Aunque escri...
Markala-Tekirdag - Por fin Turquía
Con un día bastante fresquito salimos del camping de Alexandroupolis con intención de pasar la frontera y dormir ya en Turquía. Por si acaso hacemos la compra en Grecia antes de cruzar la frontera. Después de ser nuestra referencia para hacer la compra en todos los países por donde hemos pasado, este va a ser nuestro último LIDL en un par de meses porque en Turquía no hay. Por lo menos así tenemos despensa hasta que nos hagamos un poco al país.
Antes de dejar definitivamente Alexandroupolis, damos un par de vueltas por la ciudad cortesía de nuestro GPS y su tendencia innata a buscarnos el camino más corto aunque sea a costa de meternos por las calles más intrincadas y estrechas. Al final no le hacemos ni caso y vamos a la antigua que para estos casos es lo mejor y conseguimos enfilar hacia Turquia.
Llegamos en seguida a la frontera y más o menos ya habíamos estado mirando como tenía que ser el trámite. Hacen la primera revisada de pasaportes y nos mandan a comprar los visados. La primera sorpresa es que de inglés muy muy justito. Además a los griegos les pillaba todo cuando hablaban en ingles pero aquí no me entero de la mitad de lo que me dicen, Imagino que todavía me tendré que hacer al acento turco.
Ya con el visado puesto nos sellan la fecha de entrada y me mandan a por el sello de entrada del vehículo que es en otra garita un poco más adelante. Allá vamos, les presento todos los papeles y me miran raro. No les entiendo muy bien pero imagino que como no ven ningún coche porque he aparcado un poco más adelante no saben que quiero. Les señalo la autocaravana y todavía me miran más raro como si no hubiera pasado ninguna en tres meses.
Al final sale el chico de la garita y me dice "Control, control" y me acompaña hasta la autoca. Yo supongo que será para echar un vistazo como ya nos pasó en Albania y le voy abriendo el garaje y lo que me va pidiendo, sube y echa un vistazo dentro y yo creo que se asusta un poco con el orden desordenado que tenemos y al bajar me dice algo. Le pongo cara de que no le entiendo y el hombre se esfuerza hasta que le entiendo que tengo que vaciar el garaje porque quieren pasar la autoca por el control de rayos X.
Le digo que eso es imposible y que podemos estar allí todo el día. No sé si me entiende pero por la cara de susto que he puesto creo que lo ha pillado y se va a hablar con otro encargado y al poco vienen los dos y me dicen que "no problem" y que pasamos la autoca por rayos X pero sin vaciarla previamente. ¡ufff, menos mal. Si la tenemos que vaciar me da un yuyu!
Nos pasan delante de un camión que está esperando también para ser revisado, la subo en la plataforma y nos vamos todos fuera mientras la radian para verle las tripas. Después hacen un pequeño registro manual, pura rutina porque no remueven mucho. Echan también un vistazo dentro de nuevo y listo. Vuelta a la garita y papel del vehículo sellado. ¡Y solo llevamos aquí una hora! Todavía nos queda por pasar el último control donde hay que entregar todos los papeles que nos han ido dando los demás y ¡Voila!, estamos dentro.
Lo primero que queremos mirar por curiosidad es el precio del gasoil porque habíamos leído que era bastante caro. Vemos precios sobre las 4,5 liras que equivale a 1,5€. Es caro pero no tanto que pensábamos nosotros. También confirmamos que Turquía es el país del Gas LPG y lo vemos en todas las gasolineras por las que pasamos. ¡Bien! Una cosa menos de la que preocuparse.
Llegamos hasta el pueblo de Markala que era nuestro primer destino pero no acabamos de encontrar un sitio que nos guste y tiramos hasta nuestra segunda opción que es un área de picnic a unos 8 kms. en un pueblito llamado Evrenbey, al lado del pantano de Karaidemir. Tardamos un ratillo en llegar porque la carretera es de tercera regional pero por lo menos el área está abierta. Imagino que en primavera y verano estará un poco mejor pero ahora está toda bastante descuidada y llena de barro. Al final nos aparcamos en frente a unos barracones porque estamos más protegidos del viento que hoy pega aquí fuerte y frio.
Me pongo a escribir un poco en el asiento del copiloto mientras Elena hace clase con los pekes cuando me tocan la ventanilla. Es un señor mayor y parece un poco enfadado. Me bajo, le saludo y le pregunto si hay algún problema con dormir allí pero no habla ni papa de inglés y nosotros ni papa de turco así que por señas nos entendemos y me acaba diciendo que no hay ningún problema y que durmamos allí y me hace un gesto como que el vigila por la noche. Debe ser el guarda del área que vive en la casa que hay un poco más abajo. Igual hemos sido un poco descorteses y habríamos tenido que ir a saludarles y a presentarnos. Tomamos nota.
Yo sigo con lo mío y al rato llega un coche con cinco chicos que imagino vienen de trabajar y se meten en el barracón. Parece que están viviendo ahí. Una autocaravana en la puerta es la atracción del día y por supuesto pasan a saludarnos e intentar hablar pero la barrera idiomática es un problema. Hacemos un poco de mímica, nos saludamos y poco más. Al rato vuelven a salir para decirnos por señas que están preparando la cena y a ver si queremos comer algo. Nosotros estamos preparando también la nuestra pero les agradecemos mucho la invitación. ¡Que hospitalidad, nos está gustando Turquía desde el primer día!
La noche pasa ventosa pero tranquila. Por la mañana cuando nos levantamos, los chicos del barracón ya se han ido a trabajar (¿he dicho ya alguna vez que no solemos madrugar mucho?). Desayunamos y nos ponemos en marcha. Tenemos pensado ir hasta un pueblo llamado Marmaraeglisi porque hay un camping y saltarnos Tekirdag que es la primera ciudad grande que se encuentra después de la frontera pero finalmente paramos en Tekirdag para sacar dinero porque no tenemos liras turcas y no podemos ni comprar el pan.
Aparcamos en la carretera y no me cuesta demasiado encontrar un cajero en una de las calles principales. Según vuelvo para la autoca, veo que justo detrás de donde estamos hay un parking enorme con mucho sitio y con un par de parques y una zona de atracciones para los pekes. Lo comento con Elena y decidimos que vamos a entrar y aparcarnos para echarle un vistazo.
La entrada esta unos cien metros siguiendo la carretera y no hay barreras ni nada así que para adentro. Cuando ya estamos en el parking veo que al fondo junto a unos edificios hay otra autocaravana aparcada y me dirijo hacia allí.
Aparco a unos cincuenta metros, me acerco andando hasta la autoca y enseguida sale el propietario. Habla un poco de inglés y nos presentamos mutuamente. Me dice que traigamos la autoca y nos aparquemos al lado. Él esta enchufado a una caja de registro de una casa cercana que debe ser de la policía del puerto o algo así y nos dice que si queremos que nos enchufemos nosotros también. No me lo puede creer.
De la casa de la policía sale un chico con un par de vasitos de té y me los ofrece como bienvenida. Hago el amago de pagarle y me dice por señas que nos invita y nos indica también donde coger agua si la necesitamos. ¡Guau! Desde luego nuestra entrada no puede ser mejor. Si Turquía va a ser así, me parece que va a ser un sitio muy especial para nosotros.
El chico de la otra autocaravana se llama Süreyya y no puede ser más amable. Cuando le comento que tenemos que comprar una tarjeta de comunicaciones para tener Internet en Turquía, nos acompaña hasta una tienda de Turkcell y nos ayuda con la compra. Menos mal porque en la tienda tampoco hablan mucho inglés.
Entre llegar a la tienda y hacer la gestión se nos ha echado el mediodía encima y en el camino de vuelta a la autoca, pasamos por un Kebab y nos compramos nuestros primeros bocatas de kebab de pollo por 3 TL (1€) cada uno. ¡Con estos precios sí que se puede plantear uno comer fuera!
Esa misma tarde vamos con los peques a las ferias que hay instaladas en el parking del puerto y pasamos un rato genial. Al salir de las ferias vamos también al parque que hay al lado y ya acabamos de echar la tarde. Por cierto, en el parque probamos una especie de rosquillas de pan con sésamo que se llaman Simit y que venden en puestos ambulantes por 1TL y están muy ricas ¡Qué maravilla de día!
Hoy es sábado y a la noche hay un poco de follón porque estamos cerca de la zona de bares del puerto pero con el día que hemos pasado, no nos vamos a quejar por un poquillo de ruido. Además tenemos al lado a la policía y dormimos supertranquilos a pesar del barullo.
Al día siguiente, gracias a Hanne de GOODSPEED, que a pesar de ser domingo nos ayuda vía mail y usando el WIFI de un bar cercano, consigo poner en marcha la tarjeta de datos de Turkcell . ¡Tenemos internet de nuevo!
Con este tema solucionado, cargamos agua y salimos después de despedirnos de Süreyya y su mujer. Antes de irnos, nos han pasado una lista con unas cuantas áreas de pernocta gratuitas por distintas ciudades de las que queremos visitar en Turquía. ¡Así da gusto!
¡Ya estamos en Turquía y las sensaciones son fantásticas!
Nuestro siguiente destino, Estambul, la ciudad más grande de Europa.
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