abiertos en estas fechas que están bastante dejados. Estamos prácticamente solos así que nos colocamos en una parcela frente al mar y nos ponemos en marcha para realizar toda la intendencia pendiente que dejamos ventilada a lo largo del día.

Parque de columpios del camping

En el camping viven varias parejas de jubilados todo el año y andan pululando por allí. Nos preguntan de dónde venimos y nos enrollamos un poco con ellos.

De los campings que hemos visitado en Grecia hasta la fecha, este sin duda, es el que tiene mejores instalaciones y está mejor cuidado. Tiene una zona ajardinada enorme y un parque de columpios muy chulo que los pekes tienen para ellos solos.

Puerta de entrada al sitio arqueológico de OlympiaEl segundo día aprovechamos para ir a Pirgos que es la ciudad grande más cercana a hacer algunas compras de navidad y como acabamos pronto, nos acercamos hasta Olympia que queda a poco menos de 20 Kms.

Llegamos hacia las 14:00 y cuando aparcamos y vamos a mirar los horarios de visita, vemos que cierran a las 15:30. Preguntamos y nos dicen que en una horita se puede visitar y nos animamos porque no queremos volver a hacernos los 50 kms. otro día así que compramos los tickets y entramos (los pekes no pagan igual que en casi todos los sitios que estamos visitando).

Columna del templo de ZeusLos restos de la antigua ciudad olímpica están desperdigados por una extensión bastante grande de terreno y vamos paseando entre las piedras tranquilamente con los pekes trepando a todo lo que pillan. Creíamos que estábamos solos pero a mitad de camino nos encontramos con un grupo de personas sentadas en unas rocas charlando y cuando nos acercamos, uno de ellos nos grita algo pero no le entendemos y seguimos adelante.

Paseando entre columnasAl poco rato vuelve a la carga y otra vez nos grita algo pero como ve que no nos damos por enterados, al final se nos acerca una chica y nos dice en inglés, señalando a los pekes, que no se puede subir a las piedras. Parece que todo el grupo que estaba charlando eran los guardas del area.

Seguimos entre piedrasHay muchas zonas acordonadas y por supuesto las respetamos pero en el resto de las zonas los pekes van andando libremente por donde les apetece subiendo y bajando de las rocas, rocas exactamente iguales que en las que los propios guardas están sentados. A nosotros no nos parecía que estuvieran haciendo algo malo pero entendemos que las normas son las normas y no les permitimos subir más aunque de todas formas no se deben fiar mucho de nosotros porque la chica que ha venido a decirnos que no se puede subir, nos sigue durante todo el recorrido a una distancia prudencial pero sin perdernos de vista, por si acaso. ¡Somos peligrosos delincuentes anti patrimonio!

Tunel de entrada al estadio olimpicoDe todo lo que podemos ver, lo que más nos impresiona es el templo de Zeus y sobre todo el estadio porque casi puedes imaginarte a los atletas saliendo por el túnel y saludando al público.

Dentro de poco van a ser las 15:15 y los guardas ya se van la para la salida. Hay que cuidar el patrimonio pero sin pasarse, que total para cuatro gatos que quedamos. Imagino que según se acerca la hora de salida, milagrosamente, somos menos peligrosos.

Mirando algo en las piedrasSalimos de la zona arqueológica y damos un paseíto por el pueblo y en una de las tiendas de la calle principal sale una señora y nos empieza a contar la historia de que su hermano ha llevado el primer relevo de la antorcha olímpica (que sale desde Olympia) en dos ocasiones y nos enseña fotos y demás parafernalia. Al final saca una antorcha que por lo menos se parece a la olímpica y nos la deja para hacernos una foto. Aunque no nos pide nada, por supuesto que aprovecha para enseñarnos el muestrario de joyería artesana en plata que venden en la tienda, muy bonita por cierto.

Jugando en los columnpios

Seguimos por el pueblo y nos metemos en un bar a tomar un cafecito y a hacer algo de tiempo porque hemos quedado con Roge Blasco de Radio Euskadi para grabar una entrevista y no queremos que nos pille conduciendo.

Roge nos llama puntual y en cuanto terminamos de hablar, cogemos la autoca y nos volvemos para el camping que ya es de noche y no nos gusta mucho conducir de noche por carreteras que no conocemos.

Jugando con la autocaravana de PlaymobilAl día siguiente nos acercamos a otro pueblo llamado Vartholomio que queda cerca del camping para comprar el pan y de paso conocerlo. Encontramos una panadería cerca de donde hemos aparcado y la chica que la atiende habla un poco de inglés y después de preguntar de dónde venimos, nos enrollamos un rato hablando de la situación en Grecia que es un tema recurrente en cuanto empiezas a hablar con cualquiera por aquí.

Corriendo por la playa del campingBuscamos un bar y en la plaza hay un par de ellos así que nos decidimos por uno y nos pedimos nuestro capuccinos y cuando nos los traen, a los pekes les traen un sandwich de jamón york con tomate calentito cortado por la mitad. Pienso que vaya leche nos van a meter pero enseguida me arrepiento de ser tan malpensado porque solo nos cobran los cafés y encima bastante baratos comparados con los precios que nos estamos encontrando en Grecia. Si es que donde estén los pueblos pequeños…

Nos despedimos agradeciéndoles de verdad el gesto y volvemos al camping para pasar nuestro último día en él tranquilamente, escribiendo, dando clase, jugando, viviendo...

posted by Julio

Con mucha pena porque todos hemos disfrutado un montón en Kalogria, nos ponemos en marcha buscando avanzar hacia el sur por la costa. Nuestro objetivo es un aparcamiento en la playa de Kilini que hemos encontrado en Internet.

De camino hacia Kastro-KylliniLlegamos al pueblo a media tarde y aunque no nos vamos a quedar en él, tomamos nota mental de un par de panaderías y un enorme fuerte que se alza sobre una colina dominando toda la zona. Desde abajo tiene una pinta fantástica y seguramente vendremos a verlo mañana o pasado. Desde el pueblo todavía quedan unos pocos kilómetros descendiendo hacia el mar que recorremos enseguida y en diez minutos nos plantamos en el parking de la playa.

Parking de tierra al pie de las dunas de la playaEs un parking de tierra tras una banda de pequeñas dunas costeras. Aunque el día está despejado, el viento pega fuerte y hace frio así que aparcamos en una esquina donde los árboles y los cañaverales nos dan un poco de resguardo. No hay problema para elegir sitio por que sitio porque estamos solos.

Siguiendo la playa hacia el sur con una buena ventoleraLa tarde va avanzando y si queremos conocer un poco la zona, tenemos que salir ya o se nos hará de noche así que nos abrigamos bien y nos ponemos en marcha. Realmente lo único que podemos hacer es recorrer la playa que se pierde de vista tanto hacia el norte como hacia el sur. Nos decidimos por el sur porque al fondo se aprecian algunas construcciones y así curioseamos un poco por allí.

Los pekes salseando con las medusas

Andando por la orilla, el viento se nota más y aunque vamos abrigados, se hace un poco molesto y vamos un poco encogidos. Al rato de pasear por la orilla empezamos a ver unos bultitos en la arena a pocos metros del agua. Los pekes que se ponen a salsear con ellos pero me doy cuenta de que son medusas y les digo que tengan cuidado porque todavía pueden ser venenosas así que cogen un palo y a salvo de picotazos, juegan un poco con ellas.

Medusa sobre la arenaLlegamos un poco más adelante pero nos damos la vuelta enseguida porque sigue refrescando, el viento arrecia y encima a la vuelta lo tenemos de cara.

Llegamos a la autoca y nos sorprende ver en el parking una furgoneta de una parejita francesa. Hago una intentona de hablar un poco con ellos pero no se les ve con muchas ganas así que nos metemos en nuestra casita que ya apetece. La verdad es que se ha puesto bastante desapacible.

Llegando al castillo andando

Al día siguiente subimos al pueblo a por pan y de paso queremos subir a visitar el fuerte de Chlemoutsi. Se supone que se puede subir hasta arriba con el coche pero nos da la impresión de que el camino es bastante angosto y preferimos dejar la autoca aparcada en el pueblo y subir andando. Después de un paseíto de diez minutos estamos arriba. Menos mal que hemos aparcado abajo, porque aqui hubiera sido bastante complicado llegar y dar la vuelta.

Cachorros rodeandonos a la puerta del fuerteLo primero que nos encontramos, o mejor dicho, los primeros que nos encuentran a nosotros es una camada de cachorritos de perro que vienen hacia nosotros y nos rodean jugando. Detrás viene la madre y me pongo en guardia porque se supone que las hembras siempre van a proteger a sus crías pero en este caso se queda tan ricamente a nuestro alrededor como los cachorros.

Subiendo hacia la fortaleza central del castillo

Al principio los pekes no se arriman mucho pero jugamos un ratito con ellos y van cogiendo confianza. Entramos dentro del fuerte (después de pagar 3€ los adultos) y nos siguen y se vienen con nosotros. Recorremos el interior del fuerte que es muy chulo pero queremos subir a la muralla porque las vistas deben ser espectaculares y resulta que está cerrado por obras. (Todo el mundo aprovecha estas fechas para hacer las obras de reparación y conservación que es lógico pero en algunos casos nos resulta un poco frustrante).

Los pekes con el cachorrillo blancoEl resto del fuerte y la pequeña sala de exposición están bien pero no dan para mucho más y enseguida estamos en el patio central jugando otra vez con los cachorros. La mayoría se han desperdigado por ahí pero hay uno de ellos que se ha quedado con nosotros. Es el más blanco y tiene una mirada de bicho travieso increíble. Los pekes ya le han cogido confianza y lo cogen y todo.

Maqueta del fuerte en la sala de exposicionesA la salida del fuerte se reagrupan todos otra vez y aprovechamos para darles unas galletillas que llevábamos en la mochila. Se las zampan en un pispas, les hacemos unos arrumacos y nos siguen camino abajo hasta que su madre les llama al orden con un ladrido y se vuelven. ¡Que buen rato hemos pasado!

Hace bastante frio para estar en la calle así que nos metemos en un bar del pueblo y estamos un rato jugando y tomando un cafecito antes de movernos hacia donde queremos dormir esta noche que no está muy lejos.

Aparcados en la rotonda-parking donde vamos a pasar la nochePensábamos que era otra cosa pero al final resulta que el sitio es una especie de aparcamiento-rotonda al final de una carretera sin salida al pie de las dunas de la playa. No es que sea un sitio fantástico pero no nos apetece movernos para buscar otra cosa y nos quedamos allí que para pasar una noche ya nos vale.

Nos sacamos una foto mientras los pekes al fondo estan a lo suyoA la tarde bajamos a la playa a dar otro paseíto pero la verdad es que sigue haciendo bastante frio y tenemos que abrigarnos bien. Recorremos otro tramo de la playa más al sur pero no nos entretenemos mucho antes de darnos la vuelta y volver para meternos en la autoca que apetece.

Hoy tarde casera y mañana a buscar un camping con lavadora que la ropa empieza a acumularse.

posted by Julio

Como hemos salido después de comer desde Astakos, llegamos a Messolongi a media tarde y el sol está ya bastante bajo. El GPS nos lleva directos hasta el parking exterior de un hotel que en estas fechas parece cerrado.

Frente al parking hay una especie de laguna marítima que hoy está como un espejo. Las barcas que están fondeadas parece que están flotando en el aireBarcas flotando sobre el mar completamente quieto. ¡Increible!

Es domingo y como hace un día muy bueno, en esta zona hay mucha gente paseando. Nos unimos nosotros también y vamos recorriendo la acera que sigue la carretera hasta que llegamos a una zona con varias pistas deportivas y entre ellas, un campo de futbol que aprovechamos para echar otro partidito. Creo que llevo ya cuatro entre ayer y hoy pero esta bien hacer algo de ejercicio de vez en cuando.

Partidazo en la hierba artificialCuando nos cansamos de jugar volvemos hacia la zona del hotel pero dando un rodeo por la parte trasera que es donde está el puerto y la marina de Messolongi con algunos bares y cafeterías. El sol se está poniendo ya y el espectáculo es grandioso y nos quedamos a  disfrutarlo a conciencia.

Barcos en la marina de Messolongi al atardecerYa sin sol pero aprovechando la luz que todavía queda, acabamos de recorrer todo el paseo hasta llegar a la  autoca y vemos que justo detrás nuestro ha aparcado un coche que por alguna razón no me gusta y le digo a Elena que nos vamos a mover al otro lado, a la zona del puerto que para pasar la noche me gusta más. Probablemente no sea nada pero estamos aprendiendo a fiarnos de nuestras sensaciones y por si acaso...

El sitio a donde quiero ir está muy cerca así que en dos minutos estamos tranquilamente aparcados y siguiendo nuestras rutinas vespertinas, hacemos algo de clase, cenamos y a dormir.

Puente colgante sobre el golfo de Conrinto para pasar a PatrasAl día siguiente salimos de Messolongi con intención de entrar ya en el Peloponeso a través del impresionante puente colgante que une las dos orillas del golfo de corinto y permite llegar a la ciudad de Patras. Aunque cada vez que me acerco a un puente de estos me pongo nervioso pensando en el viento, hoy la verdad es que no sopla nada y lo cruzamos tranquilamente y sin despeinarnos. Paramos en Patras para hacer unas compras pero enseguida dejamos la ciudad y nos ponemos rumbo a nuestro punto de pernocta.

Pa que me voy a quitar, si estoy muy a gusto!!!Nuestra idea es llegar hasta un área que tenemos documentada cerca de Araxos, en un pueblecito llamado Kalogria. Cuando ya nos quedan pocos kilómetros para llegar, el paisaje cambia y se convierte en una enorme llanura verde sin muchos signos de civilización, con bosques de pinos a los lados de la carretera, vacas pastando cada poco trecho y una sensación de haber cambiado de planeta. Es como si estuviéramos en un sitio completamente distinto al que estábamos viendo hasta hace unos minutos.

Aparcados en la playa de Kalogria

Llegamos al área pero está cerrada. Preguntamos en una casa que está al lado y por mímica deducimos que nos sabe nada del área. Enfrente hay un hotelito rural (Que por cierto, es precioso. Típico sitio para perderte unos días en busca de paz y tranquilidad) que ahora está cerrado pero hago una intentona y llamó al timbre de la recepción por si acaso. Me responde un chico y esta vez sí que puedo hablar en inglés con él. Me dice que no sabe nada del área, que el dueño no está pero que si queremos podemos pasar la noche aparcados en el parking del hotel y hasta podemos coger agua de una toma que tiene para el jardín. ¡Fantastico!

Aprovecho y le pregunto por la playa y me dice que está cerca a unos 500 mts. y me indica cómo llegar así que con el tema de dormir solucionado, comemos y nos vamos hacia allá. 

Vista de la autoca en el parking de la playa desde la dunaEfectivamente, siguiendo la carretera llegamos enseguida y nos quedamos alucinados. Imaginaros: Un cielo azul intenso de media tarde, un parking de tierra frente a la playa completamente vacío, una enorme playa de arena fina cortada a unos trescientos metros por una cresta rocosa y como guinda, unas enormes dunas que trepan hacia el monte al fondo de la playa. ¡Impresionante!

Sentados en lo alto de la duna después de una buena subidaElena y yo nos quedamos un rato mirando el cuadro como embobados mientras los pekes, que para estas cosas son más practicos, corren hacia la orilla sin fijarse mucho en todo lo demás. ¡Que atracción por el agua, por dios! Al poco rato vamos tras ellos y nos quedamos por allí mientras ellos juegan un rato en unas pequeñas islas que se han formado en la orilla. Cuando ya se han aburrido de saltar de isla en isla, les decimos que miren hacia el fondo y en cuanto ven las dunas, salen corriendo como locos hacia ellas. ¡Cuánta energía concentrada!

Mirando el atardecer desde lo alto Llegamos tras ellos a nuestro paso y las dunas están preciosas, iluminadas por un sol que está ya cayendo. Los pekes disfrutan de lo lindo subiendo, bajando, rodando, saltando…  Vemos que no queda mucho para que se ponga el sol y Elena y yo decidimos subir hasta arriba de la duna para verlo. Es un momento realmente mágico aunque en cuanto el sol desaparece, nos tenemos que mover porque la temperatura cae en picado y no estamos muy abrigados. Los pekes se lo están pasando tan bien que nos cuesta horrores sacarles de allí y al final tenemos que prometerles que al día siguiente volveremos por la mañana para pasar otro rato en las dunas.

Probando el carton-surf sobre la duna

Después de una tranquila noche en el parking del hotel, desayunamos y volvemos a la playa como les hemos prometido. Intentamos hacer una pequeña excursión por la zona de bosque que empieza al final de las dunas pero es demasiado espeso y no hay senderos claros así que desistimos y nos dedicamos a tirarnos por la pendiente de arena de todas las formas que se nos ocurre. He llevado un cartón para probar y nos lo pasamos genial con él. Al final, los pekes pasan del cartón y se tiran de cabeza nadando directamente sobre la arena. ¡Cómo hemos disfrutado!

Tirándose de cabeza por la pendiente de arenaDe vuelta a la autoca hay que hacer limpieza general antes de entrar porque tenemos arena hasta en las orejas y como vamos a comer aquí, los pekes se quedan un rato jugando en la zona de arena frente a la autoca hasta que la comida esté lista. Yo aprovecho y me voy paseando hasta el otro extremo de la playa porque desde arriba de la 

duna, he visto con los prismáticos que había otra autocaravana aparcada y quiero ver el sitio.

Los pekes jugando un rato antes de comerResulta que siguiendo la playa más o menos a un kilómetro hacia el sur, hay un enorme parking de tierra de un restaurante que ahora está cerrado, con dos autocas aparcadas. Me quedo un rato a hablar con un jubilado alemán de una de las autocas y me cuenta que ahora dejan estar pero que cuando el restaurante está abierto, enseguida llaman a la policía para desalojarlo. Una pena porque el sitio está genial y si lo hubiéramos encontrado ayer, nos hubiéramos quedado aquí a dormir con algo de compañía.

Recorro la playa de vuelta disfrutando de mi ratito en soledad y después de una comida ligera nos ponemos en marcha hacia la playa de Kyllini. Hoy queremos dormir allí.

posted by Julio

Cuatro por el mundo - Diseño original de Patricia Pérez

Salimos un 4 de octubre de San Sebastián con las mochilas llenas de ilusión y todo por aprender de nuestra nueva forma de vida. Dentro de muy poco llevaremos ya tres meses de viaje y poco a poco vamos aprendiendo esas cosas que solo te enseña la experiencia.

Las navidades parecían muy lejanas entonces pero ya están aquí y aunque estamos viviendo nuestro sueño y disfrutamos a tope de cada día, esto es así porque sentimos que tenemos un pequeño rincón del mundo al que volver y un increíble grupo de personas que nos estarán esperando allí y a las que ahora echamos mucho de menos.

Sabemos que lo hemos elegido nosotros y que estamos donde queremos estar, pero por un momento nos apetece dejarnos embargar por la nostalgia y disfrutar de ella, y nos apetece también echar de menos a nuestras familias y a nuestros amigos y soñar que mañana cuando nos despertemos, el Olentzero nos habrá traído sus besos y abrazos envueltos en papel de regalo.

Estamos a miles de kilómetros pero creernos si os decimos, que nunca hemos estado tan cerca y nunca hemos sentido tanto vuestra presencia. Nadie está lejos si alguien te recuerda.

¡Feliz navidad, Zorionak y gracias por estar ahí!

¡Os queremos, os necesitamos!

 

posted by Julio

Vamos camino de Nidri, un pueblito en la isla de Lefkada desde el que parten barcos que hacen cruceros por las islas cercanas, entre ellas la isla de Skorpios, (que creo que es la isla que se compró Onasis y que ahora querían vender sus herederos. Lo digo por si a alguno le sobran unos euritos, je, je…)

Laguna marina como un plato llegando a LefkadaPara llegar hasta la isla hay que pasar por una carretera que la une con el continente con una especie de laguna marítima a los lados que hoy esta como un plato y refleja todo como un espejo. Unas imágenes espectaculares.

Puente flotante camino de LefkadaTambién hay que pasar por una especie de puente flotante al que no se les ha ocurrido otra cosa que ponerle el firme con barritas transversales y por muy despacio que pases, parece que se nos va a desmontar la autoca. Menos mal que son solo cien metros.

Nidri - Aparcados en el PuertoAl final llegamos a Nidri y como no sabemos muy bien donde nos vamos a poder quedar, nos dejamos llevar y acabamos en el puerto aparcados cerca de los ferrys que salen desde aquí en dirección a las islas. También están atracados los enormes yates que en verano llevan a la gente a pasar el día entre las islas. Tienen unos toboganes impresionantes desde los que lanzarse al mar.

El puerto no es muy grande, así que lo recorremos enseguida. En medio de uno de los jardines hay una estatua de Aristóteles Onasis con un lema en Griego e Inglés, algo así como: "Cada hombre debe labrar su propio futuro", Un buen lema para ponerse en marcha.

Los pekes llamando la atencion del FerryNuestro paseo por el puerto coincide con la salida de uno de los ferrys y los pekes consiguen arrancarle un saludo al operador de la puerta de embarque gritando desde la orilla. ¡Se están soltando bastante últimamente!

Yates que hacen paseos en verano y que tienen su base en Nidri.Después nos movemos a la calle principal para conocerla y de paso hacer unas compras y encontramos una pastelería donde podemos comprar unas pizzas de ración y ademas tienen una especie de donuts-rosquillas que les encantan a los pekes. ¡A almorzar tocan! Paseamos un rato más hasta el final de la calle y volvemos para comer.

Después de comer y fregotear, salimos a dar otro paseíto y tomar un capuccino en una terracita del puerto. El tiempo no acompaña demasiado hoy y el día no da para más así que después del café, vuelta para la autoca y aprovechamos para hacer algo de clase. Al final no movemos la autoca y nos quedamos a dormir aquí.

Paseando por la costa en MitikasAl día siguiente volvemos al continente y nos ponemos camino de Mitikas, un pueblito costero al que llegamos poco antes del mediodía. Hace bueno pero el viento es fresquito y nos abrigamos para salir a pasear por el pueblo. Es impresionante como las casas llegan prácticamente hasta el mar aunque dejan unos pequeños pasillos para que pueda pasar la gente que quiera pasar desde la calle trasera.

Casas hasta el egua en MitikasRecorremos por el exterior casi toda la línea costera del pueblo que no es mucha y cuando volvemos nos damos de bruces con un campo de futbol que es el patio del colegio del pueblo. Como es sábado no hay nadie pero está abierto y entramos y echamos un partidillo. Hay que aprovechar todas las oportunidades que no sabemos cuándo encontraremos el siguiente campo. Esta vez hasta Elena participa, se pone de portera y nosotros a marcarle goles. 

Partidillo en el patio del colegio en MitikasEstamos a mitad de partido cuando unos señores que llevan un rato junto a un coche al lado del campo, nos llaman y al ver que no hablamos griego se cortan un poco pero se les ve bastante desesperados y nos explican por señas que la puerta del conductor del coche no les abre y que la que pueden abrir que es la del copiloto, como el coche está muy pegado a la pared, solo se abre un poco y ellos no pueden entrar para abrir la otra desde dentro. Me dicen a ver si alguno de los pekes podría ayudarles.

Intercambio una mirada con Elena y como no vemos peligro, les pregunto a los pekes si se animan y Unai dice qMtikas - Impresionante garganta como telon de fondoue sí.  Con cuidado se mete en el coche por la pequeña apertura de la puerta y lo abre siguiendo nuestras indicaciones desde fuera. Los dos señores y una señora mayor que iba con ellos le aplauden, le felicitan y le dan la mano. ¡Héroe por un rato!

Después de tomar algo en un bar del pueblo y jugar un rato con los pekes, seguimos nuestro camino hacia un área que está a pocos kilómetros y que, cuando llegamos, resulta estar cerrada. Como todavía tenemos tiempo, decidimos que seguimos costeando hasta el siguiente pueblo que está a unos 25 kms.

Astakos - Aparcados en el puertoEl pueblo se llama Astakos y está en el fondo de una gran bahía, guardada por unas peñas impresionantes. Aparcamos cerca del puerto pesquero y mientras los pekes juegan un rato y Elena prepara la comida, hago mi paseo de reconocimiento y resulta que el pueblo es muy bonito con un enorme paseo marítimo, un parque precioso enfrente y unas instalaciones deportivas que incluyen un campo de futbol de hierba artificial abierto. Un sitio fantástico para quedarnos a pasar el día.

Astakos - Paseo maritimoDespués de comer nos vamos al campo de futbol y echamos otro fantástico partido en el campo de hierba. ¡Me ganan por 20 a 18, vaya soba que nos hemos metido! Ya empieza a anochecer y viene Elena a buscarnos después de haberse dado un paseo tranquila sacando fotos. Nos volvemos para la autoca y damos una vuelta por el pueblo y nos metemos en una cafetería del puerto que tiene una zona con calefacción donde se está goxo-goxo.

Al día siguiente queremos salir pronto pero como amanece tan bueno y a los pekes les ha encantado el campo de futbol (la verdad es que es una gozada poder jugar tirándose por los suelos sin hacerse daño y con vallas para que no se salga el balón) y quieren ir también esta mañana así que cambiamos el plan y nos quedamos a pasar la mañana y ya saldremos después de comer.

Astakos - Parque cerca de donde estamos aparcados

Aunque cuando llegamos al campo de futbol está ocupado por unos chavales mayores, esperamos un rato y cuando terminan el partido empezamos el nuestro. Otro partido memorable. Los pekes van aprendiendo a jugar en equipo y cada vez cuesta más quitarles el balón.

Astakos - Unai escalando en el parque

Cansados y satisfechos volvemos para la autoca pero como el parque infantil nos pilla de paso, hacemos otra parada y pasamos otro buen rato subiendo y bajando por los columpios y los toboganes. Desde el parque hay una vista espectacular de la peña que guarda el pueblo por el oeste. Con la luz de la mañana está sencillamente precioso. Llega el mediodía casi sin enterarnos y nos vamos a comer que hay hambre de verdad.

Vista general de Astakos desde la carretera hacia MessolongiJusto antes de salir hacia nuestro siguiente destino, se nos antoja un cafecito y me acerco a una especie de "tienda de todo" que tenemos enfrente y efectivamente la chica me dice que sí que prepara cafés para llevar y nos prepara dos "capuccino fredo" increíbles por un eurito cada uno. Nos sorprende el precio porque en Grecia nos está costando encontrar sitios donde tomar un café por menos de 2 euros. ¡Qué bueno estaba!

Nuestro siguiente destino: Messolongi.

posted by Julio

Sin tener mucha más información que la foto de una postal que casualmente hemos comprado en Igoumenitsa, nos ponemos en marcha hacia Parga.

Representacion de iglesia en miniatura en el arcen de la carreteraNos llama la atención en nuestro recorrido que por todas las carreteras griegas nos hemos encontrado en los arcenes, con representaciones en pequeño de iglesias o ermitas con velas e imagenes de santos en su interior. Por lo que hemos leido son recordatorios de personas accidentadas. Curioso.

Los pekes mirando los peces y con ganas de tirarse al aguaLlegamos poco antes del mediodía a Parga y recorriendo su calle principal, nos parece un pueblo costero normalito pero cuando bajamos hasta el puerto, nos quedamos flipados. El puerto no es muy grande pero suficiente y las aguas son increíblemente trasparentes. De verdad que daban ganas de ponerse en bañador y tirarse de cabeza a bucear de lo precioso que se veía el fondo desde la dársena central.

Isla en medio de la bahia con su ermita y embarcaderoLa bahía que forma el puerto y el paseo marítimo y desde la que crece el pueblo remontando la ladera, tiene una pequeña isla central a menos de 200mts. con un embarcadero y una diminuta ermita al lado. El cuadro es bellísimo y Elena se queda prendada y con ganas de ir a la isla. Imagino que en verano habrá un montón de barcos que te lleven, pero ahora me temo que no.

Vista del lado derecho de la bahia la colina del fuerte al fondo

Durante nuestro paseo por el puerto hemos visto que la bahía se cierra por su derecha con un fuerte en lo alto de la ladera pero no vemos un camino claro de subida. Preguntamos en una tienda de juguetes (donde los pekes han estado dándoles ideas a Olentzero y a los reyes magos) y nos dicen que desde la calle paralela al puerto hay una escalera que sube derecha y que no tiene perdida.

Los pekes subiendo la cuesta hacia el fuerte a toda pastilla. Nos costaba seguirles!Allá que vamos y enseguida encontramos la subida que se empina sin piedad entre casas, tiendas y restaurantes hasta que llegamos a la entrada, guardada por una puerta de rejas y pinchos que, gracias a dios, está abierta.

Puerta de entrada al fuerte. ¡Menos mal que está abierta!Recorremos el fuerte en ruinas y aprovechamos para jugar a caballeros medievales con los pekes pero sobre todo, disfrutamos de las increíbles vistas sobre el pueblo, sobre la bahía y sobre el Jónico en general. Nos resulta muy difícil captar con la cámara la sensación que tenemos mirando desde allí el color verde del agua, con la bahía enmarcándola y la isla en el centro. ¡Una pasada!

Vista general de la bahia con la isla en el centro. PreciosoImagino que el día espectacular que hace con 18 graditos al mediodía y un cielo limpio y azul, ayuda también para que nos parezca precioso, pero este pueblo merece realmente una visita. (También hay que decir que acabamos de empezar nuestro recorrido por Grecia y a lo mejor después flipamos tanto que esto nos parece normalito. ¡Ojala!)

Aparcados en Ammoudia, en la arboleda de la playaHoy teníamos pensado llegar hasta Ammoudia, otro pueblo costero más al sur para ir haciendo kilómetros así que nos ponemos en marcha y en un rato nos plantamos allí. El sitio que tenía marcado en el GPS es una arboleda frente a la playa que en estas fechas está vacía como de costumbre. Parece un sitio muy tranquilo y agradable para pasar la noche así que paramos y Elena se lía con la comida que ya es un poco tarde. Hay días que nos liamos un poco con el recorrido y acabamos comiendo a las 4 y hoy es uno de esos días.

Vista de la autoca desde el otro extremo de la playaMientras, aprovecho y me voy andando hasta el otro extremo de la playa y encuentro un sitio genial para pasar la noche que está más cerca del centro del pueblo, del canal de salida y del espigón y que no se veía desde la arboleda. Además hay otra autoca aparcada. Vuelvo y se lo cuento a Elena y decidimos que ya nos moveremos después de comer (Aunque me arruga un poco el morro, ya se ha acostumbrado a que soy un poco maniático con el sitio de aparcamiento y me deja hacer, je, je)

Todavía tengo un ratito para dar cuatro patadas al balón con Unai, usando dos árboles como  portería aunque enseguida nos llama para comer.

Los pekes saltando de roca en roca por el espigonTerminamos y nos movemos al otro sitio que realmente está mejor y justo-justo nos da tiempo a dar un pequeño paseo por el espigon antes de que se ponga el sol. Bueno, el paseo lo damos nosotros porque los pekes aprovechan para practicar su deporte favorito: saltar de roca en roca, y como se recorren el espigón entero de esa guisa, para cuando llegan al final se nos ha ido la luz y nos tenemos que volver porque empieza a hacer bastante frio y hay muchos mosquitos (estamos al lado de una especie de ría con bastante vegetación en los márgenes).

Volvemos a nuestra casita con ruedas y aprovechamos para dar clase y hacer una cena tranquilita.

Vista de nuestro nuevo emplazamiento desde el final del espigonA la mañana siguiente quiero buscar un sitio para comprar pan antes de salir pero no veo ninguna tienda en la zona donde estamos. Entro en la única cafetería que veo abierta y resulta que está atendida por una señora mayor que no entiende ni papa de inglés. Le hago el gesto de escribir y me deja un papel y un boli y le dibujo una barra de pan digna de una partida de pictionary.

Me hace un gesto como que me ha entendido, desaparece un momento por una puerta y aparece a los pocos segundos con dos panes, uno redondo y otro como si fuera de molde. Me decido por el redondo y más feliz que una perdiz, me vuelvo para la autoca con la primera misión del día cumplida.

Después de un buen desayuno con tostaditas del pan recién comprado, ponemos un nuevo rumbo. Nuestro siguiente objetivo: La isla de Lefkada.

posted by Julio

Después de una noche de descanso reparador, despertamos aparcados en la puerta del camping Elena a donde llegamos ayer a la tarde tras nuestro periplo por Montenegro y Albania.

Unai a la puerta del Camping cerrado con un perrito que vivia allíDesayunamos tranquilamente y nos vamos a buscar nuestra segunda opción. Un parking  que se supone está al otro lado de Igoumenitsa en la zona de Drepano's Beach. Atravesamos toda la calle principal, frente al puerto y vemos que está plagada de bancos y de cafeterías y hay muchísimo movimiento de gente.

Enseguida llegamos a la zona que en realidad es una prolongación de la línea de costa por el norte de la ciudad y vemos la zona de aparcamiento. Es una arboleda sobre la misma playa a ambos lados de la carretera. Un sitio precioso pero no tenemos donde enchufarnos y tampoco vemos donde coger y vaciar el agua.

Arboleda frente a la playa donde se quedan las autocas en veranoA unos 100 mts. hay un camping (Camping Drepano) pero en estas fechas está cerrado. Como ya casi es la hora de comer, nos aparcamos en la puerta del Camping y mientras Elena prepara la comida, yo me voy a dar una vuelta por los alrededores a ver si veo alguna posibilidad de enchufarnos o coger agua.

A unos 200 mts. Del camping hay un restaurante que, según hemos leído, en verano permite coger agua y tiene WCs pero ahora también aparece cerrado. Al otro lado de la carretera, frente al restaurante hay una roulotte aparcada y con un cable eléctrico echado desde el restaurante aprovechando la altura de los árboles para cruzar la carretera. Esto me llama la atención y doy una vuelta por los alrededores pero no veo a nadie así que vuelvo a buscar por la zona del restaurante y por lo menos, encuentro un grifo donde podemos coger agua.

Arboleda junto al camping vista desde la carretra al atardecerYa voy a volverme para la autoca cuando aparece un señor al lado de la roulotte y me hace señas para que me acerque. No habla inglés pero por señas le explico que queremos acampar pero el camping está cerrado e intento preguntarle como ha hecho él para enchufarse.

No se si me entiende pero me dice que el camping no está cerrado. Bueno, me hace un gesto como que está cerrado a medias pero me dice que vaya con él. Le sigo por toda la carretera hasta el camping, entramos por una puerta lateral que está abierta y me lleva directo a uno de los edificios donde encontramos a un chico que está allí preparándose la comida.

Aparcados ya en el camping frente a la playa de DrepanoHablan algo entre ellos y como el chico habla algo de inglés, le explico que si podemos quedarnos y me dice que si, que no hay problema y nos abre la puerta exterior. Todavía no puedo creérmelo y corro a la autoca donde Elena está acabando de preparar la comida y le digo que lo recoja todo que nos movemos. Lo asegura todo como puede y en cinco minutos hemos pasado de estar en la calle a estar en nuestra parcela del camping frente a la playa, enchufados, con WIFI y por 11,00€/día. ¡Los ángeles existen!

Los pekes jugando en un parque de IgoumenitsaComemos ya más tranquilos y comprobamos que se nos había olvidado pedir el SIM de comunicaciones para tener Internet en Grecia a través de nuestro Router GOODSPEED y aprovecho que tenemos WIFI y que estamos en el camping para gestionar el pedido y poner como dirección de envío la del propio camping. Aunque nos lo mandan por correo express, con un fin de semana de por medio, van a ser cinco o seis días de espera y nos mentalizamos de que nos toca quedarnos aquí hasta que llegue.

Dando una vuelta por el paseo maritimoEl tiempo nos está acompañando y disfrutamos de nuestra estancia en el camping. Igoumenitsa está a unos 5 kms. y casi todos los días vamos un rato para conocerlo, hacer la compra, ir al parque con los pekes, tomar un cafecito o simplemente pasear por el puerto.

Queremos aprovechar también para buscar una lavandería pero las dos que encontramos en Internet, hace tiempo que han cerrado. Le pregunto a Pano (el chico del camping) pero no conoce ninguna y en el camping no tienen lavadora.

Jugando con Ringo en la playa frente al campingSe me ocurre que quizá en alguno de los hoteles que hay en la ciudad tendrán servicio de lavandería y al día siguiente vamos a preguntar a uno de ellos. El hotel no tiene pero me indican que a un par de calles del hotel hay una. La encontramos fácilmente pero es una lavandería en seco. Les pregunto si podemos hacer una colada y resulta que por 10€, nos hacen lavadora y secadora completa. ¡Aleluya!

Encantados, les traemos nuestro saco de ropa para lavar y nos dicen que eso no entra en una y que son dos lavadoras por lo menos. Ya nos lo imaginábamos así que se lo dejamos de todas formas y al día siguiente lo recogemos todo limpito, dobladito y oliendo rico-rico.

Jugando al futbol en las canchas de tenisLe contamos a Pano que estamos pendientes de recibir un paquete de Finlandia con el SIM de comunicaciones y nos comenta que tiene un amigo en correos y que ya le va a preguntar. El primer día que pregunta no ha llegado el paquete pero al día siguiente viene a la autoca con el sobre en la mano. ¡Qué persona tan fantástica! No sabemos cómo agradecérselo porque creo que a nosotros nos hubiera costado bastante hacernos entender en correos para recoger un paquete que seguramente tendrían pendiente de repartir los carteros y hubiéramos tardado 2 ó 3 días más en recibirlo.

Atardecer desde la arboledaEn estos días en el camping hemos disfrutado de unos atardeceres increíbles frente a la autoca, hemos jugado y compartido nuestra comida con Ringo, un perrito que vive en el camping y que nos viene a saludar cada mañana en cuanto nos oye salir afuera, hemos jugado a futbol en las canchas de tenis del camping, hemos paseado por la playa y hemos hecho otro montón de cosas sencillas de las que hemos disfrutado muchísimo.

!Pano, un abrazo de los cuatro y mil gracias por tu ayuda!Pero ahora toca seguir y con la despensa y los depósitos llenos y una gran pena en el corazón por despedirnos de Pano y de Ringo, nos ponemos en marcha hacia el sur.

! Un tremendo abrazo de los cuatro, que grandes sois!

 

 

¡Ahora empezamos de verdad nuestro periplo Griego!